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Bribón de Madrid: ¿merece la pena el último restaurante de moda capitalino?
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Cena y copas

Bribón de Madrid: ¿merece la pena el último restaurante de moda capitalino?

De los creadores del Grupo Gunilla abre entre Alcalá y Cibeles el enésimo 'place to be' madrileño con una propuesta castiza y ambiente animado hasta altas horas. ¿Hay algo diferente?

Foto: Comedor Bribón de Madrid.
Comedor Bribón de Madrid.

Puede que sí. Hace unos días pasábamos por ese fabuloso esquinazo de la calle Alfonso XI con Alcalá que antaño fue Vait y lo descubrimos renovado como un restaurante de aspecto elegante, repletas mesas vestidas con manteles blancos, inspiración clásica, sofisticado y apetecible. Pocos días después conseguimos una reserva un viernes noche no sin previo esfuerzo porque resultó que Bribón de Madrid es la nueva dirección de moda y hacerse un hueco es casi imposible. Al menos en fin de semana.

Foto: Cóctel Galicia Mule.

Una vez logrado, entramos por la puerta frente a una gran barra que, por fin, puede usarse y una zona de mesas altas a modo de lujoso ultramarinos y homenaje al tapeo y laterío tabernario con una breve oferta de conservas, mejillones, zamburiñas o una tosta de sardinas preparada. Nada nuevo bajo el sol, por el momento. Tras esta zona, la sala se despliega con un precioso interiorismo de Cuarto Interior, que ha empleado telas con motivos florales en las paredes, maderas oscuras y terciopelos azules en las sillas para lograr una resultona atmósfera como de otra época que, sin duda, funciona. Sí, es un lugar especial.

La carta

El equipo de sala, profesional y perfectamente uniformado, ofrece la carta. Montados y molletes, como el de mejillones con patatas fritas (9,50 euros), ibéricos, quesos y salazones preceden a los entrantes. Entre ellos nos gustó especialmente la tortilla vaga de chistorra, pimientos de Guernica e Idiazábal ahumado (14 euros), jugosa y bien sabrosa, y unas riquísimas empanadillas de rabo de toro (6 uds, 14 euros) por las que nos decidimos frente a un guacamole con torreznos de Soria que pide pedirse (12 euros) igual que el pisto con huevo de dos yemas con puntilla (10 euros) del apartado 'De la huerta'.

placeholder Comedor de Bribón de Madrid.
Comedor de Bribón de Madrid.

Desde la chuleta de vaca vieja (48 euros) a las albóndigas de ternera con patatas fritas de madre (18 euros). Así se desarrolla el área de carnes a la que siguen cuatro alternativas de pescados entre el rape marcado con cebollitas glaseadas en su jugo o los taquitos de atún rojo salteados a fuego y encebollado marino. Nosotros nos decantamos, para compartir y entre los primeros platos, por unas recomendables tortitas de maíz, atún rojo, chipotle y aguacate (4 uds, 16 euros).

En lo dulce tampoco hay una originalidad exacerbada pero sí una pequeña vuelta a la eterna tarta de queso y la torrija. Sugieren el cremoso de chocolate, bizcocho aireado y pepitas de oro o el flan de queso, dulce de leche y galleta, entre otros graciosos como el corte de helado Comtessa (todos 7 euros). Probamos el brownie de chocolate con leche y nueces y bueno, un brownie decente más.

De la mesa a la fiesta

Diríamos que lo mejor de Bribón viene después, pero sería mentir porque lo cierto es que la cena fue estupenda y en estas concurridas direcciones no suele ser lo habitual. La sobremesa, eso sí, invita a las copas, incluso a levantarse y dar unos pasos de baile. El local se llena hasta la bandera, un DJ ameniza y la velada se transforma en una de las noches (o de los inicios de noche) con más ambiente del centro sin tener que moverse de allí. Es más, observamos que mucho público cruza sus puertas llegado este momento, de fuera y de las dos terrazas con las que cuenta.

Comer o cenar en la ciudad en un sitio de este tipo no baja de los 45 euros por persona y con unas copas el número casi se duplica

Eso sí, a la más o menos contenida lista de vinos, en precio y en buenas opciones, los cócteles y los combinados se suben (rondan los 14 euros). Una vez más, nada nuevo bajo el Sol de Madrid ni en su panorama hostelero, cuya explosión nos contenta, pero cuyas cifras aumentan en paralelo. Comer o cenar en la ciudad en un sitio de este tipo no baja de los 45 euros por persona y con unas copas el número casi se duplica. Teniendo en cuenta que no es un ninguna propuesta culinaria elevada, sí conseguida, y que uno va a pasárselo en grande ¿merece la pena? Que cada uno juzgue según sus expectativas. Por aquí repetiríamos. Quizá la próxima para probar su carta de desayuno/brunch matutino que también promete.

BRIBÓN DE MADRID

Calle Alcalá, 54, esquina Alfonso XI, 2

Precio medio: 45 euros

Horario: de lunes a domingos de 9:00 a 2:00 h

Teléfono: 91 502 21 95

www.bribondemadrid.com

Puede que sí. Hace unos días pasábamos por ese fabuloso esquinazo de la calle Alfonso XI con Alcalá que antaño fue Vait y lo descubrimos renovado como un restaurante de aspecto elegante, repletas mesas vestidas con manteles blancos, inspiración clásica, sofisticado y apetecible. Pocos días después conseguimos una reserva un viernes noche no sin previo esfuerzo porque resultó que Bribón de Madrid es la nueva dirección de moda y hacerse un hueco es casi imposible. Al menos en fin de semana.

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