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Las castañas en el plato: recetas de otoño ricas y sabrosas
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Las castañas en el plato: recetas de otoño ricas y sabrosas

Son uno de los frutos más sabrosos que trae esta estación. Se pueden consumir crudas, pero también se utilizan como ingrediente para creaciones muy atractivas

Foto: Castañas. (iStock)
Castañas. (iStock)

La caída de las primeras hojas augura la llegada de una larga lista de ingredientes otoñales a nuestras alacenas, enriqueciéndolas y confiriéndoles una gran versatilidad gastronómica. Un buen ejemplo son las castañas.

Los amantes de estos frutos esperan con anhelo su llegada, pues su sabor evoca los gustos más naturales y tradicionales del recetario, regalan un festival de sensaciones a nuestro paladar y además les permiten deleitarse y recrearse con su gustillo dulce y crujiente textura. Y es que estas delicias otoñales gustan crudas, cocidas, en puré, guisadas... Pero asadas, calentitas y crepitantes, constituyen, admitámoslo, un placer prácticamente irrenunciable.

Cuantiosas bondades nutricionales

Asímismo, las castañas también nos agasajan con una suerte de beneficios nutricionales. No en vano, son ricas en carbohidratos complejos –36,5 gramos por cada 100 gramos–, en vitaminas del grupo B –especialmente implicadas en el rendimiento físico y cerebral–, en hierro –imprescindible para prevenir la aparición de anemia– y en potasio –un mineral muy interesante para evitar la retención de líquidos o para controlar la hipertensión–.

Sin embargo, la lista de beneficios nutricionales de estos frutos no termina en los citados. No en vano, aportan unas 210 kcal por cada 100 gramos, lo que los convierte en uno de los más hipocalóricos de cuantos integran la familia de los frutos secos. Con tales propiedades es sencillo deducir que son compañeras inestimables de las dietas hipocalóricas y, por tanto, excelentes aliadas del mantenimiento del peso corporal.

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Foto: iStock.

Además, la castaña, con su característico gusto dulzón e intenso y su textura contundente y crujiente, nos abre las puertas a un mundo de posibilidades culinarias. No en vano, permite crear un amplio y sabroso elenco de elaboraciones, que homenajean con un variopinto desfile de sabores a nuestro paladar. He aquí algunas ideas.

Pudin de castañas

De esta combinación de ingredientes nace un postre con una textura esponjosa, suave, fundente y con un delicado equilibrio entre matices dulces y amargos. Una delicia que aporta una sinfonía de sabores y que podemos degustar como postre o maridar con café e incluso con licor dulce.

Ingredientes

  • Medio kilo de castañas
  • 4 huevos
  • 50 gramos de mantequilla
  • 750 ml de leche
  • Esencia de vainilla
  • 80 gramos de azúcar

Elaboración. Comenzamos pelando y cociendo las castañas en agua durante diez minutos. Mientras, en una cazuela aparte, cocinamos la mantequilla, la leche, la esencia de vainilla y el azúcar durante una hora; siempre a fuego lento y removiendo constantemente. Transcurrido dicho tiempo, pasamos los ingredientes por la batidora hasta conseguir una crema fina y carente de grumos. Luego añadimos las yemas de los huevos y removemos.

Las castañas aportan unas 210 kcal por cada 100 g, lo que las convierte en uno de los frutos secos más hipocalóricos

Cuando los ingredientes estén bien integrados y ligados, es momento de incluir las claras previamente montadas a punto de nieve. Para terminar, vertemos la masa en un molde pintado de mantequilla y la horneamos al baño maría a 180 grados centígrados. Retiramos en el momento en que la masa muestre una textura cuajada, que tardará media hora aproximadamente.

Puré de castañas

Estamos ante una elaboración idónea para reconfortar el cuerpo y templar el paladar en los días más refrescantes del otoño. Además, tiene una textura potente y proporciona un gusto ligeramente dulce, en el que se adivinan algunos matices intensos. Estas características convierten a esta preparación en un conveniente acompañamiento de carnes de caza o en una excelente opción para degustar como primer plato de una comida o una cena.

Ingredientes

  • 500 gramos de castañas
  • 100 gramos de cebolla
  • 1 rama de apio
  • 100 gramos de mantequilla
  • Sal

Elaboración. En primer lugar, pelamos las castañas y las ponemos a cocer en agua durante unos veinte minutos aproximadamente. Mientras, elaboramos el caldo. Para ello, cocemos la rama de apio y la cebolla durante media hora. Cuando esté listo, incorporamos las castañas cocidas y la mantequilla. Finalmente, trituramos todos los ingredientes en la batidora hasta conseguir una crema ligera y homogénea. Si queremos obtener una textura más suave o aligerarla, tenemos la opción de agregarle un poco de nata.

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Foto: iStock.

Crema de castañas y café

Los apasionados de los sabores cafeteros encontrarán en esta receta un delicioso modo de deleitarse. No en vano, esta elaboración regala al gusto un suave equilibrio entre matices dulces y amargos.

Ingredientes

  • 1/2 litro de leche
  • 4 cucharas de café soluble
  • 1 rama de vainilla
  • 300 gramos de azúcar
  • 350 gramos de castañas
  • 8 yemas de huevo

Elaboración. En primer lugar, hervimos las castañas durante quince minutos aproximadamente. Mientras tanto, batimos en un bol las yemas de los huevos con un poco de leche fría hasta lograr la mezcla. A continuación, ponemos a cocer la leche junto con el azúcar y la vainilla durante veinte minutos. Cuando esté listo, incorporamos los huevos batidos, las castañas y el café, y dejamos cocer la mezcla a fuego lento hasta que adquiera una textura espesa. Finalmente, trituramos.

La caída de las primeras hojas augura la llegada de una larga lista de ingredientes otoñales a nuestras alacenas, enriqueciéndolas y confiriéndoles una gran versatilidad gastronómica. Un buen ejemplo son las castañas.

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