Cómo sembrar y cultivar ajo en otoño de forma fácil

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Dependiendo de la estación del año podemos encontrar en los mercados una gran variedad de frutas, verduras y hortalizas. Aunque en la actualidad estamos acostumbrados a encontrar prácticamente cualquier producto durante todo el año, lo aconsejable es respetar su ciclo natural y consumir la materia prima de temporada. También es una manera de potenciar un entorno más sostenible.

Pero es cierto que hay un ingrediente que nunca puede faltar en nuestra cocina y sin el que muchos no podrían vivir, ya que es necesario para prácticamente cualquier receta. Se trata del ajo. A diferencia de algunas frutas y verduras, que requieren un cuidado especial, el ajo prácticamente crece solo, eso sí, si te animas a cultivarlo, debes plantar ajos ahora, en otoño, para cosecharlo el próximo verano.

Puede que no te animes a cultivar tus propios ajos porque no sepas por donde empezar. Para ello, la Escuela de Huertos Orgánicos, a través del perfil de Instagram @tuscampeamigos, ha subido una publicación en la que muestran todos los pasos y la mejor forma de hacerlo. En primer lugar, en cuanto a la selección del lugar de cultivo, aconsejan apostar por un lugar soleado con suelo bien drenado.

Cuánto tarda en crecer

A continuación, llega la preparación del suelo: "enmienda el suelo con compost u otros materiales orgánicos y después planta los dientes de ajo con la parte de nudosa hacia abajo, a una profundidad de aproximadamente 5 centímetros y con una separación de 10-15 entre ellos. Deja unos 30 centímetros entre filas". Asimismo, aconsejan regar regularmente para mantener el suelo uniformemente húmedo y mantener la zona libre de malezas.

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Una de las dudas que te rondará la cabeza es la de cuándo podrás disfrutar de los ajos en tu mesa. Pues bien, los expertos aseguran que se tardará aproximadamente entre 7 y 9 meses desde la plantación hasta la cosecha, dependiendo del clima y la variedad que siembres. En cuanto a los fertilizantes, indican que este debe ser rico en nitrógeno al principio y luego cambia a uno rico en fósforo.

Con el avance del proceso deberás inspeccionar la zona por si se generase cualquier plaga y proceder a la cosecha cuando las hojas superiores se sequen y caigan, y los bulbos tengan un tamaño adecuado. Llega el último paso, que será dejar secar los bulbos en un lugar fresco y ventilado durante unas semanas antes de quitar las raíces y hojas secas.