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Las mejores patatas bravas del mundo se comen en un restaurante de Burgos
  1. Gastronomía y cocina
CONCURSO INTERNACIONAL DE BRAVAS

Las mejores patatas bravas del mundo se comen en un restaurante de Burgos

Son patatas confitadas y fritas y están acompañadas de torreznos y piparras, una idea con la que el chef Isaac Montoya se ganó al jurado

Foto: Las "Bravas de la abuela" del restaurante Paquita Mariví de Burgos son las mejores patatas bravas del mundo (Foto: Palencia Brava)
Las "Bravas de la abuela" del restaurante Paquita Mariví de Burgos son las mejores patatas bravas del mundo (Foto: Palencia Brava)

Se llaman "Bravas de la abuela", se sirven en el restaurante Paquita Mariví de Burgos y son, desde este martes, las mejores patatas bravas del mundo. Un título que han conseguido tras imponerse en el III Concurso Internacional de Patatas Bravas que organiza Palencia Brava y que se ha celebrado por tercera vez en esta capital castellanoleonesa.

El creador de esa delicatesen es el chef Isaac Montoya, que preparó sus "Bravas de la abuela" confitando primero las patatas, friéndolas después y acompañándolas con torreznos y piparras. El responsable del restaurante Paquita Mariví se impuso con esta receta a los otros 21 finalistas, llevándose un premio de 750 euros y una obra de arte del prestigioso pintor palentino Antonio Guzmán Capel.

El subcampeonato recayó en el restaurante madrileño Le Qualité Tasca, que triunfó con "Nuestras Bravas", una receta del cocinero Philip Alinsunurin en la que las patatas son servidas con salsa maragata y papada ibérica de bellota. El tercer lugar del podio fue para el Martina Restaurant & Bar de Albacete y las "Bravas Martina 3.0" de su chef Javi García Albuger.

Una decisión complicada

El jurado estuvo presidido por Rafael Anson, presidente de la Real Academia de Gastronomía Española, que contó con la ayuda de varios profesionales de reconocido prestigio y con Edu González, autor de la cuenta de Instagram más famosa en el mundo de las patatas bravas, @bravasbarcelona. En total, más de 120 recetas de bravas se presentaron al concurso y fueron 22 las que se clasificaron para la final que se desarrolló en los jardines del Hotel Rey Sancho de Palencia.

Los jueces valoraron el gusto, el contraste o los matices de cada creación con un total de 50 puntos, pero también tuvieron en cuenta la dificultad de la elaboración (20 puntos), la estética (15 puntos), así como la originalidad y la técnica (15 puntos). En total, se valoró a cada participante sobre un total de 100 puntos.

Javier San Segundo, director de Palencia Brava y organizador del concurso, reconoce a El Confidencial que ha sido "una edición muy especial. Comenzamos en plena pandemia y ésta ha sido la primera sin restricciones. Se notaba en la felicidades e ilusión de todos los asistentes". Eso ha provocado que este año se presentaran candidaturas desde "casi todas las comunidades autónomas, pero también de Andorra y de Irlanda del Norte".

San Segundo, como productor ejecutivo del III Concurso Internacional de Patatas Bravas, asegura que "el jurado ha tenido un trabajo más que difícil, con unos finalistas de muchísimo nivel, por las creaciones tan increíbles que han degustado, visuales y muy muy ricas que, al final es lo más importante". Palencia, un año más, se ha convertido en la capital mundial de las patatas bravas.

Se llaman "Bravas de la abuela", se sirven en el restaurante Paquita Mariví de Burgos y son, desde este martes, las mejores patatas bravas del mundo. Un título que han conseguido tras imponerse en el III Concurso Internacional de Patatas Bravas que organiza Palencia Brava y que se ha celebrado por tercera vez en esta capital castellanoleonesa.

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