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Quesos veganos, no siempre son tan saludables como piensas
  1. Nutrición
EVITA LOS ELABORADOS CON ACEITE DE COCO

Quesos veganos, no siempre son tan saludables como piensas

Ser vegano no implica renunciar a este alimento. Sin embargo, no todos son iguales y algunos, además, pueden resultar una mala elección. Te contamos más acerca de esta tendencia.

Foto: Foto: iStock.
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El veganismo se ha impuesto con fuerza, pero lejos de hacernos renunciar a los yogures y a los quesos, e incluso a las propias hamburguesas (aunque ahora no viene al caso), resulta que podemos hartarnos a ellos. Lo cierto es que la despierta industria se ha devanado los sesos para ofrecer alternativas sabrosas a los quesos a esta creciente población de consumidores. De esta manera, los veganos se evitarán sentir nostalgia de sus tiempos de consumo de leche de origen animal pues se habrán topado con un producto muy semejante en sabor al original, aunque todo dependerá de la pieza que nos llevemos a casa.

Sin embargo, aquí también conviene vigilar con mil ojos los ingredientes pues, como explica Miriam Martínez Biarge, médico pediatra colegiada en Madrid, en la bitácora Mi Pediatra Vegetariano, a veces nos encontramos con productos de una ínfima calidad que son el paraíso de los saborizantes y aromas artificiales: “Los ingredientes principales con que están hechos estos productos son: agua, aceite de coco, a veces una pequeña cantidad de almidón y una mezcla variable de colorantes, saborizantes y aromas”.

Por lo tanto, el hecho de que sea un queso vegano no significa que sea 100% saludable. Todo ello nos obliga a clavar los codos antes de lanzarnos a la compra de un producto que puede ser más perjudicial para nuestra salud de lo que creíamos. Pero vayamos por partes.

¿Qué son los quesos veganos?

Se conoce por queso vegano a los que se elaboran sin leche de origen animal. Para su elaboración precisamos una materia prima susceptible de ser fermentada. Así, por ejemplo, se puede emplear un fruto seco, soja o el aceite de coco. A esto se le añaden probióticos que ayudan a su fermentación. Luego se añaden aromas o especias que le otorgan diferentes gustos y texturas.

En el mercado, actualmente, existen tres grandes tipos de queso:

  • El primero es el tofu que, para muchos, es el queso de los veganos por excelencia. No en vano, se trata de soja fermentada. Además, nos proporciona un alto nivel de proteínas. Sin duda, una buena elección.
  • El segundo grupo de quesos son los quesos a base de grasa de coco y almidón (generalmente de patata).
  • Y como tercer gran tipo de queso, encontramos los elaborados con frutos secos. Se emplean mucho los anacardos y las almendras.

Es respecto al segundo donde surgen la mayor parte de las controversias: “El aceite de coco no es una excepción y ha mostrado en diversos estudios tener los mismos efectos negativos sobre el nivel de colesterol en sangre y sobre la elasticidad de las arterias que la grasa saturada de la mantequilla, la carne o el queso animal”, afirman en Mi Pediatra Vegetariano.

Para la elaboración, se pueden emplear frutos secos, soja o aceite de coco a los que añaden probióticos

No en vano, conviene recordar que Karin Michels, directora del Instituto para la Prevención y Epidemiología de Tumores de la Universidad de Friburgo y profesora de Harvard, ha llegado a tachar el aceite de coco de "puro veneno". Según afirma esta experta, se compone de un 80% de grasas saturadas. ¿Y eso es mucho? Pues sí, ya que hablamos de más del doble de la cantidad que contiene la manteca de cerdo. Toda una arma de destrucción masiva para la salud cardiovascular.

La recomendación es que se puede comer de vez en cuando, pero no convertirlo en un producto habitual de nuestra dieta. "Una vez al mes como mucho y con motivo de una celebración o de una ocasión especial, como haríamos con cualquier otra cosa poco saludable como una tarta de nata y chocolate. Si nos apetece daros un día el gusto para una pizza u otro plato especial, que sea eso, una ocasión especial, y siendo conscientes de lo que de verdad es. Pero no lo incluyas en la alimentación diaria de tu familia. No lo compres y tengas en la nevera “como si fuera queso” y no lo uses en bocadillos, gratinados o cualquier otro plato. Básicamente no lo consideres un alimento", remata categórica la pediatra Martínez Biarge en su web.

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Foto: iStock.

Actualmente una de las mejores opciones en cuanto a quesos veganos la encontramos en aquellos que están elaborados a partir de frutos secos, pues presentan proteínas, grasas de buena calidad, minerales y vitaminas y, además, sin un extra de aditivos y componentes poco saludables. Por supuesto, resultan deliciosos. Dicho todo esto, vamos a detallar una de estas recetas:

Queso de anacardos

Ingredientes:

  • 100 gramos de anacardos (que previamente han debido estar a remojo la noche anterior)
  • 1 cucharada de aceite de oliva
  • 2 cucharadas de leche vegetal
  • 1 cucharada de ajo en polvo
  • Zumo de medido limón
  • 2 cucharadas de levadura de cerveza o nutricional
  • 1 pequeña cucharada de sal
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Foto: iStock.

  • 1 pequeña cucharada de pimienta molida
  • 1pequeña cucharada de cúrcuma
  • 1 cucharadita de agar agar en polvo
  • 125 ml de agua

Preparación:

Primeramente empezamos escurriendo el agua de los anacardos y triturándolos. A continuación, batimos la leche vegetal mezclándola con el aceite. Después incorporamos los anacardos junto con todos los condimentos (excluyendo el agar agar y el agua). Lo batimos todo hasta que obtengamos una crema suave. Turno para el agar agar. Hierve esta alga durante cinco minutos hasta que se disuelva y lo viertes en la mezcla. Lo colocas todo en un molde y lo dejas enfriar hasta que solidifique.

También es posible emplear otras hierbas o especias e incluso prescindir del agar agar. En ese caso, el queso presentará una textura ideal para untar. Por supuesto, puedes sustituir los anacardos por otros frutos secos.

El veganismo se ha impuesto con fuerza, pero lejos de hacernos renunciar a los yogures y a los quesos, e incluso a las propias hamburguesas (aunque ahora no viene al caso), resulta que podemos hartarnos a ellos. Lo cierto es que la despierta industria se ha devanado los sesos para ofrecer alternativas sabrosas a los quesos a esta creciente población de consumidores. De esta manera, los veganos se evitarán sentir nostalgia de sus tiempos de consumo de leche de origen animal pues se habrán topado con un producto muy semejante en sabor al original, aunque todo dependerá de la pieza que nos llevemos a casa.

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