Desayunar leche es bueno para la diabetes y para perder peso
Las enfermedades metabólicas están a la orden del día en el mundo más desarrollado. Lo que quizá no sepas es que contamos con un arma muy básica para ayudar a combatirlas: la leche
Si alguna vez te has planteado si beber leche en el desayuno es la mejor opción posible, la respuesta es sí. Cada nuevo estudio científico que se realiza al respecto así lo confirma. La leche nos proporciona la mayor parte del calcio que necesita a diario nuestro organismo (un tercio por cada vaso de 250 ml) y es una buena fuente de proteínas (fundamentalmente caseína) y de vitamina D, cuya deficiencia es cada vez más común en los adultos europeos. Además, ayuda a que nos mantengamos hidratados, ya que aproximadamente el 90% de la misma es agua.
Pero sus beneficios van más allá. Un equipo de científicos de dos universidades canadienses, la de Guelph y la de Toronto, acaba de confirmar que tomar leche en el desayuno reduce la glucosa en sangre durante el resto del día. Una gran noticia para todos aquellos que tienen diabetes tipo 2.
En España la diabetes afecta a casi seis millones de personas y de ellas el 90% padece la del tipo 2, que aparece cuando el cuerpo es incapaz de controlar de forma adecuada los niveles de azúcar en sangre o cuando no utiliza correctamente la hormona insulina. Los tratamientos más habituales para mantenerla a raya incluyen la dieta (siempre personalizada), el ejercicio físico y la aplicación de fármacos, fundamentalmente de insulina.
Un desayuno alto en proteínas de la leche es una buena estrategia contra las enfermedades metabólicas
El objetivo de este nuevo estudio, publicado en 'Journal of Dairy Science' era, según comenta H. Douglas Goff, uno de sus autores, “desarrollar estrategias dietéticas para la reducción del riesgo y el tratamiento de la obesidad y de la diabetes con el fin de ayudar a los consumidores a mejorar su salud personal”. No en vano, las enfermedades metabólicas están cada vez más presentes en todo el mundo, con la obesidad y la diabetes tipo 2 a la cabeza.
Para llegar a sus conclusiones los investigadores examinaron empíricamente los efectos del consumo de leche con cereales básicos en el desayuno en un test doble ciego, a través de mediciones de la glucosa en sangre. Los participantes, adultos jóvenes y sanos con un índice de masa corporal medio, consumieron 120 minutos después pizza a voluntad, e hicieron una nueva comida entre 140 y 200 minutos más tarde, con lo que además se midió su saciedad.
Si la leche es rica en proteínas, mejor
Los resultados determinaron que la ingesta de un desayuno con leche (especialmente la más rica en proteínas) reduce la concentración de glucosa en sangre no solo antes, sino también después de la comida. La caseína (principal proteína de la leche) tiene alto valor biológico, es rica en aminoácidos esenciales y 'trabaja' especialmente a favor de la salud muscular. Ayuda también a que la digestión sea más lenta, con lo que aumenta la sensación de plenitud y nos impide llegar a la siguiente comida hambrientos, lo que supone un dato fantástico para el control del peso.
Con estas conclusiones, H.D. Goff y su equipo han confirmado que un desayuno rico en carbohidratos y con una alta concentración de proteína puede ser una buena estrategia para atenuar los niveles de glucosa en sangre y mejorar los índices de saciedad incluso después de la segunda comida del día.
Buenas ideas de desayunos aptos para diabéticos
Además de la leche y los cereales (siempre con la mínima cantidad de azúcar posible), ¿qué añadir al desayuno para que sea completo y óptimo para diabéticos? Sin duda, fruta. Una manzana proporciona vitaminas y ayuda a regular la glucosa. También tiene cabida el pan integral con tomate fresco o los frutos secos, preferiblemente las nueces, pero estos en todo caso con moderación.
La American Diabetes Association te da una idea curiosa y sana que quizá no conocías: congela piezas pequeñas de fruta (o parte en trozos manzana, plátano o nectarinas y congela inmediatamente para que no pierdan sus propiedades). Por la mañana, sácalas del congelador e incorpóralas a tu vaso de leche para preparar un batido cien por cien natural. Añádelo a un bol con cereales integrales y ya tienes un desayuno sano y exprés.
Si alguna vez te has planteado si beber leche en el desayuno es la mejor opción posible, la respuesta es sí. Cada nuevo estudio científico que se realiza al respecto así lo confirma. La leche nos proporciona la mayor parte del calcio que necesita a diario nuestro organismo (un tercio por cada vaso de 250 ml) y es una buena fuente de proteínas (fundamentalmente caseína) y de vitamina D, cuya deficiencia es cada vez más común en los adultos europeos. Además, ayuda a que nos mantengamos hidratados, ya que aproximadamente el 90% de la misma es agua.
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