Las bacterias de nuestra microbiota que ayudan a adelgazar
Que nuestros microorganismos intestinales estén en orden es algo completamente fundamental para nuestra salud, pero ahora se ha descubierto que también para el control de nuestro peso
Antes de plantearnos llevar a cabo una pérdida de peso, todo parece muy claro y simple: nuestro cuerpo consume X calorías cada día y nosotros ingerimos Z en el mismo periodo de tiempo. Siempre y cuando Z sea menor que X, perderemos peso. En esencia, esta afirmación es correcta, pero no tiene en cuenta la infinidad de mecanismos que tienen lugar en nuestro interior. El metabolismo (el conjunto de procesos químicos que lleva a cabo nuestro organismo) es el factor determinante a la hora de decidir la cantidad de calorías que quemamos. No depende solo del ejercicio. Es por esto que hay personas que, aunque coman muchísimo, se mantienen delgadas y hay otras que no.
También es lo que hace que se popularicen diversas dietas y tendencias alimentarias diseñadas para la pérdida de peso, basadas en pretextos unas veces reales y otras no tanto. Es por esto que, mientras la ciencia avanza en busca de una verdad absoluta (y la cura de la obesidad), nosotros tenemos que hacer lo que veamos que mejor nos funciona.
"Hemos encontrado la bacteria con 'efecto adelgazador'. Podemos ver si existe un potencial terapéutico"
La parte buena es que un grupo de científicos de la Universidad de Utah en Estados Unidos han publicado un estudio en el que identifican un grupo de bacterias, dentro de nuestra microbiota, encargadas de hacernos adelgazar. Se trata de la familia clostridia (de la que también forman parte organismos patógenos como la responsable del botulismo), que viven en paz en nuestro microbioma junto con los otros 39 billones de microorganismos con los que mantenemos una relación de simbiosis.
Los investigadores han descubierto gracias a su trabajo experimental en ratones, que los roedores que no tenían un sistema inmune funcional perdían este tipo de microbios con la edad y que, incluso aquellos que comían adecuadamente, se volvían inevitablemente obesos. El gran descubrimiento es que, cuando volvían a introducir esas bacterias en su sistema, los ratones volvían a estar delgados y, lo más importante, se quedaban así.
"Ahora que hemos encontrado la bacteria responsable de este 'efecto adelgazador', tenemos el potencial de entender de verdad qué están haciendo los organismos y si existe un potencial terapéutico detrás de todo esto", explica June Round, una de las coautoras del estudio y profesora de Patología en la Universidad de Utah.
Los investigadores descubrieron que una de las sustancias que produce la clostridia en el interior de nuestro intestino previene la absorción de grasas por parte de la pared intestinal. Es por esto que el siguiente paso será aislar esas moléculas producidas por la bacteria y determinar cómo funcionan y si podrían ser utilizadas para futuros trabajos contra la obesidad. Como explica otra de las coautoras del estudio, Charisse Petersen: "Estas bacterias han evolucionado para vivir en nuestro interior y beneficiarse de nosotros. Tenemos mucho que aprender de ellas.
Las cifras españolas
Cualquier avance en la lucha contra la obesidad puede beneficiarnos enormemente. Según un estudio del Institut Hospital del Mar d'Investigacions Mèdiques (IMIM) se calcula que en el año 2030 habrá en España 27 millones de personas con obesidad o sobrepeso. El 80% de los hombres y el 55% de las mujeres sufrirán esta enfermedad.
A día de hoy, según los cálculos del estudio mencionado, en España hay 24 millones de personas con exceso de peso o, lo que es lo mismo, un 70% de la población total.
Y el sobrepeso no es bueno para absoutamente nada, pero sí nos pone en riesgo de sufrir una amplia lista de enfermedades. Evitarlas, ya sea con nuestra fuerza de voluntad o con la ayuda de terceros (aunque estos sean microorganismos intestinales), solo puede jugar a nuestro favor.
Antes de plantearnos llevar a cabo una pérdida de peso, todo parece muy claro y simple: nuestro cuerpo consume X calorías cada día y nosotros ingerimos Z en el mismo periodo de tiempo. Siempre y cuando Z sea menor que X, perderemos peso. En esencia, esta afirmación es correcta, pero no tiene en cuenta la infinidad de mecanismos que tienen lugar en nuestro interior. El metabolismo (el conjunto de procesos químicos que lleva a cabo nuestro organismo) es el factor determinante a la hora de decidir la cantidad de calorías que quemamos. No depende solo del ejercicio. Es por esto que hay personas que, aunque coman muchísimo, se mantienen delgadas y hay otras que no.
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