Dani García abre en Madrid, así se reinventa Leña
El chef inaugura en la capital su concepto de moderna “steakhouse” que ya triunfa en Marbella y también un espacio más gastronómico a su lado: Smoked Room. Visitamos el primero
Es un calco del de Marbella, con dimensiones menores, pero la misma estética y carta salvo contadas excepciones. Leña, el restaurante a caballo entre el asador tradicional y la más moderna “steakhouse" que Dani García siempre soñó, aterriza por fin en Madrid en la sede de lo que fue Santceloni, en los bajos del hotel Hyatt Regency Hesperia.
Se trata de un concepto “para que la gente vuelva y no se aburra, para elegir qué comer según lo que te guste y lo que puedas gastar”, nos aseguraba el cocinero cuando fuimos a la sede marbellí y así lo comprobamos, a pesar de que el sofisticadísimo interiorismo en piedra y madera a la tenue y cálida luz del fuego que todo lo vertebra y que se asoma desde la cocina, pueda llevar a equívoco. Detrás de esa apariencia cosmopolita, neoyorquina, Leña es casual. No barato. No prohibitivo. Relativamente asequible y, en efecto, para volver varias veces a dar cuenta de su extensa carta marcada por las llamas en todos sus apartados.
Las entradas
“Solo la parte de entradas ya podría constituir un restaurante”, nos explicaba García. En Madrid es casi más amplia que en Marbella porque añaden un fantástico puerro asado al carbón (12 euros) con mortadela trufada de cerdo ibérico, salsa gribiche y avellanas y un punto sobresaliente. Siguen opciones como el aguacate de Málaga a la brasa aunque, esta vez, probamos la ensalada César (16 euros) de la que el malagueño gusta habitualmente en sus restaurantes (también en su anterior apertura madrileña, Dani, en el Four Seasons, o en sus BiBo) y que se termina y aliña elegantemente frente a la mesa. En esta ocasión lleva láminas de copa de vaca vieja, en vez de pollo. La icónica manzana verde, que no es otra cosa que 'foie gras mi-cuit' presentado con ajetes asados aliñados con limón (14 euros), también permanece igual que el riquísimo bocatín de pretzel de ternera ahumada con salsa tártara y encurtidos (6 euros), otra de las propuestas más al alcance de cualquier bolsillo.
Los 'must'
Más adelante, tras el apartado de “yakipinchos” o espetos de carne (brochetas), hay algunas cosas que desaparecen de este menú, algunos “must” muy accesibles y queridos por Dani como el pollo asado del domingo o el rosbif de su madre. Entran, sin embargo, los canelones de pollo asado con bechamel, gratinados (12 euros), y se mantienen “hits” que encantan a su creador, como el familiar filete empanado, de fina ternera blanca al estilo milanesa con mantequilla francesa (24 euros). “Light”, dentro de lo posible, y delicioso. Hablando de mantequilla, se mantiene inolvidable la del aperitivo, de oveja con ceniza de puerro que, untada en esos panes artesanos y con ese salchichón de Málaga a modo snack, es tremenda tentación.
No falta la “burger que le dio sentido a todo”, picada ante los ojos del comensal, pasada por las parrillas después y con la famosa salsa bull (19 euros). Nosotros nos decantamos por una excelente pieza de solomillo de ternera alemana con esas escandalosas guarniciones (entre 4 y 6 euros) que van desde los pimientos del piquillo caramelizados con AOVE a la cebolla gratinada con queso gruyére y trufa, “la preferida de Dani García”.
Para cerrar boca
El apartado final, el de los cortes de carne más “top”, siempre de maduración controlada, entre 15 y 45 días, se nutre de reses de Galicia, Suiza, Alemania… Hay mucha rotación en cuanto a procedencias en piezas como el ribeye (45 euros), el tomahawk (70) o el chuletón de más de un kilo (89), todos para compartir entre dos o incluso tres personas.
Entre los postres, subidos de precio, pero elaborados y muy recomendables, la tarta de rosa (14 euros), ese esponjoso brioche con helado de mantequilla tostada, sigue. También “el flan que quiso ser tocino” (10 euros), muy untuoso, con espuma de yuzu, hojitas de albahaca y galleta de clavo en un resultado ligero y fresco.
En la copa
La bodega, sorpresa, rescata la de Santceloni igual que Leña Marbella continuaba con la del tres estrellas Dani García. El sumiller Manuel Castro, que viene de BiBo y, antes, del desaparecido Punto MX, nos cuenta que han reforzado Borgoña y Champagne, manteniendo la mayoría de joyas antiguas. La gráfica y colorista colección de coctelería, clásica y con un toque, y el whisky bar, asimismo, subsiste. Pedro Castro, maître, lidera un sobresaliente, muy cercano y amable servicio.
A la salida de Leña oteamos el segundo concepto, recién abierto también, una barra espejada para 14 comensales con un único menú degustación que va más en la línea del estrellato y que esperamos contar en breve.
LEÑA MADRID
Paseo de la Castellana 57.
Horario: De lunes a domingo de 13:00 a 16:00h y de 20:00 a 01:00h
Precio medio: 40-60 €
Es un calco del de Marbella, con dimensiones menores, pero la misma estética y carta salvo contadas excepciones. Leña, el restaurante a caballo entre el asador tradicional y la más moderna “steakhouse" que Dani García siempre soñó, aterriza por fin en Madrid en la sede de lo que fue Santceloni, en los bajos del hotel Hyatt Regency Hesperia.
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