La dieta de adelgazamiento del ejército estadounidense

Exceptuando a las escasas personas dotadas con una genética envidiable que les impide ganar ni un solo gramo de más, el resto de los mortales del hemisferio norte nos encontramos ante esta terrible situación: quedan 44 días para el inicio oficial del verano. Eso significa lucir tipo en la playa y conseguir que toda la ropa estival que tenemos nos quede adecuada (como mínimo) ahora que la recuperamos del fondo del armario. Sí, es la popular 'operación bikini' la que está aquí y, como todos los años, va a ser duro, largo y doloroso llevarla a cabo. Cada año buscamos motivación en artículos que narran la historia de auténticos heroes: "Amer Ismail perdió 90 kilos..."; o tal vez nos motivamos con una nueva 'dieta milagrosa' que, sin esfuerzo, promete hacernos perder toda nuestra grasa corporal en un par de semanas. Tal vez, la solución está en afrontar esto desde otro punto de vista: ¿qué dieta siguen en el ejército estadounidense?

"7 de cada 10 personas que quieren entrar en el ejército están demasiado gordas como para ser aceptadas"

Lo cierto es que al otro lado del charco tienen un gran problema con la obesidad. El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés) sitúa la prevalencia de la obesidad en el territorio del país norteamericano en el 39,9% de la población adulta, o lo que es lo mismo, 93,3 millones de personas. Esto representa un gran problema para el mayor ejército del mundo (según el Instituto Internacional para la Paz de Estocolmo -SIPRI por sus siglas en inglés-, EEUU gasta 35,65 veces más dinero al año que España, lo que se traduce en una tropa -incluyendo reservistas- de 6.472.445 militares, 10,6 veces más que los 607.790 militares españoles), pues encontrar reclutas que no estén gordos es un auténtico problema. Según Richard LaFountain, investigador de la Ohio State University, "7 de cada 10 personas que quieren entrar en el ejército de Estados Unidos están demasiado gordas como para ser aceptadas".

Por esto, el investigador Richard LaFountain y su equipo han realizado un estudio con estudiantes del campus ROTC de la Universidad de Ohio (un grupo de alumnos que llevan a cabo entrenamiento militar para, después de acabar la carrera, entrar como oficiales en el ejército). Su investigación fue muy simple: la mitad del grupo de estudio, del cual todos sufrían en mayor o menor medida sobrepeso, seguiría sus hábitos de alimentación normales (grupo de estudio) y los restantes, la famosa dieta keto.

Qué es la dieta keto

Aunque ya hemos hablado con anterioridad de ella en Alimente, conviene recordar que consiste en limitar hasta el extremo el consumo de hidratos de carbono a través de la dieta para que nuestro cuerpo obtenga su energía única y exclusivamente de la quema de grasas. Por supuesto, se trata de grasas 'buenas' para nosotros como las insaturadas.

El estudio

En su trabajo científico, los investigadores Jeff Volek, Richard A. LaFountain, Vincent J. Miller, Emily C. Barnhart, Parker N. Hyde y el resto de su equipo observaron que aquellos sujetos de estudio que seguían la dieta alta en hidratos de carbono (inalterada) no mostraban ningún tipo de cambio fisiológico o bioquímico en los tres meses que duró el experimento (como era previsible). En cambio, aquellos que siguieron la dieta keto adelgazaron, de media, 7,7 kilogramos cada uno. Además, no fue la pérdida muscular lo que provocó el adelgazamiento, sino que se debió a que eliminaron más de un 5% de su contenido de grasa corporal, incluyendo la visceral. Además, mejoraron un 48% en sus niveles de resistencia a la insulina, lo que es muy positivo tanto para el control como para la prevención de la diabetes.

La mejor parte

En ningún momento de los tres meses que duró el estudio se impusieron restricciones a la ingesta calórica. Los sujetos de estudio podían sentirse saciados en todo momento, pero no gracias a los hidratos de carbono. ¿Guacamole a cucharadas? Todo el que quieras.

El autor principal del estudio, Jeff Volek, explica sus resultados: "Hemos demostrado que un grupo de individuos con afiliación a un cuerpo militar puede seguir la dieta ketogéniga y perder peso con éxito, incluido el tejido adiposo visceral, que está muy asociado a enfermedades crónicas".