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Levadura nutricional, la mitad de su peso son puras proteínas
  1. Nutrición
los anglosajones la llaman 'nooch'

Levadura nutricional, la mitad de su peso son puras proteínas

Procede del cultivo de la remolacha azucarera o la melaza de caña. Además, es sumamente rica en vitaminas del grupo B, pero tiene un sinfín de propiedades nutricionales más

Foto: Imprescindible para elaborar muchos platos. (iStock)
Imprescindible para elaborar muchos platos. (iStock)

Es innegable que, con el paso del tiempo, estamos más comprometidos con nuestra alimentación. Sin ir más lejos, cada vez hay más superalimentos con gran patrimonio nutricional en el mercado que prometen ayudar a mejorar nuestra salud, algunos de los cuales ya son sumamente familiares para el consumidor como la chía, el kale, la espirulina o la maca, entre otros muchos. A priori, da la impresión de que ya los conocemos todos y que, por tanto, tenemos la clave para enriquecer nuestra dieta y gozar de salud. Nada más lejos de la realidad, pues entre los lineales del supermercado siempre podemos toparnos con sorpresas.

Un ejemplo de ello es la levadura nutricional, también conocida en el mundo anglosajón, donde es muy habitual, como 'nooch'. Para quien todavía no lo sepa, se extrae de la fermentación de la melaza de la caña de azúcar y la remolacha, la cual se pasteuriza, se seca y se comercializa en copos, gránulos o polvo. Por tanto, no es un producto artificial derivado de ningún proceso industrial, sino totalmente natural y, además, con beneficios insospechados.

Levadura nutricional vs. levadura de cerveza

Aunque el nombre pueda llevarnos a engaño, la levadura nutricional es un producto diferente a la levadura de cerveza. Aunque contienen el mismo hongo, el Saccharomyces cerevisiae, lo cierto es que su origen es totalmente distinto. Por un lado, la levadura de cerveza es un subproducto derivado del proceso de elaboración de la bebida con la que comparte nombre, la cual está activa, es decir, se fermenta para dar lugar a diferentes productos como el pan o la cerveza. Por su parte, la versión nutricional procede, tal y como hemos adelantado al comienzo del artículo, del cultivo de la remolacha azucarera o de la melaza de caña. Además, está inactiva, por lo que no es útil para la elaboración de fermentados como el pan.

El sabor es otro de los elementos que diferencian a ambos tipos de levadura. La de cerveza proporciona un gusto más amargo y ligeramente picante, mientras que la nutricional regala un sabor umami con matices salados que recuerda bastante al queso y las nueces. De ahí que se haya convertido en uno de los productos estrella de las dietas veganas y vegetarianas, donde suele utilizarse como sustituto de dicho lácteo o para enriquecer diversas elaboraciones. Sin embargo, sus propiedades van mucho más allá.

Lo que nos aporta

  • Constituye una excelente fuente de proteínas completas, con 53,33 gramos por cada 100 de producto, es decir, más de la mitad de su peso. Además, atesora todos los aminoácidos esenciales. Estas propiedades hacen que sea un complemento alimenticio de primer orden para deportistas, veganos, vegetarianos o cualquier persona que desee seguir una dieta saludable.
  • Asimismo, incluye un gran aporte de vitaminas del grupo B que son esenciales para el correcto funcionamiento del organismo, por cuanto ayudan a la formación de los glóbulos rojos, la transformación de los alimentos en energía, el fortalecimiento del sistema inmunológico o el cuidado de la salud mental, entre otras funciones. Sin embargo, carece de vitamina B12, un macronutriente que contribuye a la salud neuronal y previene la anemia megaloblástica, la cual provoca debilidad y cansancio. Por lo tanto, es un nutriente básico, máxime para quienes siguen una dieta vegana o vegetariana. La razón estriba en que dicha vitamina está presente principalmente en los alimentos de origen animal, por lo que deben obtenerla por otros medios. No obstante, muchos fabricantes optan por agregarla al final del proceso de elaboración, de ahí la importancia de revisar la leyenda nutricional del producto.

De la remolacha azucarera o de la melaza de caña, no sirve para hacer productos fermentados

  • Por lo que respecta a su contribución de minerales, la levadura nutricional regala un total de catorce, siendo especialmente significativos el cromo, el cobre, el hierro, el calcio, el selenio y el zinc. En contraposición, tiene cantidades escuetas de sodio, lo que la convierte en una excelente opción para quienes tienen problemas de hipertensión o quieren prevenir las enfermedades cardiovasculares.
  • También carece de gluten, por lo que los celiacos o las personas sensibles a esta proteína pueden disfrutarla sin problemas.
  • Es baja en grasas y rica en fibra, que la convierten en un poderoso ingrediente saciante y, por tanto, en una aliada de las dietas de pérdida de peso.
  • Asimismo, atesora trehalosa, beta-glucano, manano y glutatión, sustancias coadyuvantes del óptimo funcionamiento del sistema inmunológico. Por su parte, el glutatión es una proteína con un gran poder antioxidante que, además, actúa previniendo el colesterol y favoreciendo la desintoxicación hepática. El resto de las sustancias ayudan a regular el nivel de colesterol en sangre, así como las oscilaciones de glucosa.

En la cocina

Tal y como hemos mencionado, la levadura nutricional tiene un sabor salado que recuerda al queso, en particular al parmesano, lo que la dota de una gran polivalencia en la cocina. Así, se puede usar para saborizar toda clase de platos, ya sea rallada o en polvo; pero también como espesante de aderezos, guisos y salsas. También funciona a la perfección como ingrediente estrella de batidos, zumos, smoothies, sopas, purés, lasañas o pastas. Mezclada con vegetales, especialmente las zanahorias, los guisantes o las coles, intensifica su gusto y les confiere otros matices. En los platos veganos suele sustituir al queso, de hecho también se gratina, aportando un interesante abanico de sensaciones al paladar. Incluso hay quien la usa para hacer palomitas, un snack sorprendentemente delicioso.

Es innegable que, con el paso del tiempo, estamos más comprometidos con nuestra alimentación. Sin ir más lejos, cada vez hay más superalimentos con gran patrimonio nutricional en el mercado que prometen ayudar a mejorar nuestra salud, algunos de los cuales ya son sumamente familiares para el consumidor como la chía, el kale, la espirulina o la maca, entre otros muchos. A priori, da la impresión de que ya los conocemos todos y que, por tanto, tenemos la clave para enriquecer nuestra dieta y gozar de salud. Nada más lejos de la realidad, pues entre los lineales del supermercado siempre podemos toparnos con sorpresas.

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