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Seis tipos de lechugas para revolucionar tus platos más clásicos
  1. Nutrición
CON QUÉ ALIMENTOS COMBINAN MEJOR

Seis tipos de lechugas para revolucionar tus platos más clásicos

En plena 'revolución verde', las lechugas se reinventan. Descubre las diferentes variedades y el modo en que puedes prepararlas para alegrar y enriquecer todo tipo de platos

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¿Piensas que la lechuga es tan solo un recurso para hacer una ensalada rápida? Nada más lejos de la realidad. Ahora puedes escoger entre múltiples variedades que darán matices, vistosidad y sabor a tus menús saludables. Hoja de roble, Trocadero, Batavia, Romana… Las opciones van mucho más allá de la socorrida Iceberg. Y, además, son tendencia. Es un movimiento lógico en esta ‘revolución verde’ en la que lo natural y lo tradicional están cada vez más en auge: se rescatan variedades ancestrales y olvidadas, se busca el sabor auténtico.

Además, lechuga es un alimento muy indicado para cualquier tipo de dieta. Tal y como indica la Fundación Española de la Nutrición, aporta un bajo contenido energético por su escasa cantidad de hidratos de carbono, proteínas y grasas, así como su elevado contenido en agua.También es fuente de vitamina C y folatos, y posee pequeñas cantidades de fósforo potasio, hierro y calcio. Por cierto, posiblemente no sepas que las hojas de color verde intenso -por lo general las menos tiernas- suelen ser las más ricas en vitaminas y minerales.

La lechuga es fuente de vitamina C y folatos, y posee pequeñas cantidades de fósforo potasio, hierro y calcio

Estas propiedades nutricionales son comunes a las diferentes variedades de lechuga, por tanto, la elección de una variedad u otra dependerá más de tu gusto personal: sabor, amargor, textura... La clave está en ir conociéndolas y, para ello, la mejor opción es acudir a los supermercados de El Corte Inglés donde encontrarás esa gran variedad con la frescura que da el que una verdura esté recién recolectada. ¿Sabías que puedes comprar un tipo de lechuga viva? Crece en el agua, dura más tiempo porque te la llevas a casa con la raíz y conserva sus cualidades mucho mejor, es como tener el huerto en casa.

Si buscas más información sobre este tipo o consejos, siempre tendrás a mano a los expertos de su frutería, que te asesorarán en cuanto lo necesites. Apóyate en ellos para saber qué lechuga se adapta mejor al tipo de plato o ensalada que quieres preparar: de hojas duras o tiernas, de sabor más o menos intenso… Te contamos las principales variedades y cómo combinarlas.

Lechuga Trocadero

También conocida como lechuga francesa, tiene hojas tiernas, mantecosas y lisas de color verde intenso. Te llamará la atención en la frutería por su cogollo redondeado en forma de flor. Por su sutileza, le sientan bien los aderezos ligeros y los sabores lejanos: cualquier reminiscencia oriental o tropical -desde el mango a las pasas de Corinto- le irá de maravilla. También casa con frutos del mar: salmón, berberechos, gambas y con aliños de yogur y limón. Y puedes incorporarla a recetas más sofisticadas, como estas judías blancas templadas con vinagreta de mostaza.

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Lechuga romana

Es la lechuga española por excelencia. De hoja dura y sabor ligeramente amargo, especialmente el tronco, admite aliños potentes y, por supuesto, casa a la perfección con un buen aceite de oliva virgen extra. Su textura es magnífica para utilizarla en wok -acompañando a pollo, ternera o cerdo-, o para saltearla con unas semillas de sésamo. Es la que hemos elegido para esta ensalada César, pero ten en cuenta que una lechuga romana es excelente para hacer cremas.

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Lechuga romana.

Lechuga Batavia

Su forma de roseta, con hojas onduladas de color verde intenso que pardean en las puntas, la hace inconfundible. Para elegirla, opta siempre por las que formen cogollos redondeados y compactos de hojas algo rizadas. En cuanto a su sabor, es ligeramente ácido, lo que hace que combine muy bien con los sabores agridulces: frutos secos, pasas, quesos, orejones… Eso sí, recuerda que se oxida con facilidad. Puedes combinarla con esta deliciosa hamburguesa ibérica.

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Cogollitos

Por su tamaño y forma podrían parecer una versión reducida de la lechuga romana, pero las hojas son más tiernas y tienen un sabor más intenso. Para escoger los mejores, busca aquellos que sean más tiernos y apretados, de hojas fuertes, gruesas y muy rugosas, con el nervio central desarrollado. Y, por supuesto, recuerda que en España son famosísimos los cogollos de Tudela. Su marcado carácter hace que mariden muy bien con vinagretas fuertes y sabores intensos: pimientos, ventresca, anchoas… Como prueba, aquí tienes esta receta de cogollos con vinagreta de mango y anchoa.

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Escarola

Hay dos variedades: la rizada y la francesa, ambas de sabor picante y ligeramente amargo. Para escogerla, fíjate que tenga hojas frescas, firmes, tiernas y de buen color verde, especialmente las externas. La escarola es una variedad que tiene una gran personalidad, por eso marca el sabor de las ensaladas y contrasta con vinagretas fuertes. Puedes innovar acompañándola de frutas como la granada, aliños con miel, queso de cabra y alimentos dulces. Aunque es cierto que su textura crujiente la hace perfecta para ensaladas, también es un ingrediente excelente para elaborar salsas o purés. O esta vinagreta para acompañar una presa ibérica marinada.

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Hoja de roble

Es, probablemente, la más llamativa de todas las lechugas: sus hojas rizadas, onduladas, de tonalidades entre verde y morado nos llaman poderosamente la atención. Puede que te recuerde a otro tipo de lechuga llamada Lollo roso. Le acompaña, además, un sabor ligeramente dulzón, con una textura suave y crujiente. Combina muy bien con otras variedades y realza su carácter con vinagretas ligeras. No dejes de probarla con quesos frescos, frutos secos, escabeches… Para empezar, te proponemos esta original ensalada a la alsaciana.

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Cómo conservarlas

¿Quieres que la lechuga mantenga toda la frescura que cuando la compraste? Entonces no la almacenes junto a manzanas, peras o plátanos, pues los gases de estas frutas pueden hacer que se estropeen con más facilidad. No las limpies hasta que no la vayas a preparar. Desecha las hojas exteriores y lava el resto una a una. Es buena idea eliminar el agua sobrante con ayuda de una centrifugadora de verduras. Tampoco la cortes ni la aliñes hasta el momento de ir a servirlas: no solo porque se pueda deteriorar su vitamina C, sino porque perdería rápidamente su aspecto terso y su textura crujiente.

*El Confidencial, en colaboración con el Supermercado de El Corte Inglés, te presenta una serie de artículos con los que aprenderás a reconocer los mejores productos frescos de temporada, de proximidad y de la máxima calidad. También recetas saludables para poder llevar una dieta rica, nutritiva y llena de sabor.

¿Piensas que la lechuga es tan solo un recurso para hacer una ensalada rápida? Nada más lejos de la realidad. Ahora puedes escoger entre múltiples variedades que darán matices, vistosidad y sabor a tus menús saludables. Hoja de roble, Trocadero, Batavia, Romana… Las opciones van mucho más allá de la socorrida Iceberg. Y, además, son tendencia. Es un movimiento lógico en esta ‘revolución verde’ en la que lo natural y lo tradicional están cada vez más en auge: se rescatan variedades ancestrales y olvidadas, se busca el sabor auténtico.

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