Foto: iStock

Las comidas que te provocan somnolencia

No toda la energía de los alimentos es igual. Podemos pensar que si ingerimos 1.200 calorías, tendremos las pilas cargadas todo el día. Dicho de otro modo, que estaremos a tope. Pero la realidad es muy distinta. Ningún corredor de fondo se ha comido antes de una carrera un cocido madrileño, porque es un plato que hace que estés cansado, da igual como de energético sea. Pero el principal problema es que hay alimentos aparentemente inofensivos que si los incluimos en nuestra dieta, pueden 'quitarnos' fuerzas en vez de dárnoslas. Saber cuáles son es importante:

Pasta
1.

Pasta

¿Por qué será que cada vez que nos llevamos unos macarrones a la boloñesa en el táper de la oficina, esa tarde cuesta mucho más sacar el trabajo adelante? Según contaba la doctora Pamela Peeke al 'Huffington Post', "los hidratos refinados aumentan el nivel de glucosa, o dicho de otro modo, la cantidad de azúcar en sangre. Esto provoca una bajada del nivel de insulina, lo que se asocia con una sensación de fatiga y debilidad". La parte buena es que tras una hora, cuando el cuerpo ya se ha acostumbrado al azúcar extra, la insulina vuelve a subir y podremos disponer de toda la energía de esos ricos macarrones.

Alcohol
2.

Alcohol

No es ningún misterio que el vino tinto da sueño. Y la cerveza, el coñac o el anís también. Los efectos que tiene el alcohol sobre nuestro organismo son notables cuando menos. Porque, aunque no lleguemos al extremo de desmayarnos, esta sustancia provoca una disminución de nuestra frecuencia respiratoria, lo que se traduce en una sangre menos rica en oxígeno y, por tanto, unos órganos (en especial el cerebro) más apagados.

Lechuga
3.

Lechuga

¿Qué puede tener de malo el ingrediente principal de una ensalada tradicional? A fin de cuentas es solo fibra y agua. Esta composición la hace extraordinariamente positiva para nuestro bienestar digestivo (dado que la mencionada fibra, aunque no es un nutriente, sí se encarga de mantener un buen tránsito gastrointestinal). El problema, como explicaron los investigadores E. Chojnacka-Wójcik, A. Wesolowska y el resto de su equipo de investigación de la Academia Polaca de Ciencias, es que la lechuga contiene una molécula llamada lactucina. Es un compuesto "que muestra propiedades sedativas del sistema locomotor", explican. A la vez, esta molécula se comporta de forma similar al ibuprofeno. Es un analgésico muy potente dado que "30mg/kg de lactucina tienen efectos similares a 60mg/kg de este analgésico".

Legumbres
4.

Legumbres

Cocido madrileño una tarde de domingo. Pocas cosas suenan tan placenteras como esta, siempre y cuando, según acabemos, le siga una siesta. Todo dicho. Comer cualquier tipo de guiso con legumbres da sueño, a pesar de tratarse de las preparaciones más energéticas de nuestra gastronomía. Esto se debe a que son difíciles de digerir, tanto que son las mayores causantes de la dispepsia (nombre científico de la indigestión). Para poder procesar estos alimentos, el cuerpo desvía grandes cantidades de sangre al sistema digestivo, y esto implica que menos sangre (y por tanto menos oxígeno) llega a otros órganos como el cerebro, lo que provoca somnolencia y cansancio.

Cerezas
5.

Cerezas

Estos ricos frutos rojos son una fuente natural de melatonina, también conocida como la hormona del sueño. Sus efectos al ingerirlas, aunque limitados, afectan a nuestros niveles de atención, pudiendo llegar a provocar somnolencia. La parte buena es que podemos aprovecharlo para disfrutar de un largo sueño reparador por la noche, pero por el día sería totalmente contraproducente.

Escribe un comentario... Respondiendo al comentario #1
0 comentarios
Por FechaMejor Valorados
Mostrar más comentarios