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El alficoz: el melón con sabor a pepino
  1. Nutrición
SE CULTIVA EN ALICANTE DESDE HACE SIGLOS

El alficoz: el melón con sabor a pepino

Es un melón que se cultiva desde tiempos inmemoriales en zonas como Alicante o Valencia. Sin embargo, lejos de ir a más su cultivo, se encuentra en franco declive. ¿Por qué?

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Si alguien es entusiasta del pepino, debe conocer también al alficoz. Fuera de la zona levantina, es prácticamente una rareza. De hecho, según el botánico Antonio José de Cavanilles (1745-1804), quien llegó a ejercer como director del Real Jardín Botánico de Madrid, su origen se sitúa en la localidad alicantina de Novelda, que parece que en aquellos tiempos alcanzó fama por el cultivo del alficoz. Según exponía este experto, en el siglo XVII se comercializaban en abundancia dada su alta producción y bajo coste pues "el fruto que se coge en una tahúlla vale hasta 50 pesos". Aunque actualmente ya no queda ni rastro en este municipo de aquel abundante cultivo y lo que predomina es la uva embolsada que degustamos con ocasión de la Nochevieja.

Esta hortaliza también es conocida como alficoz o cohombro y en valenciano alficòs e incluso pepino armenio. Además, hay quienes le sacan semejanzas con la serpiente y lo llaman vulgarmente melón o pepino serpiente. Ahora mismo, está a punto de comenzar su temporada, aunque vive sus horas más bajas pues pocos apuestan por su cultivo. Pero es cierto que todavía resisten vestigios en el campo de Elche, donde se cosechan unos 140.000 kilos anuales.

También los agricultores en la zona de Coín (Málaga), en Belalcázar (Córdoba) y Murcia se afanan en abastecer los mercados de un cada vez más escaso pepino armenio. Aunque lo llamemos pepino, en realidad el alficoz pertenece a la familia de los melones y, al igual que estos, al llegar el verano (de mayo a septiembre) comienza su temporada. Así, a pesar de que le rindamos tributo al pepino en nuestras ensaladas, deberíamos prestar más atención al alficoz pues presenta un sabor más suave e incluso puede llegar a gustarnos más.

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Por supuesto, en el gazpacho podemos reemplazar al pepino por el alficoz y aportar una nota diferente a la popular receta andaluza. Lo cierto es que tiene todas las papeletas para ganar en cualquier contienda en la que se bata con el pepino pues, además de un sabor suave, se digiere con mayor facilidad.

¿Cuál es su historia?

Parece difícil de creer, pero el alficoz en realidad, y desde un punto de vista botánico, es una variedad de melón (Cucumis melo), y no un verdadero pepino (Cucumis sativus). De hecho, el parentesco se vuelve bastante más obvio durante la maduración. En concreto, si lo dejamos madurar mucho, el centro se vuelve fibroso, se seca y adquiere un tono anaranjado, como sucede con los melones.

Es una planta muy antigua cultivada por primera vez en el siglo XIV al oeste de Asia, en Armenia concretamente

Es una planta muy antigua cultivada por primera vez en el siglo XIV al oeste de Asia, en Armenia concretamente. Por eso, también podéis buscarlo con el nombre de pepino armenio. Su cultivo también se extendió hacia el sur de Turquía, por el Mediterráneo oriental, e incluso llegó hasta Egipto.

¿Qué nos aporta el alficoz?

Dicho todo esto, no solo su sabor nos invita a buscarlo denodadamente entre los puestos del mercado o entre los ingredientes de la ensalada de algún restaurante en una zona levantina, pues también sus propiedades nutricionales son todo un reclamo. Así, nos proporciona ingentes cantidades de vitamina C, pequeños aportes de vitamina B, además de minerales como calcio, potasio, magnesio, hierro, fósforo y zinc, aunque en pequeñas cantidades. No hay que perder de vista sus semillas, las cuales son ricas en aceites vegetales.

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En Disfruta & Verdura, una tienda de verdura ecológica, nos hacen la siguiente propuesta gastronómica con el alficoz. En concreto, una ensalada con salsa de yogur para que nos adentremos en su sabor.

Ingredientes:

  • 500 gramos de alficoz
  • Aceite de oliva virgen extra
  • 2 o 3 nísperos (también el melocotón o el melón maridan estupendamente)

Aliño:

  • 1 yogur natural
  • Zumo de medio limón (2 cucharadas aproximadamente)
  • 1 cucharada de cilantro fresco picado o perejil
  • 1 cucharada de albahaca picada
  • Sal y pimienta negra al gusto

Preparación:

En primer lugar, conviene que mezclemos todos los ingredientes del aliño y reservemos. Guardamos un poco de cilantro y albahaca con el objetivo de decorar posteriormente el plato. Pelamos y cortamos en rodajas tanto el alficoz, como los nísperos. Finalmente, mezclamos el alficoz y los nísperos y le agregamos la sal. Lo colocamos todo en un cuenco, lo servimos decorado con el cilantro y la albahaca, además de aderezado con un chorrito de aceite de oliva virgen extra. Debemos consumirlo al momento.

El alficoz también resulta estupendo para preparar encurtidos o en salmuera. Lo cierto es que está lleno de posiblidades y resulta perfecto para sobrellevar las altas temperaturas que tenemos en ciernes.

Si alguien es entusiasta del pepino, debe conocer también al alficoz. Fuera de la zona levantina, es prácticamente una rareza. De hecho, según el botánico Antonio José de Cavanilles (1745-1804), quien llegó a ejercer como director del Real Jardín Botánico de Madrid, su origen se sitúa en la localidad alicantina de Novelda, que parece que en aquellos tiempos alcanzó fama por el cultivo del alficoz. Según exponía este experto, en el siglo XVII se comercializaban en abundancia dada su alta producción y bajo coste pues "el fruto que se coge en una tahúlla vale hasta 50 pesos". Aunque actualmente ya no queda ni rastro en este municipo de aquel abundante cultivo y lo que predomina es la uva embolsada que degustamos con ocasión de la Nochevieja.

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