Cinco experiencias enoturísticas de las que disfrutar en Madrid más allá de la típica cata
Puedes diseñar tu propio vino, hacer 'trekking' o visitar los viñedos a caballo. Si te gusta el enoturismo, te sugerimos estos planes en la Comunidad de Madrid
España dispone de un amplio abanico de reclamos turísticos, tanto a nivel de territorios como de productos y experiencias. En este sentido, el enoturismo se ha posicionado en los últimos años como una de las opciones al alza.
Los motivos son muy variados. El acercamiento al medio rural, disfrutar de un paraje tranquilo y relajado, conocer el proceso de elaboración de los vinos, probar distintos tipos de uva... Todos estos ingredientes conforman una receta en la que el enoturismo pretende ir más allá del modelo turístico tradicional y ofrecer al viajero un conglomerado de experiencias que redondeen su visita.
Esa es precisamente la intención de los vinos de la Comunidad de Madrid. Englobados bajo el paraguas de la D.O. Vinos de Madrid, sus productores ofrecen a propios y extraños un amplio catálogo de experiencias singulares para que las escapadas enoturísticas vayan mucho más allá de la tradicional cata. Si te gusta el vino, apunta, porque vamos a recomendarte cinco experiencias enoturísticas accesibles en la Comunidad de Madrid.
Cata bajo las estrellas (San Martín de Valdeiglesias)
A menudo, lo mejor de un buen vino es la compañía, tanto personal como física. En la Bodega Las Moradas de San Martín puedes optar por varias actividades en torno al vino. Una de las más destacadas consiste en observar el cielo nocturno de la Sierra de Gredos, alejado de las luces de la ciudad, y acompañado de una cata de vinos de dicha bodega.
La actividad incluye una visita a pie con el bodeguero de los viñedos de garnacha y albillo real, la interpretación del territorio y la tradición vitícola de San Martín de Valdeiglesias y la observación del cielo de la mano del colectivo Astroafición.
Diseña tu vino (Morata de Tajuña)
¿Quién no ha soñado alguna vez con hacer su propio vino? Pues ahora puedes hacerlo. Quien te da la oportunidad es la Bodega Licinia, en Morata de Tajuña, que pone a disposición de sus visitantes la posibilidad de hacer su propio coupage a partir de las cuatro variedades de uva de sus bodegas.
Una vez que el usuario haya degustado las variedades, hará también distintas pruebas con sus varietales, pudiendo pedir consejo a un experto de la bodega. En cualquier caso, será dicho cliente quien configure, finalmente, el coupage que más atractivo le haya resultado. Además, podrá comprar botellas con su propia selección.
El mejor patrimonio histórico (Cenicientos)
Lo mejor de los entornos vinícolas es que, al estar situados en plena naturaleza, muchas veces también se rodean del mejor patrimonio histórico. Es lo que sucede en la Bodega Cenicientos, muy cercana al yacimiento de Piedra Escrita, un monolito granítico natural en el que asoman unos grabados, una inscripción romana y una huella de plantígrado.
Los visitantes de esta bodega, además de degustar sus propios vinos, obtendrán una visita guiada por el yacimiento, en lo que será un auténtico viaje a la cultura romana y al santuario rural que señalaba la frontera oriental entre Lusitania y Citerior.
Recorrido en Carriola (Arganda del Rey)
El mejor turismo es siempre el inmersivo. Y si vas a un viñedo, ¿cómo no vas a visitarlo en los vehículos que emplean los profesionales que cuidan del vino? En la Vinícola de Arganda, en Arganda del Rey, tu visita será guiada a bordo de una carriola tirada por un tractor.
En ella recorrerás olivares y viñedos de las variedades Syrah, Airén, Tempranillo y la autóctona de Madrid, Malvar. En esta explotación, situada en el Parque Regional del Sureste, descubrirás cómo se elabora el vino en la Vinícola Argandeña, con 85 años de tradición vitivinícola y la única de Europa a la que se puede llegar en metro. Los profesionales del viñedo, además, te mostrarán el proceso desde que la uva entra en la bodega hasta que el vino se embotella, se etiqueta y se deja envejecer en barricas de roble americano.
A caballo entre viñedos (Cadalso de los Vidrios)
A todos nos gusta, a veces, concedernos ciertos lujos. ¿Qué te parecería recorrer un viñedo a caballo? Esa es precisamente la experiencia que te ofrece la Bodega Cristo del Humilladero, en Cadalso de los Vidrios, para que tu adentramiento en el entorno productivo sea lo más natural posible.
En esta bodega, a lomos del equino en las estribaciones de la Sierra de Gredos, el visitante puede explorar de dónde vienen los vinos y qué fases atraviesa la uva desde que llega a las instalaciones, siendo fruta, para convertirse en vino. Todo ello conociendo, de primera mano, los procesos tradicionales con maquinaria y estancias modernas de unas instalaciones que datan de mediados del siglo pasado, con tinajas y depósitos de hormigón, donde todo se hace de manera pausada año tras año.
España dispone de un amplio abanico de reclamos turísticos, tanto a nivel de territorios como de productos y experiencias. En este sentido, el enoturismo se ha posicionado en los últimos años como una de las opciones al alza.