Las bebidas de verano que engordan (y las que no)
Cuidar la línea no solo pasa por evitar el pescaíto frito y el repertorio de tapas típicas que compone la carta de los chiringuitos. Las bebidas que consumimos en periodo estival pueden ser un útil remedio para refrescar el gaznate, pero también un cúmulo de calorías vacías.
El espectro de brebajes veraniegos comprende tanto aquellos que contienen más energía, como algunas de las soluciones hidratantes más efectivas y saludables.
Podemos hablar de beneficios y perjuicios de cada una de ellas, pero como una imagen vale más que mil palabras te ofrecemos la equivalencia entre lo que engordan estos recursos contra la canícula frente a un sólido alimento.
Una caña (200 ml) = un plátano (88 Kcal)
Un vaso de horchata (250 ml) = un trozo de bizcocho casero (135 Kcal)
Una copa de tinto de verano (250 ml) = una barra pequeña de pan (125 Kcal)
Una clara con limón (330 ml) = una pierna de cordero (135 Kcal)
Un batido de chocolate (250 ml) = un cruasán (210 Kcal)
Un rebujito (250 ml) = 100 gramos de jamón serrano (182 Kcal)
Un vaso de sangría (250 ml) = tres churros (172 Kcal)
Un vaso de té helado (250 ml) = dos higos secos (75 Kcal)
Un granizado (250 ml) = medio aguacate (150 Kcal)
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