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¿Comiendo mucha grasa en Navidad? Tienes menos testosterona
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más rico, menos macho

¿Comiendo mucha grasa en Navidad? Tienes menos testosterona

Estas fiestas son la excusa perfecta para que nos hinchemos de lípidos. Están deliciosos, pero también pueden provocar descensos anormales en determinadas hormonas, entre ellas la que define nuestra masculinidad

Foto: Foto: Unsplash/@nxvision.
Foto: Unsplash/@nxvision.

Ha pasado la Navidad, pero no las navidades. Todavía nos quedan muchos pavos asados, rotís, platos de jamón, botellas de vino y polvorones que comer. Eso, sin contar el obligatorio roscón de Reyes, que llegará en una semana más o menos. Admitámoslo, estamos al principio de la inmensa comilona continua que son las navidades. Esto, aparte de ganar algún kilo de más, supone un consumo considerable de determinados micronutrientes, sobre todo grasas. Esto no tiene mayor relevancia, salvo si somos hombres que quieren seguir siendo fértiles.

Eso es lo que mantienen los investigadores de la Universidad del Sur de Australia Karma L. Pearce y Kelton Tremellen. En su estudio, los científicos han descubierto que el consumo de grasas, incluso aquellas que consideramos buenas como las monosaturadas presentes en nuestro querido aceite de oliva virgen extra, pueden, en un periodo de tiempo mínimo como son 5 horas, tener un impacto negativo en la producción de testosterona por parte de los hombres, mientras que el consumo de proteínas puede tener el efecto opuesto.

"Es la cantidad y no la calidad de las grasas que consumimos la que provoca la reducción de los niveles de testosterona"

Esto es de especial importancia para aquellos que estén en proceso de intentar tener hijos, dado que la producción de esta hormona masculina es directamente responsable de la fertilidad del individuo. A nivel mundial, según apuntan los investigadores, la infertilidad afecta a un 15% de las parejas. De hecho, según la Organización Mundial de la Salud, en los países en vías de desarrollo este número asciende hasta el 25%. Aunque las causas son múltiples, la responsabilidad es de los problemas de salud del varón en un 20-30% de los casos.

Según la investigadora principal, la doctora Karma Pearce, "los resultados preliminares ofrecen nuevos puntos de vista acerca de los efectos 'rápidos' (menos de 5 horas) sobre la salud que tienen grasas hasta ahora relacionadas con dietas saludables como la mediterránea". Sí, lo sabemos, toda declaración que ponga en entredicho la clasificada como 'la dieta más sana del mundo', la nuestra, es prácticamente una herejía.

placeholder Foto: Unsplash/@davidclode.
Foto: Unsplash/@davidclode.

Y continúa: "Hemos asumido que las grasas buenas y las malas actúan como sus nombres las describen, pero lo que es sorprendente es que no era el tipo lo que importaba, sino la cantidad, pues era esta la que marcaba la reducción de los niveles de testosterona".

Por supuesto, los investigadores no son estúpidos y saben que algo que este estudio no tuvo en cuenta existe: que todos los nutrientes, incluidas las grasas, interactúan unos con otros en una comida completa. De todos modos, avisan de que en un estudio anterior mostraron que las dietas occidentales provocan una reducción de un 25% de los niveles de testosterona en sangre una hora después de las comidas, y que esos bajos se mantienen hasta 4 horas después.

La parte buena

Al igual que hay alimentos que reducen los niveles de esta hormona, los investigadores también descubrieron que hay otros que los aumentan: "Observamos que consumir albúmina (la proteína de la clara de los huevos) aumentaba los niveles de testosterona y que si se tomaba junto con las grasas, reducía los efectos inhibidores de estas", explica la investigadora Karma Pearce.

Y continúa: "Es importantísimo ser conscientes de que estamos dando los primeros pasos en el estudio de este fenómeno y que es necesario llevar a cabo mucha más investigación, sobre todo en la interacción de estos nutrientes con dietas completas a largo plazo. Durante el periodo navideño, para los hombres infértiles y para aquellos que tienen niveles disminuidos de testosterona, reducir el consumo de grasas y añadir albúmina a la dieta puede provocar mejoras en los niveles de esta hormona, al menos a corto plazo", explica la doctora Karma Pearce.

Ha pasado la Navidad, pero no las navidades. Todavía nos quedan muchos pavos asados, rotís, platos de jamón, botellas de vino y polvorones que comer. Eso, sin contar el obligatorio roscón de Reyes, que llegará en una semana más o menos. Admitámoslo, estamos al principio de la inmensa comilona continua que son las navidades. Esto, aparte de ganar algún kilo de más, supone un consumo considerable de determinados micronutrientes, sobre todo grasas. Esto no tiene mayor relevancia, salvo si somos hombres que quieren seguir siendo fértiles.

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