Descubren que la dieta paleo pone en peligro nuestro corazón

De entre todas las formas de comer que se nos han ocurrido, una de las más curiosas es la adopción de la 'dieta paleolítica'. Esta tendencia alimentaria se basa en la idea de que el ser humano no ha tenido tiempo en los últimos 10.000 años de adaptarse al consumo de ciertos alimentos y que, por tanto, no deberíamos comerlos puesto que nuestro organismo no puede procesarlos. La lista de comidas prohibidas no es especialmente corta: ningún tipo de grano (su recolección masiva fue culpa de la invención de la agricultura y no estamos preparados para eso), legumbres, lácteos, sal, azúcar refinada, aceites, alimentos procesados, patatas, vino y cerveza. Ahora, según un nuevo estudio, los fieles seguidores de este estilo de vida, en vez de mejorar su salud, la están empeorando y mucho.

"La dieta paleo tiene efectos adversos en términos de salud cardiaca"

El trabajo científico, realizado por los investigadores Angela Genoni, Claus T. Chistophersen, Johnny Lo, Megan Cohlan, Mary C. Boyce, Anthony R. Bird, Phillippa Lyons-Wall y Amanda Devine, de la Edith Cowan University y de la Curtin University, en Australia, explica que en los sujetos de estudio que siguen la dieta de cáncer, uno de los principales marcadores bioquímicos de fallo cardiaco está muy elevado.

Para llevar a cabo la investigación, los científicos compararon a 44 sujetos de estudio que seguían a rajatabla la dieta paleolítica con 47 que llevaban una alimentación australiana tradicional. A continuación, una vez identificados los sujetos de estudio, los investigadores midieron la presencia en sangre de una molécula llamada N-óxido de trimetilamina (TMAO por sus siglas en inglés).

Esta sustancia es conocida porque en el año 2013 el doctor Stanley L. Hazen y el resto de su equipo del Lerner Research Institute, de la Cleveland Clinic en Estados Unidos, publicaron un estudio en el que se explicaba que los altos niveles de TMAO se asociaban claramente a un mayor riesgo de sufrir eventos cardiovasculares.

Los resultados

Para sorpresa de los científicos australianos, los seguidores de la dieta paleo, que según sus propias creencias deberían tener una salud mejor, en realidad tenían unos niveles de N-óxido de trimetilamina mucho mayores que los que llevaban una alimentación normal. "Muchos seguidores de este régimen mantienen que es beneficioso para la salud de nuestra microbiota, pero esta investigación sugiere que, en lo que se refiere a la producción de TMAO, la dieta paleo tiene efectos adversos en términos de salud cardiaca", explica la doctora Angela Genoni, la autora principal del estudio.

Y continúa: "Además descubrimos que la población de bacterias beneficiosas en el microbioma de los seguidores de la dieta paleo era mucho menor, algo que se asocia al consumo reducido de carbohidratos, lo que puede tener otros efectos negativos para la salud".

Según creen los investigadores, la razón de la mala microbiota de este grupo de población es la falta de granos integrales, los cuales son ricos en fibra y almidones, dos de los alimentos fundamentales para mantener sanas a nuestras bacterias intestinales. "La dieta paleo excluye todos los granos, incluidos los integrales, ricos en moléculas fermentables. Son vitales para la salud de nuestro aparato digestivo". Explica la doctora Genoni. Y esa no es la única desventaja de esta dieta: "Es muy rica en carnes rojas, que proporcionan las moléculas precursoras de la TMAO. Además, sus seguidores consumen el doble de los niveles recomendados de grasas saturadas, lo que también es preocupante", apostilla.