El mayor defensor del aceite de oliva español es un médico inglés
Tenemos muy claro que el AOVE es uno de los productos más sanos que podemos consumir. Ahora es reconocido mundialmente y no solo gracias a nosotros, sino a diversos amantes extranjeros, como el doctor Simon Poole
Nos enorgullecemos mucho de lo nuestro, de nuestros productos, de nuestra comida, de nuestra gastronomía. Pero tal vez por un mal marketing internacional por nuestra parte, o tal vez por el uso de malas artes por parte de la competencia, nos hemos visto obligados a ver auténticos insultos internacionales como vender nuestro aceite de oliva al por mayor a Italia y que estos lo embotellasen y lo vendiesen como suyo. Manda narices. Pero bueno, todo lo malo parece que llega a su fin. En los últimos años, España ha empezado a exportar masivamente su aceite de oliva como lo que es: español. Y se nos reconoce (al menos nuestro AOVE), cada vez más, a lo largo y ancho del mundo.
El trabajo de volver a ponernos en el mapa ha sido un esfuerzo titánico de varias generaciones, lo que hace más curioso todavía que algunas de las voces que más han hecho por nosotros sean extranjeras. Este es el caso del doctor Simon B. Poole, un médico de Cambridge que se ha hecho, en los últimos años, con el título de paladín del AOVE y de la dieta mediterránea. El doctor Poole fue uno de los conferenciantes de la World Olive Oil Exhibition que se celebró recientemente en Ifema. "Debido a mi profesión, la mayor parte del tiempo trato de curar a gente que está enferma", explica con una voz muy pacífica, al igual que su aspecto, como si se tratase de la persona más saludable del mundo. Curar a los enfermos lo hacen prácticamente todos los médicos del planeta, pero el doctor Poole sigue una aproximación algo diferente: "Me interesa la salud pública, así que empecé a aconsejar a mis pacientes seguir la mejor dieta del mundo, la mediterránea". Y esto, aunque suene a afirmación arriesgada, en realidad no lo es: "Esto está totalmente probado científicamente", afirma. Además, desde su perspectiva es fácil ver sus efectos: "Los pacientes que empiezan a seguirla vuelven a la consulta con presiones arteriales más bajas, menores niveles de colesterol en sangre, están más en forma y también más delgados".
"Sabe Dios qué va a pasar con la dieta mediterránea después del Brexit"
Pero por qué es ahora cuando se está popularizando. La pregunta que inevitablemente surge es: ¿si sabíamos que era buena 25 años atrás, por qué es ahora cuando se empieza a popularizar y a considerarla 'obligatoria'? El doctor Poole da las razones: "Hemos tardado mucho en darnos cuenta de que decir 'la grasa es mala para ti' era una afirmación errónea. La dieta baja en grasas no es saludable, lo que hay que hacer es sustituir las malas por buenas, como las del AOVE". Pero esa no es la única razón. Se ha investigado muchísimo acerca de los beneficios de esta dieta, pero hubo un claro punto de inflexión: "El estudio Predimed, publicado en 2013 y hecho aquí, en España, aportó evidencias fortísimas. Fue un trabajo enorme, aleatorio y con varios grupos de control, que probó de manera científica los beneficios de esta dieta, cosa casi imposible de hacer en el entorno de la nutrición". Esto hizo que una gran multitud de médicos y especialistas de la salud se dieran cuenta de que los supuestos beneficios de la dieta mediterránea tenían datos científicos que los respaldaban, como una incidencia de infartos un 30% menor. Pero no acaba solo ahí: "Desde entonces, también se han investigado mucho (y descubierto) los beneficios de los polifenoles y sus efectos antioxidantes y antiinflamatorios del AOVE", insiste el experto.
Por qué gusta
Eso es muy fácil de responder. Imaginémonos a las 11 de la mañana de un sábado en la terraza de un bar, con un plato delante con una buena tostada de pan, cubierta por tomate machacado, aceite de oliva virgen extra y unas buenas lonchas de jamón ibérico. Eso es la dieta mediterránea. "Es maravillosa. A todo el mundo le encanta. Hasta ahora, cuando le decíamos a la gente que siguiese una dieta era un esfuerzo, un sacrificio. Con la mediterránea, eso no pasa", afirma el doctor Poole.
Todo se debe a que no es solo una dieta. Elocuentemente, el doctor Poole nos cuenta que "la palabra dieta proviene del griego 'díaita', que significa literalmente 'manera de vivir'". No es solo un régimen o un conjunto de alimentos que ingerir día sí y día también, sino un estilo de vida, saludable además de delicioso.
Los problemas (en las islas)
Pero ahora el doctor Simon Poole y todos los seguidores de la dieta mediterránea británicos a los que él mismo ha convencido se enfrentan a no poder seguirla más: "Dios sabe qué va a pasar con el Brexit". El doctor se refiere a que en el Reino Unido, si no tienen acceso a alguno de los vegetales propios de las costas del sur de España, lo pueden sustituir con otros que sí se producen allí, además de cosechar ellos sus propios cereales integrales. El problema lo tienen con el aceite de oliva que "tiene que ser importado de España". Además, añade, la población británica tiene que darse cuenta de que tener una pequeña botellita de AOVE para ocasiones especiales no es la solución: "Nadie compra garrafas de varios litros, lo que sería bueno para ellos y también para bajar los precios del aceite de oliva".
El futuro del AOVE
Es, sin lugar a dudas, uno de los alimentos que más sometidos al microscopio están. No es extraño encontrar, cada día, un nuevo estudio que relacione el aceite de oliva (o la dieta mediterránea) con algún otro efecto positivo para la salud. En el entorno científico actual, el doctor Poole asegura que "se están investigando tres áreas muy concretas en este momento. La primera es los efectos antioxidantes y antiinflamatorios de los polifenoles (un grupo de sustancias químicas presentes en el aceite de oliva)". Esto es de gran relevancia pues no son solo los ácidos grasos omega 6 y 3 (sustancias que también están presentes en otros aceites vegetales como el de colza), sino también sustancias beneficiosas exclusivas de nuestro 'oro líquido'.
El segundo campo de investigación es "cómo interactúa el AOVE con la microbiota", señala el experto. No es un misterio que gran parte de los descubrimientos médicos que se han llevado a cabo en los últimos cinco años han sido en el terreno de la flora intestinal y de sus efectos en la salud. Su relación con el aceite de oliva parece ser más que positivo, según los últimos estudios.
Por último, el doctor parece especialmente excitado por los resultados de las investigaciones en el último campo: el de la epigenética. Todos tenemos un ADN completamente determinado, pero determinados factores ambientales como el clima pueden alterar cómo funcionan los genes. La epigenética es la ciencia que estudia los mecanismos que regulan la expresión de los genes de un individuo. "Se está estudiando mucho qué interruptores codificados de nuestro ADN se activan o desactivan debido a la influencia del AOVE y de la dieta mediterránea", informa el doctor Simon Poole.
Sea como sea, nosotros podemos estar tranquilos. Aunque nos dijesen que la dieta mediterránea es un poco peor de lo que creíamos, nos seguiría encantando. Imaginémonos cuánto más nos gustaría si nos dijesen que es mejor.
Nos enorgullecemos mucho de lo nuestro, de nuestros productos, de nuestra comida, de nuestra gastronomía. Pero tal vez por un mal marketing internacional por nuestra parte, o tal vez por el uso de malas artes por parte de la competencia, nos hemos visto obligados a ver auténticos insultos internacionales como vender nuestro aceite de oliva al por mayor a Italia y que estos lo embotellasen y lo vendiesen como suyo. Manda narices. Pero bueno, todo lo malo parece que llega a su fin. En los últimos años, España ha empezado a exportar masivamente su aceite de oliva como lo que es: español. Y se nos reconoce (al menos nuestro AOVE), cada vez más, a lo largo y ancho del mundo.
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