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El potencial del cacao natural para tiempos de confinamiento
  1. Nutrición
¿Un lujo necesario?

El potencial del cacao natural para tiempos de confinamiento

No solo es la innegable capacidad de este alimento para hacernos sentir mejor, sino que, además, se trata del producto que mayor cantidad de antioxidantes tiene por gramo. Por si eso fuera poco, también es un buen prebiótico

Foto: Foto: Unsplash/@brondia.
Foto: Unsplash/@brondia.

No son tiempos fáciles para ninguno de nosotros. Vale que el Gobierno le acabe de dar a los más pequeños un alivio al poder salir con los adultos a la calle, pero la mayor parte de nosotros seguimos, tanto por obligación como por conciencia, encerrados en nuestros domicilios para posibilitar que el Covid-19 afecte a la menor cantidad posible de ciudadanos. El mantenimiento del distanciamiento social es (como estamos viendo) fundamental para aplanar la curva de contagios y no saturar así el sistema sanitario, permitiendo una mejor atención a todos los pacientes de coronavirus. Pero eso no quita que nuestra moral esté aguantando unos golpes diarios que se hacen más difíciles de soportar día a día. Es aquí donde el chocolate entra en acción, en concreto en su forma más pura: el cacao.

Se trata de un alimento que muchos expertos creen que ayuda a sentirse mejor. El cacao es un producto con muchos beneficios para nuestra salud, gracias a su alto contenido en un tipo de antioxidantes llamados flavonoides. Por tanto, podemos incluir el cacao en el marco de una dieta equilibrada (si lo emparejamos con otras actividades pertenecientes a un estilo de vida saludable).

“Los flavonoides ayudan a proteger al organismo frente a los radicales libres, culpables del envejecimiento"

Si durante los tiempos de cuarentena decidimos añadir este alimento a nuestra dieta, lo primero que tendremos que tener en cuenta es que, a pesar de la enorme cantidad de sustancias beneficiosas que atesora, también es una de las comidas con mayor contenido graso. Para que nos hagamos una idea, según la base de datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), el cacao contiene, por cada 100 g, 13 de grasas, lo que se traduce en 228 kcal. Tengamos en cuenta que esto se refiere al no azucarado. Si le añadimos este condimento, la cifra se dispara a valores incluso superiores. Además, por regla general, es ligeramente complicado encontrar cacao natural de verdad, porque la mayor parte del que está a nuestra disposición ha pasado por un proceso químico llamado alcalinización.

Es recomendable el empleo de cacao natural antes que el alcalinizado, ya que es el que conserva todas sus propiedades y aporta mayores beneficios al organismo puesto que, a diferencia del otro, no ha sido sometido a procesos químicos. De color marrón claro, es amargo y hace grumos cuando se mezcla con cualquier líquido.

“El cacao que ha pasado por un proceso químico de alcalinización reduce de forma significativa su contenido en polifenoles”, explica la Dra. Maria Izquierdo, catedrática de Nutrición y Bromatología de la Universidad de Barcelona. A mayor alcalinización, mayor es la pérdida de polifenoles: según distintos estudios, en una alcalinización moderada se destruyen hasta el 78% de estos compuestos.

Diferenciarlos parece una tarea complicada, aunque existen algunos trucos que pueden sernos de gran utilidad: el marrón oscuro es alcalinizado, el claro y amargo es el natural de verdad. Es ese el que debemos buscar a toda costa si queremos aprovechar sus propiedades.

¿Por qué cacao?

La respuesta es muy sencilla: se trata del alimento con mayor cantidad de flavonoides por gramo que existe. “Ayudan a proteger al organismo frente a los radicales libres, considerados los responsables del proceso de envejecimiento y de la aparición de algunas enfermedades”, apunta la Dra. Maria Izquierdo.

Numerosos estudios científicos han demostrado los beneficios del cacao a nivel cardiovascular. Entre otros, se sabe que tomar cacao natural de forma regular ayuda a prevenir la hipertensión arterial. Según estas investigaciones clínicas, tomar diariamente 200 mg de flavonoides del cacao natural contribuye a mantener una adecuada función endotelial, el tejido que recubre la zona interna de los vasos sanguíneos. Esta cantidad equivale aproximadamente a introducir 6 gramos de cacao natural en la alimentación diaria.

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Foto: Unsplash/@jasmine_waheed.

El cacao natural también podría mejorar la concentración y la memoria, especialmente aquellas funciones ejecutivas de nuestro cerebro. Pero eso no es todo: a nivel gastrointestinal, estudios recientes han evidenciado que el cacao natural ejerce una acción prebiótica beneficiosa para la microbiota intestinal. El consumo de cacao natural podría contribuir a aumentar la proporción de bacterias buenas respecto a las nocivas en la microbiota intestinal. Es decir, los polifenoles del cacao actuarían de forma positiva con las bacterias de nuestro intestino.

Foto: Foto: iStock.

Como hemos discutido con anterioridad en Alimente, el mantenimiento de una flora intestinal sana (el conjunto de bacterias provechosas que habitan en nuestro tracto digestivo) es fundamental para nuestra salud dado que se encargan de realizar procesos químicos vitales para nosotros que, por desgracia, no podemos llevar a cabo por nuestros propios medios. Uno de los más importantes es la degradación y eliminación de la bilirrubina (subproducto de la destrucción por parte de nuestro hígado de los glóbulos rojos demasiado 'viejos' como para poder seguir cumpliendo con su trabajo de transportar oxígeno a las células).

Es por esto que, si no quedamos convencidos de las ventajas que ofrece a nuestra salud el cacao debido a su alto contenido de moléculas antioxidantes, sí que podemos estar seguros de que su función en nuestro intestino para tener una correcta relación de simbiosis con la microbiota es fundamental. Dicho de otro modo: debemos empezar a tomar cacao natural sí o sí.

No son tiempos fáciles para ninguno de nosotros. Vale que el Gobierno le acabe de dar a los más pequeños un alivio al poder salir con los adultos a la calle, pero la mayor parte de nosotros seguimos, tanto por obligación como por conciencia, encerrados en nuestros domicilios para posibilitar que el Covid-19 afecte a la menor cantidad posible de ciudadanos. El mantenimiento del distanciamiento social es (como estamos viendo) fundamental para aplanar la curva de contagios y no saturar así el sistema sanitario, permitiendo una mejor atención a todos los pacientes de coronavirus. Pero eso no quita que nuestra moral esté aguantando unos golpes diarios que se hacen más difíciles de soportar día a día. Es aquí donde el chocolate entra en acción, en concreto en su forma más pura: el cacao.

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