Si eres español no has oído hablar de estas 6 frutas, pero deberías
Aunque los lineales de la frutería estén repletos de variedades de múltiples formas, aromas y sabores, este grupo de alimentos es más extenso de lo que creemos. ¿Qué frutas debemos descubrir todavía?
El kiwi, la piña, la granada o el aguacate han sido durante muchos años las frutas más hermosas y exóticas de cuantas habitan en las fruterías y los supermercados. Alimentos de vivos colores, cortezas extrañas y sabores capaces de conquistar cualquier paladar. Sin embargo, esta gran familia acoge también algunos miembros que, para muchos comensales, les superan en belleza y fascinación, pero que lamentablemente apenas tienen presencia en España.
Un buen ejemplo es la pitahaya, que ahora comienza a despuntar en nuestro país gracias a una piel de color rosa intenso y una pulpa blanquecina con pequeñas pepitas negras. Un placer para la vista y el gusto, pues aquellos que han tenido la suerte de probarla aseguran que es dulce y refrescante. Afortunadamente, no es la única. ¿Qué frutas tropicales deberíamos comenzar a degustar por estas tierras?
Alquejenje
Conocido también como tomatillo, al igual que la pitahaya, se trata de una fruta que comienza a asomarse en las fruterías más prolíficas de nuestro país. Sin embargo, su llegada a Occidente nada tiene que ver con el mundo de la gastronomía, más bien con el de la decoración en ámbitos como la repostería o la coctelería. El motivo de este desplazamiento es su sabor agridulce, demasiado intenso para algunos comensales, que terminan perdiéndose sus muchas propiedades nutricionales. Una vez que nuestro paladar se haya acostumbrado, el alquejenje nos aportará una buena dosis de betacaroteno, el responsable de ese color dorado que tanto le caracteriza y principal precursor de la vitamina A. También es rico en vitaminas C, B1 y B3, y destaca por un potente poder depurativo y diurético.
Salak
Esta especie procedente de Indonesia y conocida también como 'fruta de la serpiente', por su áspera y escamosa piel, posee un interior dividido en tres segmentos blancos y tres grandes semillas negras que no son comestibles. Su sabor es ácido y ligeramente dulce, y su consistencia recuerda mucho a la de la manzana. En cuanto a sus propiedades nutricionales, el salak posee una buena dosis de vitamina C y antioxidantes, que lo convierten en un remedio natural contra el envejecimiento y a favor de la salud de la piel. Su composición también incluye fibra, potasio y pectina, una sustancia que protege el cerebro del colesterol nocivo y que le otorga su segundo apodo, la 'fruta de la memoria'.
Lima dedo
Como ocurre con la mayoría de estas frutas, la apariencia de la lima dedo la hace prácticamente inolvidable. El caviar de lima, su segundo nombre, posee una pulpa que recuerda a las huevas del pez esturión, pequeñas bolitas de colores que salen a la superficie cuando cortas en dos la corteza. Basta con introducirlas en la boca para comprobar que en su interior aguarda un delicioso y refrescante jugo de lima. Toda una experiencia para los sentidos. Por otro lado, se trata de una fruta baja en calorías y grasas, y rica en vitamina C, flavonoides y minerales como el calcio y el potasio. Una combinación que la convierte en un bocado antioxidante, diurético y antiinflamatorio.
Guapuru
A simple vista no parece una fruta demasiado exótica ni sorprendente, pues es muy similar a las uvas tintas, de color morado y con un interior blanco, casi transparente. No obstante, crece alrededor del tronco del árbol jabuticaba -nativo de Brasil, Bolivia o Paraguay, entre otros países de Latinoamérica- como si fuera un hongo, en vez de colgar de las ramas como ocurre con la mayoría de frutas del mercado. Su sabor es muy dulce, por eso se suele utilizar para elaborar mermeladas, gelatinas o licores. Además, en su país de origen es un recurso muy habitual para tratar problemas de asma, estabilizar los niveles de azúcar en sangre o regular la actividad intestinal.
Carambola
Procedente del sudeste asiático, Latinoamérica y algunos países de Centroamérica, la carambola fue descrita en el siglo XVII como la 'fruta estrella', debido a su forma estrellada al cortarla. Esto provoca que también forme parte de los recursos ornamentales más habituales del mundo de la coctelería. De color amarillo intenso, el tamarindo o chiramelo -nombres por los que también se le conoce- es una interesante fuente de potasio, un mineral que favorece la transmisión y la generación del impulso nervioso. También es rica en oxalato de calcio, fibra soluble, betacaroteno y vitamina C, nutrientes que ayudan con el buen funcionamiento del sistema inmunológico, la salud de la visión, la piel y los huesos, la absorción del hierro y la prevención de las infecciones.
Hala
De aspecto similar a la piña, la fruta hala consigue relegarla a un segundo plano gracias a un interior cuando menos vistoso. Y es que cuando arrancas las cuñas que conforman su corteza, se puede observar todo un arcoíris que varía entre el amarillo, el naranja y el rojo. Además, disfruta de un tamaño que oscila entre los 20 centímetros de diámetro y los 30 de largo. Oriunda de Hawái, esta fruta supone para algunas personas de la tierra el 50% de la energía diaria, pues allí se come hasta un kilogramo de hala al día. Afortunadamente, se trata de un bocado rico en vitamina C y suele emplearse para tratar problemas de estreñimiento, dolores de cabeza, resfriados e incluso episodios de asma.
El kiwi, la piña, la granada o el aguacate han sido durante muchos años las frutas más hermosas y exóticas de cuantas habitan en las fruterías y los supermercados. Alimentos de vivos colores, cortezas extrañas y sabores capaces de conquistar cualquier paladar. Sin embargo, esta gran familia acoge también algunos miembros que, para muchos comensales, les superan en belleza y fascinación, pero que lamentablemente apenas tienen presencia en España.