La levadura roja de arroz, el suplemento de moda contra el colesterol
Reduce los niveles de esta sustancia, sí, pero los expertos advierten de los peligros de la autoprescripción: cada suplemento lleva una dosis diferente y algunos, incluso, pueden ocasionar problemas de salud
Revisión rutinaria con nuestro médico de cabecera. Análisis de sangre preventivo. Y ¡zas! Sorpresa: el LDL (colesterol malo) por las nubes. ¿Qué está pasando?
Sí, en España somos los abanderados de la dieta mediterránea… O lo éramos. Los cardiólogos han puesto el grito en el cielo. El colesterol se nos ha disparado en la última década. Según el Estudio de Nutrición y Riesgo Cardiovascular en España (ENRICA), más del 50% de los españoles tiene hipercolesterolemia o, lo que es lo mismo, niveles de colesterol total por encima de los 200 miligramos por decilitro de sangre. No obstante, y según un estudio demoscópico realizado por el Instituto Flora, a dos de cada tres españoles (67 %) no les preocupa el colesterol, el 52% desconoce su nivel y el 60% cree que es culpa del sobrepeso.
"El consumo de 10 mg al día contribuye a mantener concentraciones normales de colesterol en sangre"
Si usted pertenece a ese 33% al que le inquieta la hipercolesterolemia, seguramente ya esté familiarizado con términos como estatinas, esteroles vegetales o, en los últimos años, la levadura roja de arroz, popularizada en Europa a raíz de las alegaciones específicas de salud contempladas en el Reglamento (UE) No 432/2012.
Esta declaración de salud, avalada por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), afirma que "el consumo de 10 miligramos al día de monacolina K, procedentes de la fermentación de la levadura roja de arroz, contribuye al mantenimiento de concentraciones normales de colesterol en sangre".
Pero ¿qué es la levadura roja de arroz?
Como todas las levaduras, la 'Monascus purpureus' es un hongo unicelular que induce la fermentación de hidratos de carbono. En este caso, en el arroz, que adquiere un color púrpura característico. Su uso como condimento en la gastronomía asiática es milenario (en vinos de arroz como el 'huangjiu' chino o el 'sake' japonés, por ejemplo, pero también en el tofu rojo, salsas de pescado o verduras encurtidas) y está documentada su aplicación en la medicina tradicional china ya en la dinastía Tang, 800 años a. C.
"En la antigua farmacopea china publicada durante la dinastía Ming (1368 -1644), la levadura roja de arroz se propone como una ayuda para los problemas digestivos, problemas circulatorios y para la salud estomacal", comenta en su artículo 'La levadura roja de arroz en el tratamiento de la hipercolesterolemia' el profesor Jesús Román Martínez, presidente del comité científico de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA).
Estatina, la patente más deseada
Pero no es hasta la década de los setenta del siglo XX cuando el investigador japonés Akira Endo consigue sintetizar en un laboratorio la primera estatina para inhibir la síntesis del colesterol a partir de la levadura roja de arroz (en 1977, una joven japonesa de 18 años con antecedentes de hipercolesterolemia familiar se convirtió en el primer ser humano en ser tratado con este fármaco). Un año después, Endo logró aislar un análogo de su estatina con una eficacia ligeramente mayor a la que bautizó como monacolina K.
En realidad, la primera estatina para inhibir la síntesis del colesterol se logró a partir de la levadura roja de arroz
Pero para entonces, la carrera por la patente ya era una realidad. Una potente compañía farmacéutica norteamericana había invertido todos sus recursos en lograr emular esta hazaña y, tan solo tres meses antes, había logrado aislar de manera independiente la lovastatina a partir de otra modalidad de hongo (Aspergillus). Aunque la lovastatina resultó químicamente idéntica a la monacolina K, se alzó con la patente en EEUU y la aprobación de la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos) en 1987.
Un año después, la misma farmacéutica desarrolló un semisintético más potente derivado de lovastatina, la simvastatina, hoy uno de los fármacos más vendidos en todo el mundo (en España fue el tercer principio activo más facturado en 2015, con 25,9 millones de envases).
Monacolina K, relegado a suplemento alimenticio
En la década de 1980, se creó y patentó el primer suplemento alimenticio a base de levadura roja de arroz en China con el nombre de Xuezhikang. Aprobado por las autoridades de aquel país bajo la licencia de 'medicina china patentada', era disponible sin receta médica pero debía de pasar por ciertos controles de estandarización.
Cholestin probó suerte en EEUU años después. Y sonó la flauta. Este suplemento contenía de manera estandarizada un 2% de monacolina K. Las ventas se dispararon en un país amenazado por el colesterol y el sobrepeso (en 2012, el 42% de las mujeres y el 34% de los hombres estadounidenses presentaban cifras elevadas de colesterol) y que ya sufría algunos de los efectos secundarios de las estatinas. Como recuerda el presidente del comité científico de SEDCA, numerosos pacientes buscaban "terapias alternativas" que les ayudasen a manejar su hipercolesterolemia. Funcionaba y, además, era más barato.
Algunos estudios independientes comenzaban a avalar su capacidad para bajar el colesterol cuando la FDA dio la voz de alarma: los suplementos de levadura roja de arroz "pueden contener un medicamento no autorizado que podría ser perjudicial para la salud", advertía, en alusión a su contenido de monacolina K. Tras años de contenciosos en los tribunales, finalmente Cholestin fue prohibido en 2001. La levadura roja de arroz comenzó entonces su periplo en forma de suplemento nutricional, que no fármaco.
Falta de regulación
En la actualidad, se calcula que los estadounidenses gastan aproximadamente 20 millones de dólares al año en suplementos de levadura roja de arroz. En el mercado existe una treintena de estos suplementos no estandarizados. Ninguno es claro en cuanto a su posible contenido de monacolina K ni a su consiguiente efecto sobre el colesterol. Así eluden la prohibición de la FDA y, al mismo tiempo, dejan que el boca a boca de sus propiedades se extienda entre la población.
El problema de los suplementos es que su concentración varía mucho de unas marcas a otras y no sabes lo que estás tomando
Pero, en algunos casos, el remedio podría ser peor que la enfermedad: un estudio publicado hace un año en European Journal of Preventive Cardiology analizó el contenido de monacolina K en 28 marcas distintas. En dos de los suplementos no se encontró rastro de esta sustancia y, en los otros 26, la concentración varió en más de 60 veces. Los investigadores concluyeron que, siguiendo la ingesta recomendada por cada fabricante, la cantidad de monacolina K consumida al día por una persona puede oscilar entre 0,09 y 10,94 miligramos, según la marca.
"Son desviaciones muy grandes", aclara el doctor Carlos Macaya, presidente de la Fundación Española del Corazón (FEC). "Cuando nosotros recetamos a los enfermos lo hacemos por miligramos. Así que al no estar regulada la concentración no podemos prescribirlo", comenta.
En efecto. Una reciente revisión del Departamento de Salud Pública belga hace hincapié en la "clara necesidad de una mejor regulación de los suplementos de levadura roja de arroz". Para este organismo, el consumidor debería conocer la composición precisa de estos productos, las cantidades de sus componentes y su pureza, así como los posibles efectos secundarios.
Citrinina, un compañero indeseable
Como parte de la enigmática composición de la levadura roja de arroz, diversas investigaciones han encontrado, además, concentraciones elevadas de citrinina, una microtoxina que se produce en algunas cepas del hongo 'Monascus purpurea'.
El Reglamento 1881/2006 de la Unión Europea estableció un contenido máximo de este contaminante de dos miligramos por kilo en los suplementos para evitar la nefrotoxicidad. No obstante, una investigación independiente publicada por la European Food Safety Authority (EFSA) que analizó 92 muestras de levadura roja encontró niveles por encima en el 26% de los casos.
Aunque pensemos que es inocua, "su perfil de seguridad es similar al de las estatinas", asegura un equipo de expertos
En Europa, tan solo en Francia e Italia existen sistemas de vigilancia para asegurar la seguridad de los 'productos naturales para la salud'. Entre 2002 y 2015, un equipo multidisciplinar de expertos italianos evaluó 52 informes sobre posibles reacciones adversas en suplementos de levadura roja de arroz. Los efectos secundarios que se informaban tenían que ver con síntomas musculares, daño hepático y reacciones alérgicas, cutáneas y gastrointestinales. Los autores concluyeron que el perfil de seguridad de estos productos es "similar al de las estatinas".
"Las estatinas son el fármaco de primera elección para reducir el colesterol", explica el doctor Macaya. Sin embargo, se calcula que aproximadamente un 20% de los pacientes tratados con estos compuestos desarrollan mialgias y otros efectos adversos, por lo que, en muchas ocasiones, abandonan el tratamiento. Para el jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid y catedrático de esta especialidad en la Universidad Complutense, "cuando hay una mala tolerancia a las estatinas, parece razonable que la levadura roja de arroz se ofrezca como alternativa, pero siempre bajo supervisión médica y para casos en los que no exista una cardiopatía anterior", advierte: "Si se ha padecido ya del corazón, las estatinas son vitales".
Por su parte, el doctor Ángel Durántez apunta que "la levadura roja de arroz puede tener sentido como primera medida para bajar el colesterol y prevenir la enfermedad cardiovascular. Yo la prescribo, pero con sentido común y en el marco de otras actuaciones, como la pérdida de peso o el incremento de la actividad física. Si el paciente, al mismo tiempo que toma la levadura roja también cambia hábitos nutricionales y de ejercicio, es muy posible que se reduzcan sus factores de riesgo. Pero si veo en los controles que se me dispara, tendré que pasar a dosis bajas de estatinas".
El medicamento más consumido en España
Así lo entiende gran parte de la comunidad médica desde que, en 1994, 'The Lancet' publicó el famoso estudio 4S (Scandinavian Simvastatin Survival Study). Este ensayo aleatorio analizó el efecto de la simvastatina en 4.444 pacientes con angina de pecho o infarto de miocardio previo. Las conclusiones catapultaron a las estatinas al Olimpo de la farmacología. "No solo se constató que eran beneficiosas para reducir el colesterol LDL en sangre, sino que además se obtenía el beneficio consecuente de esa reducción: menos infartos, menos mortalidad", recalca el cardiólogo.
Hoy, este fármaco es uno de los más vendidos en todo el mundo. Según datos de la Agencia Española de Medicamentos (AEMPS), en España el consumo de estatinas aumentó un 522% durante el periodo 2000-2012. Y no ha decaído. El último Informe Anual del Sistema Nacional de Salud constata que en 2016 fueron los medicamentos con mayor consumo en importe facturado a través de recetas médicas. Ocupan la primera posición con 535,9 millones de euros y un 4,9% del gasto total en farmacia. De momento, no parecen tener rival.
Revisión rutinaria con nuestro médico de cabecera. Análisis de sangre preventivo. Y ¡zas! Sorpresa: el LDL (colesterol malo) por las nubes. ¿Qué está pasando?