La Coca-Cola no se vende en todo el mundo: está prohibida en tres países

La Coca-Cola es, casi con toda seguridad, la bebida más popular del mundo. Todos somos capaces de visualizar su imagen corporativa e, incluso, su sabor. Y es que pocas marcas tienen tanta presencia en cada rincón del planeta. Sin embargo, y en contra de lo que podemos creer, hay tres países en donde esta bebida azucarada y gaseosa está totalmente prohibida.

La razón hay que buscarla en que esta icónica bebida se asocia a la cultura capitalista marcada por Estados Unidos, al igual que les ocurre a otras marcas como McDonald's o Nike. Dicho esto, es fácil imaginar que las tres naciones (de las 195 que hay en el mundo) que no fabrican ni comercializan Coca-Cola están asociados a regímenes comunistas y son contrarios al capitalismo o están enfrentados políticamente con el país norteamericano.

Cuba, Corea del Norte y Rusia

El primero de ellos es Cuba, donde la compañía de Atlanta llevó a cabo una de sus primeras aventuras comerciales en el extranjero, allá por 1906. Sin embargo, tras la revolución que catapultó al poder a Fidel Castro en 1959, Coca-Cola decidió abandonar el país un año más tarde ante el riesgo de que nacionalizaran la empresa. Aun así, y gracias al aperturismo de los últimos años, es posible encontrar este refresco en hoteles, restaurantes y centros comerciales enfocados al turista.

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La segunda de estas naciones que tiene prohibida la venta de esta bebida estadounidense es Corea del Norte. Aquí nunca ha operado la multinacional embotelladora, ya que, al igual que en Cuba (Tu Kola), producen su propia versión de refresco de cola. La razón es puramente ideológica y es que la dictadura norcoreana restringe el acceso de esta bebida de forma oficial.

Por último, y tras la invasión de Ucrania el año pasado, Coca-Cola decidió suspender la comercialización de su bebida estrella en Rusia. La alternativa pasa por recurrir a la Dobry Cola. Asimismo, hay que recordar que China expulsó a todas las compañías extranjeras, por parte del gobierno comunista, en 1949, aunque tras el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos en 1979, el país asiático permitió la vuelta de esa bebida emblemática. Birmania hizo lo propio en 2012 tras sesenta años de ausencia.

La Coca-Cola se asocia a la cultura capitalista y se prohíbe en países comunistas o con malas relaciones diplomáticas con Estados Unidos

No obstante, es difícil creer que una Coca-Cola no haya cruzado las fronteras de estos países, aunque sea a través del mercado negro, sin que el producto esté a la vista del público y con unos precios exorbitantes que la mayoría de sus ciudadanos no pueden permitirse. Aunque no sea mediante cauces legales, conseguirla costará un poco más.