Menú
Melocotón, albaricoque y nectarina: ¿un debate a tres bandas de la misma fruta?
  1. Nutrición
producto de temporada

Melocotón, albaricoque y nectarina: ¿un debate a tres bandas de la misma fruta?

Su aparición en las fruterías anuncia la llegada del verano. Vienen para quedarse, al menos, tres meses, y aunque comparten apariencia, cada uno tiene sus peculiaridades. ¿Son primos? ¿Hermanos? Alimente analiza sus fortalezas y efectos en la salud

Foto: Melocotones, nectarinas y albaricoques. (A. Gómez)
Melocotones, nectarinas y albaricoques. (A. Gómez)

El verano está aquí, ya ha tomado el relevo a la primavera. Este año, los clásicos melocotones, albaricoques y nectarinas han sufrido los efectos de una primavera agitada en lo meteorológico, pero poco a poco se abren paso en las fruterías.

Lo cierto es que el melocotón y la nectarina comienzan a recolectarse en mayo, y aunque también había ya albaricoques, merece la pena haber esperado a julio, cuando alcanzan su mejor punto de maduración.

El melocotón es el hermano mayor de la nectarina, que ha perdido el gen de la pelusa, y el albaricoque es el primo pequeño de estos

Para muchos, tanto da uno que otro porque, a fin de cuentas, los consideran diferentes versiones de la misma fruta. No hay que negarles que, en cierta forma, algo de razón tienen, pero las diferencias existen. La primera salta a la vista: el melocotón es el hermano (o el primo) mayor, por su tamaño (gordo y redondo) y por ser uno de los grandes cultivos frutales del mundo. El informe Fruta de Hueso. Campaña 2021 recoge un acusado descenso de la producción (la más baja en 10 años), y aun así se cosecharon más de 1.641.751 toneladas y un significativo aumento de las exportaciones.

Cosas de familia

Es verdad que los tres pertenecen a la misma familia de las rosáceas, pero el melocotón y la nectarina son hermanos y el albaricoque es el primo pequeño. Se ha extendido la creencia de que la nectarina es un injerto de melocotón y ciruela, una idea equivocada porque la nectarina realmente es la hermana ‘alopécica’ del melocotón, una característica que surge por una mutación en el gen de la pelusa.

placeholder Foto: Unsplash/@migmal.
Foto: Unsplash/@migmal.

Los dos tienen un contenido alto en vitamina B3 (niacina) y flavonoides, que favorecen el control de los lípidos en la sangre, y ambos, junto con el albaricoque, han demostrado in vitro su capacidad para mejorar la aterosclerosis y prevenir el cáncer.

Los tres tienen un importante contenido en fibra dietética, por ello son buenos para combatir el estreñimiento y mantener la salud intestinal. Aunque las diferencias son muy ajustadas, la nectarina gana con 2,2 gramos de fibra, seguida del albaricoque (2,1 gramos) y el melocotón, que solo tiene 1,4 gramos. El albaricoque seco (orejón) concentra todos los nutrientes y tiene un efecto laxante, y su elevado contenido en betacarotenos (vitamina A) -26 microgramos, el doble que sus parientes- proteje de las consecuencias intestinales del estrés oxidativo. Además, comer albaricoques todos los días alivia el reflujo ácido gastroesofágico.

Escudos para el cáncer

El melocotón y la nectarina son buenos para mantener la piel bien hidratada, y algunos estudios han encontrado que protegen de la radiación ultravioleta, una propiedad particularmente interesante durante estos meses. Por tanto, estas frutas se convierten en una especie de protector solar comestible.

Además, son ricas en polifenoles, particularmente el melocotón, unos compuestos a los que se les atribuye efectos anticancerosos. Un estudio de la Universidad de Texas encontró que los polifenoles del melocotón protegen de las metástasis del cáncer de mama, eso sí, hay que comer entre dos y tres piezas de esta fruta al día para obtener ese beneficio.

placeholder Foto: Unsplash/@mayurgala.
Foto: Unsplash/@mayurgala.

Otros beneficios que reportan los nutrientes del melocotón y la nectarina incluyen potenciar el sistema inmune, el control de la glucosa asociado a la obesidad y, en fumadores, favorecen la eliminación de la nicotina a través de la orina.

Los albaricoques van al rebufo de sus primos mayores en capacidades beneficiosas, pero les adelanta en salud ocular, por su riqueza en vitaminas A y E, luteína y zexantina.

Tampoco hay que dejar a un lado sus 293 mg de potasio en 100 gramos de fruta, lo que les convierte en estupendos aliados de la tensión arterial, como demostró un metaanálisis publicado en el 'British Medical Journal', que encontró que 180 mg de potasio (contenidos en dos albaricoques) controlan la tensión arterial y reducen un 24% el riesgo cardiovascular.

A todas estas ventajas se suma la no menos importante versatilidad a la hora de comerlos: en forma de fruta fresca, mermeladas, en yogur, tartas, guisos de carne, etc.

Y ¿el resultado del debate? Como siempre: todos ganan.

El verano está aquí, ya ha tomado el relevo a la primavera. Este año, los clásicos melocotones, albaricoques y nectarinas han sufrido los efectos de una primavera agitada en lo meteorológico, pero poco a poco se abren paso en las fruterías.

Alimentos
El redactor recomienda