El restaurante Michelin en un pueblo de Granada que sorprende por su bajo precio: en plena naturaleza y un precio diez
Se trata de un local que apuesta por sacar la mejor versión a la cocina de siempre, con un gran elogio al producto de proximidad
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En el encantador pueblo granadino de Monachil, a los pies de Sierra Nevada, se encuentra un tesoro gastronómico que ha cautivado tanto a locales como a visitantes: La Cantina de Diego. Este restaurante, que ostenta el reconocimiento Bib Gourmand de la Guía Michelin, representa una joya para los amantes de la buena mesa, ofreciendo un equilibrio perfecto entre calidad y precio en un entorno de naturaleza sin igual.
Con una filosofía basada en la cocina tradicional y los ingredientes de proximidad, La Cantina de Diego sobresale en la región no solo por sus sabores auténticos sino también por su propuesta de temporada. Bajo la dirección del chef Diego Higueras, el restaurante apuesta por platos fieles a la tradición granadina y a los productos de kilómetro 0, como la emblemática morcilla de Monachil o la ternera Pajuna de Sierra Nevada, siempre en perfecta armonía con el calendario agrícola.
Cada plato refleja el paisaje que rodea Monachil: un entorno natural único que inspira una carta auténtica, elaborada sin complicaciones técnicas y con los sabores más frescos.
La carta de La Cantina de Diego se adapta a los ciclos del año, con especialidades que han conquistado a los críticos de la Guía Michelin: desde el revuelto de morcilla, los tacos de bacalao, hasta el solomillo de la sierra y la Marcelina, un postre tradicional que no puede faltar. El precio, otra de sus grandes sorpresas, ronda los 35 euros por un menú que incluye entrante, plato principal y postre, una oferta que sitúa a este rincón de Monachil entre los destinos más accesibles y deliciosos para disfrutar de alta cocina sin hacer temblar el bolsillo.
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El restaurante, que empezó como un proyecto familiar con una pequeña terraza de verano y un huerto propio, ha crecido hasta convertirse en un referente en la gastronomía de la zona. La cocina mantiene su esencia original, integrando ingredientes locales en cada plato y logrando que cada bocado sea un homenaje a los sabores granadinos.
Para quienes buscan una experiencia culinaria sin pretensiones, en un ambiente rústico y auténtico, La Cantina de Diego se posiciona como una parada obligada en la ruta gastronómica de Sierra Nevada.
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