Las tapas pueden ser un peligro para quienes hacen dieta o intentan mantener la línea. iStock

Cuántas calorías ingieres con cada tapa que tomas en el bar

"En nuestros razonamientos acerca de las cuestiones de hecho se dan todos los grados imaginables de seguridad, desde la máxima certeza hasta la clase más baja de evidencia moral. Por tanto, un hombre sabio adecua su creencia a la evidencia". Esta frase del filósofo escocés David Hume recoge la esencia de poder del razonamiento humano, del más científico, el que ha avanzado a nuestra raza. Lo que no comprende esta cita es el poder que tenemos para ignorar a nuestro antojo, para negar la evidencia con el único objetivo de poder mantener nuestras creencias u obtener más placer. Este es el caso del picoteo.

Seamos claros, incluso cuando estamos a dieta, tendemos a pensar que, por salir con nuestros amigos a tomarnos un par de cañas y un pincho (en días muy especiales dos) no va a pasar nada. Su aporte calórico será ínfimo. Dentro de nosotros, muy en el fondo, sabemos que esto es una mentira que nos contamos para ser felices y hacer lo que nos apetece. Pero más felices seremos estando sanos y con nuestro peso ideal. Para ponerle cara al peligro, aquí están los detalles de la composición calórica de las 'pequeñas cosas'

Una caña de cerveza
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Una caña de cerveza

 

Son aproximadamente 20 cl, lo mismo que un botellín (o quinto). Aunque parezca algo completamente inofensivo, según la Base Española de Composición de Alimentos (BEDCA), 100 ml de cerveza suponen 43 kcal, por lo que una caña serán 86 kcal.

Plato de aceitunas
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Plato de aceitunas

 

Frutos repletos de aceite de oliva virgen extra (lo del extra depende directamente de la calidad de las aceitunas). El AOVE es muchas cosas: antioxidante, antiinflamatorio, bueno para nuestra salud cardiovascular..., pero también energético, y mucho. Las aceitunas no lo son menos: un pequeño plato de 100 gramos contiene 120 kcal.

Copa de vino
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Copa de vino

 

Sustituir por esta bebida la caña de cerveza puede ser peor opción de lo que parece. No es solo el alcohol de este tipo de bebidas lo que les aporta un alto nivel calórico, sino el azúcar. Y de esta sustancia el vino tiene mucha. 100 mililitros, algo menos de una copa, contienen 65 kcal. Una cantidad más que considerable.

Jamón
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Jamón

 

Aquí no hay excusa: a todos nos encanta y que sepamos no hay español vivo que haya sido capaz de decirle que no si se lo han ofrecido (con excepción de veganos y vegetarianos, que solo lo desean con toda su alma). Podremos pensar que, a fin de cuentas, es músculo de un animal y que, por tanto, estará lleno de proteínas, que son hipocalóricas. Pero la realidad es otra muy distinta: si tenemos la suerte (o en este caso la desgracia) de enfrentarnos a un buen jamón ibérico, este estará infiltrado con grasa, mucha grasa. El resultado son 335 kcal por cada 100 gramos, una cantidad más que considerable.

Un canapé de salchichón
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Un canapé de salchichón

 

Los embutidos, por regla general, están repletos de grasa y el salchichón es el que más lípidos contiene. El pan, además, contiene una gran cantidad de hidratos de carbono, capaces de aumentar tremendamente nuestro nivel de glucosa en sangre. Tan solo una rodaja de pan, con una loncha de embutido por encima suponen entre 112 y 145 kcal.

Patatas fritas
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Patatas fritas

 

Es obvio que no ayudan a adelgazar, pero tal vez pensemos que un par no tienen la menor relevancia. Además, es de lo más difícil de dejar, pues una vez hemos empezado y como quien no quiere la cosa, el cuenco estará cada vez más vacío hasta que nos descubramos a nosotros mismos rebañando los pequeños trozos que quedan en el fondo. Y esto será un problema, porque como muy bien expone la Base de Datos Española de Composición de Alimentos, realmente da igual cuántas tomemos, siguen siendo una bomba calórica. 100 gramos contienen, según BEDCA, 538 kcal. Una auténtica barbaridad.

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