Las verduras de tipo crucíferas, como la coliflor, el brócoli, la berza o las coles de Bruselas, son también propias del otoño. Consideradas un superalimento, contienen una gran cantidad de vitamina C y fibra, además del sulforafano, un compuesto al que se le asocian propiedades preventivas contra el riesgo de cáncer, según un estudio de investigadores de la Universidad de Illinois. Son también una buena fuente de fibra, manganeso, potasio y vitaminas B. Contiene antioxidantes como el kaempferol y los ácidos cafeico y ferúlico. Aunque no son del agrado de muchos paladares, la realidad es que son un excelente alimento bajo en calorías y con muchos beneficios, al igual que el resto de verduras crucíferas.