A pesar del fuego, muchas bacterias se pueden transmitir por esa plancha. iStock

Las comidas que es mejor que no pidas en un restaurante

Cada año se producen en España más de 8.000 intoxicaciones alimentarias según el Centro Nacional de Epidemiología. Se supone que la cifra es mucho mayor, solo que los médicos de cabecera, en muchos casos, no se molestan en notificar estas infecciones a las autoridades, pues en los casos más leves sus síntomas son similares a los de una simple gastroenteritis (que es una infección leve, causada normalmente por un norovirus). La cifra total de afectados es relativamente pequeña. Según datos oficiales, cada año 1 de cada 5.875 personas sufrirá esta dolencia.

Si los casos se disparan durante la época estival, es debido al mayor consumo de alimentos en restaurantes. Esto se debe a que en casa somos capaces de controlar lo que comemos (salvo casos inevitables como contaminaciones de fábrica). En un restaurante, el poco cuidado y la avaricia pueden comprometer nuestra salud. Para evitar caer enfermo o que nos timen, lo mejor que podremos hacer es evitar los siguientes alimentos.

Las especialidades
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Las especialidades

Tienen un gran peligro. Suelen ser platos relativamente complejos y, a la vez, de los más pedidos en un restaurante. Esto provoca que los restauradores planeen unas grandes ventas y adelanten la producción tanto como les es posible. Por lo que esa hamburguesa maravillosa puede llevar hecha horas y horas. En la mayor parte de los casos, esto no debería suponer ningún tipo de problema, pero en determinadas ocasiones tanto 'reposo' de comida que todavía no se ha cocinado puede convertirse en un verdadero hervidero de bacterias, además de que su calidad disminuye con cada segundo que permanece 'esperando'.

Lechuga
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Lechuga

Que nosotros la utilicemos para añadirle 'sustancia' a una ensalada casera es de lo más normal del mundo. Pero este alimento tiene dos grandes puntos flacos. El primero es que su precio es mínimo en el supermercado, por lo que pagar más de 10 euros por un plato basado en la lechuga es, sin lugar a dudas, un timo. El segundo es que, por sanas que parezcan, las verduras de hoja están entre las mayores portadoras de la famosa bacteria Escherichia coli, que en 2011 causó 32 muertos en Alemania. Como explicó a Alimente la doctora Ana Allende, investigadora del CSIC y miembro del Panel Biohaz de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA por sus siglas en inglés), "siempre hay pequeños productores que no hacen bien las cosas. A la hora del corte, lavado y envasado, algunos no se aseguran de que no haya contaminaciones adicionales".

Cubos de snacks
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Cubos de snacks

A lo mejor decidimos que nos apetece ir a un restaurante americano y ya en la barra mientras esperamos nuestra mesa, hay un enorme cubo lleno de cacahuetes salados. Sin pensárnoslo dos veces metemos la mano y empezamos a disfrutarlo. El problema es que no es nuestra mano la única que ha estado ahí. Esto es especialmente preocupante en España, dado que según un estudio del Concilio Colaborativo de Suministro y Saneamiento de Agua (WSSCC por sus siglas en inglés) de los 12 países estudiados (entre los que se encontraba Suecia, Estados Unidos, India, Reino Unido y China), los españoles somos los que menos nos lavamos las manos. Esto favorece, entre otras cosas, la propagación de enfermedades al entrar en contacto nuestras extremidades con alimentos contaminados. Además, en algunos lugares no, pero en otros lo que sobra del aperitivo de panchitos se devuelve al 'cubo principal' para ser reutilizado, convirtiéndolo así en un cóctel de potenciales peligros.

Teppanyaki
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Teppanyaki

Es una de las experiencias gastronómicas más divertidas. Juntar comida asiática con un poco de 'circo' puede convertir la cena en toda una experiencia. El problema viene de la mano de la limpieza de una superficie tan inmensa y del poco cuidado del que en (algunos) restaurantes hacen gala. Se mezclan herramientas diseñadas para romper la cáscara de los huevos, remover la comida y limpiar la superficie de cocinado. Nosotros no cocinaríamos con un estropajo. Pues lo mismo. Además, el gran problema de cocinar frente a un grupo de clientes amplio es que los gérmenes que cada uno de ellos porta pueden acabar en la comida, gracias a un simple estornudo o a una diminuta gota de saliva despedida al hablar.

Fritos
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Fritos

Sí, todo lo frito está, siempre, más rico. No es ningún misterio. Más allá de lo sanos que puedan resultar (que no es demasiado), en algunos restaurantes el aceite se reutiliza hasta la náusea. Tal vez hayamos tenido la suerte de evitarlos, pero si en alguna ocasión nos hemos comido unas patatas fritas con un intensísimo sabor a pescado, seremos muy conscientes de ello. El problema del aceite reutilizado es que es más probable que partes de comida queden cocinadas y flotando en él, lo que aumenta las probabilidades de que contengan patógenos y que ese aceite en algún momento haya superado su punto de humeo. Esta es la temperatura a la que las moléculas se desnaturalizan (se parten), lo que provoca que los ácidos grasos buenos dejen de serlo, liberando compuestos con efectos negativos para la salud.

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