Empieza esa época del año en la que, inexplicablemente, nos sorprendemos al ver los termómetros en la calle: "Hala, 39 ºC a la sombra. Debe estar roto". Pues no, no lo está, es lo mismo siempre: en España hace calor, y mucho. Puede ser que nuestro umbral de tolerancia esté más alto o más bajo dependiendo de dónde vivamos, porque a fin de cuentas conocemos a alguien del norte (en mi caso de Avilés) que se queja sin cesar con temperaturas superiores a 25 ºC, algo que para los que somos algo más sureños es casi una ofensa.
Según datos del informe 'Temperaturas umbrales de disparo de la mortalidad atribuible al frío en España en el periodo 2000-2009. Comparación con la mortalidad atribuible al calor', del Instituto de Salud Carlos III, en ese periodo de tiempo hubo en España más de 13.300 muertes asociadas a olas de calor. Esto significa que es un problema de salud pública bastante importante y saber protegerse puede, en determinadas ocasiones, salvarnos la vida. Como en casi todos los temas tocantes a nuestra salud, la alimentación juga un papel fundamental. Esta es una guía de los alimentos que podrán hidratarnos, hacer disminuir nuestra temperatura corporal o, al menos, hacernos sentir más frescos, aunque sigamos igual de calientes.