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Cremoso, azul, curado... Trucos para cortar bien cada tipo de queso
  1. Nutrición
Consejos para su presentación

Cremoso, azul, curado... Trucos para cortar bien cada tipo de queso

Descubre cómo debes cortar el queso en función de su dureza o consistencia. No solo quedará más apetecible: también podrás disfrutar más de sus matices y de su sabor

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De entre todos los productos frescos que podemos encontrar en nuestro supermercado, probablemente sea el queso el que lleva consigo una mayor carga de historia y de tradición. Cada región, incluso cada comarca, tiene el suyo propio. Y es que, más allá de sus propiedades nutricionales -ricos en calcio, vitaminas y proteínas de alto biológicos-, los quesos son cultura gastronómica.

Aumentar esa cultura y descubrir nuevos sabores y texturas es posible gracias a la extensa oferta que encontramos en el supermercado de El Corte Inglés. Allí, en la sección de charcutería, es fácil encontrar los quesos por regiones, tanto de España como del mundo: frescos y curados; de cabra, vaca u oveja; cremosos y duros; blancos y azules; en torta y en barra…

Para que les saques todo el partido, conviene que conozcas el modo de cortar los diferentes tipos

Gracias al consejo y a las sugerencias de sus expertos, podrás ir conociendo distintas variedades, formatos y denominaciones de origen. Pero, para que les saques todo el partido, conviene que conozcas el modo correcto de cortar las diferentes especialidades. Por una parte, nos ayudará a aprovechar todo el queso y a lograr una presentación más apetecible; por otra, un buen corte favorecerá que apreciemos sus diferentes matices.

La primera pregunta que te puede surgir si estás preparando una tabla de quesos es la de si debes presentarlos con su corteza. Como norma general, sí: ten en cuenta que las características de un queso -textura, dureza, sabor… - son muy diferentes en el centro que junto a la corteza. La idea es que cada comensal pueda disfrutar de la distinta intensidad de estas zonas.

A continuación te ofrecemos distintas sugerencias de corte para que disfrutes al máximo de los quesos:

Quesos blandos o cremosos (como el Brie o el Camembert). Son los que presentan una mayor dificultad de corte, debido a que a menudo se quedan pegados al cuchillo. Para evitarlo hay distintos trucos: puedes untar con aceite el cuchillo o pasar su hoja previamente por agua caliente y secarla bien después. También es muy útil el cuchillo de alambre (o lira para quesos), así como el cuchillo con hoja perforada. En cuanto al corte en sí, cuando son redondos y planos córtalos como si fueran una tarta, en porciones triangulares. En el caso de que sean quesos grandes, deberás partir después esas lonchas en dos.

placeholder El queso brie Montasalvi (dcha.) puedes maridarlo con un vino rosado Arbayún. El queso Afuega'l Pitu Borbolla (izq.) encaja con un vino tinto Artadi.
El queso brie Montasalvi (dcha.) puedes maridarlo con un vino rosado Arbayún. El queso Afuega'l Pitu Borbolla (izq.) encaja con un vino tinto Artadi.

Quesos cilíndricos (como el rulo de cabra). Este tipo de queso, que hace unos años apenas era conocido a nivel popular, es hoy ingrediente habitual de ensaladas y tostas. Para presentarlo, debes cortarlo en rodajitas no muy finas. Para ello, puedes usar un cuchillo afilado humedecido, e irlo mojando siempre en cada corte (del mismo modo que hace un sushiman con el pescado crudo). Si eres un auténtico fan, puedes probar con una tabla especial para cortar quesos con hilo.

Quesos para untar (como la Torta del Casar). Extraordinariamente valorados por los paladares más gourmet, es muy importante saber prepararlos para poder disfrutarlos en plenitud. Lo primero que se debe hacer es atemperar la torta; para ello, se saca de la nevera un día antes de su consumición (no uses jamás microondas: podría fundirse y perder sus matices). Después, se abre con un cuchillo por la parte superior, igual que si estuviéramos quitando una tapa. Se presenta así en la mesa, de forma que cada comensal puede ir cogiendo con su cuchillo una porción para untarlo en su pan favorito, o también podemos ‘dipear’: metes directamente el pico o la regañá en el interior, a modo de fondue. Si no te acabas la torta, le vuelves a poner su tapa y la conservas en la nevera.

Del parmesano no debes esperar un corte homogéneo. Pártelo en trocitos o haz virutas

Quesos duros (como el Manchego). Cuando hablamos de queso, la dureza no es un impedimento, sino una característica que nos indica que se le ha sometido a presión para que quede compacto. La edad del queso será la que le dote de mayor o menor consistencia. Una primera recomendación es cortarlo a temperatura ambiente: así evitarás que se descascarille o se cuartee. Puede sernos de mucha utilidad un cuchillo de doble mango: nos permite cortarlos con firmeza. La idea es partir primero la mitad, después una cuña y, a partir de ahí, ir haciendo triángulos iguales de unos cinco milímetros de grosor.

Quesos muy duros (como el Parmesano). Ingrediente esencial de muchos de los platos de la cocina del norte de Italia, el Parmigiano-Reggiano es un buen ejemplo de esos quesos viejos y maduros ideales para rallar o hacer lascas. No debes esperar jamás de ellos un corte homogéneo: en estas variedades, es el queso el que manda. Pártelo en trocitos irregulares o haz virutas para acompañar tu carpaccio. Y, por supuesto, rállalo para servirlo con tu pasta predilecta.

placeholder Este queso parmesano Ferrarini puedes maridarlo con un lambrusco Borgoleto.
Este queso parmesano Ferrarini puedes maridarlo con un lambrusco Borgoleto.

Quesos azules (como el Roquefort o el Cabrales). Son quesos semiduros y grasos que entrañan cierta dificultad en el corte, así que tampoco busques la regularidad en las porciones. A menudo se presentan en pequeños tacos, de forma que los comensales se sirvan ayudados por un cuchillo. Si deseas un corte limpio, puedes recurrir al cuchillo de alambre.

Y después de saber cómo cortarlo, ¿sabes cómo presetarlo? En esta receta de tabla de quesos te decismo cuál es la mejor combinación para sorprender a tus invitados y te recomendamos que los coloques de dentro hacia fuera, poniendo los más fuertes en medio y los más suaves en el exterior. Así, los más intensos no restará matices al resto.

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*El Confidencial te presenta La Frescocina, una sección en colaboración con el Supermercado de El Corte Inglés en la que podrás aprender a reconocer los mejores productos frescos de temporada, de proximidad y de la máxima calidad. Así como recetas saludables para poder llevar una dieta rica, nutritiva y llena de sabor.

De entre todos los productos frescos que podemos encontrar en nuestro supermercado, probablemente sea el queso el que lleva consigo una mayor carga de historia y de tradición. Cada región, incluso cada comarca, tiene el suyo propio. Y es que, más allá de sus propiedades nutricionales -ricos en calcio, vitaminas y proteínas de alto biológicos-, los quesos son cultura gastronómica.

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