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Muslos de pollo asados con miel y salsa de soja, aptos para todos los gustos
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Muslos de pollo asados con miel y salsa de soja, aptos para todos los gustos

La mezcla de sabores le va genial a la carne y el tostado de los azúcares le da un bonito color. Nadie se resistirá a este asado, que puedes convertir en una comida completa si lo acompañas con arroz hervido

Foto: Foto: Unsplash/@ruyan75.
Foto: Unsplash/@ruyan75.

El pollo asado siempre es un buen recurso. Además de sacarnos del dilema de qué comemos hoy, es muy agradecido y con un poco de imaginación y la ayuda de hierbas y otros condimentos ofrece un resultado muy apetecible para casi todos los gustos.

Esta versatilidad explica que más del 37% de la carne fresca que se consume en España sea de pollo, y cada ciudadano nos comemos más de 12 kilos al año, según el Informe de Consumo Alimentario en España 2018, elaborado por el Ministerio de Agricultura.

También es importante su valor nutricional: el pollo asado es una fuente estupenda de minerales, sobre todo potasio y fósforo, y de vitaminas, con predominio de la A. Es cierto que su contenido en colesterol es alto, pero este se concentra en la piel, por lo que si la retiramos, nos encontramos con una de las carnes más saludables.

placeholder Foto: Unsplash/@angelabaileyy.
Foto: Unsplash/@angelabaileyy.

¿Quieres hacer una receta original? Prueba estos muslos de pollo con miel y salsa de soja. Si los acompañas con una ensalada vegetal o con arroz blanco, tendrás un menú completo y nutritivo apto para todos los públicos. ¿Que te sobra? Sofríelo con arroz o verduras, o haz unas riquísimas croquetas.

Ingredientes

  • 2 cucharadas de aceite
  • 1 cucharada de ajo picado
  • 1 cucharada de jengibre picado
  • 6 cucharadas de salsa de soja
  • 5 cucharadas de miel suave
  • 3 cucharadas de mantequilla sin sal
  • Sal y pimienta negra
  • 8 muslos de pollo con hueso y piel
  • Rodajas de limón, para servir

Preparación

  1. Precalentar el horno a 210 grados, aproximadamente (es aconsejable seguir la tabla de temperaturas de cada aparato).
  2. En una cacerola pequeña, calentar una cucharada de aceite a fuego lento. Añadir el ajo, el jengibre y remover de vez en cuando hasta que se ablanden (unos 3 minutos).
  3. Incorporar la salsa de soja y la miel y cocinar a fuego lento hasta que la salsa se reduzca y espese un poco (10 minutos, aproximadamente)
  4. Retirar del fuego y añadir la mantequilla batida y condimentar con sal y pimienta.
  5. Colocar los muslos salpimentados (con la piel hacia arriba) en una bandeja de horno y añadir la mitad del glaseado y la cucharada de aceite restante. Embadurnar bien los muslos con la mezcla.
  6. De vez en cuando, pintar los muslos con la salsa y la ayuda de un pincel.
  7. Cuando estén asados y bien dorados, sacarlos del horno, rociar el pollo con el glaseado sobrante y servir con rodajas de limón y/o ensalada y arroz.

El pollo asado siempre es un buen recurso. Además de sacarnos del dilema de qué comemos hoy, es muy agradecido y con un poco de imaginación y la ayuda de hierbas y otros condimentos ofrece un resultado muy apetecible para casi todos los gustos.

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