Cambiar hidratos por grasas acorta la vida, según un estudio de 'The Lancet'

Desde que la dieta ketogénica (que consiste en 'convencer' al cuerpo de que su fuente de energía no sean los hidratos de carbono sino las grasas) se puso de moda, hemos vivido una época de felicidad gastronómica. Sí, tenemos que prescindir de los espaguetis y la paella, pero podemos sustituirlo por todo el guacamole, aceite de oliva y panceta que nos dé la gana. No es mal cambio. Ahora, un nuevo estudio pone en entredicho las supuestas bondades de esta dieta.

Es cierto que no todos los trabajos científicos se pueden tomar en serio. Algunos están 'corruptos', con intereses industriales detrás. Otros tienen un presupuesto muy limitado y carecen de los medios necesarios (como contar con grupos de estudio amplios) que aseguren cierta fiabilidad. En este caso, el trabajo de los investigadores Scott D. Solomon, Sara B. Seidelmann, Brian Claggett, Susan Cheng y el resto de su equipo del Brigham and Women's Hospital de Boston (Estados Unidos) no es que cumpliese unos estándares correctos, sino que los superaba con creces. Su estudio siguió la dieta y los problemas de salud de 15.428 personas de entre 45-64 años durante más de 25 años; y los resultados no han dejado indiferente a nadie.

"Los seguidores de la dieta keto se agarran a cualquier argumento que defienda su tipo de alimentación"

Los investigadores descubrieron que aquellas personas que tomaban una dieta con una ingesta moderada de carbohidratos (entre el 50 y el 55% de las calorías diarias) tenían una esperanza de vida de 83 años, cuatro más que las personas que tomaban ingestas menores de este macronutriente. Y no acaba ahí la cosa; los que tenían ingestas aún mayores de carbohidratos (más del 70% de las calorías diarias) vivían hasta los 82, tres más. Además, los investigadores observaron que aquellos que reemplazaban los hidratos de carbono por proteínas y grasas de origen animal tenían un mayor riesgo de mortalidad.

La buena noticia, eso sí, para los que aprecian estas dietas es que los que sustituían los hidratos por grasas y proteínas de origen vegetal tenían un menor riesgo de mortalidad aunque muy similar a quienes seguían las dietas con un consumo medio de hidratos de carbono.

Los investigadores no se basaron únicamente en los datos de su propio estudio, sino que también incluyeron entre sus fuentes otros trabajos similares, realizados en los últimos años y que cumplían los más altos estándares de calidad (en total, sumaban más de 430.000 participantes). En esas otras investigaciones, se llegaba a la conclusión de que las dietas occidentales que restringen el consumo de hidratos de carbono tienden a sustituirlos con proteínas y grasas de origen animal que pueden provocar inflamación, envejecimiento celular y estrés oxidativo.

En declaraciones al 'Telegraph', la dietista del NHS (el servicio nacional de salud del Reino Unido) Catherine Collins comentaba que "no hay un área de la nutrición tan intensamente discutida en las redes sociales como lo que podríamos llamar 'hidratos contra grasas'. A pesar de que la evidencia sobre los beneficios que ofrece una dieta basada en los primeros es enorme, los seguidores de la dieta keto se agarran a cualquier argumento que defienda su tipo de alimentación, por pobre que esta sea. Así que no dudarán en estar en desacuerdo con los descubrimientos de este estudio".

Al final, va a resultar que un buen plato de espaguetis va a ser lo mejor para nuestra salud. ¡Al fin buenas noticias!