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Oncosaludable: las claves que te ayudan a 'esquivar' el cáncer con la dieta
  1. Nutrición
DÍA INTERNACIONAL CONTRA EL CÁNCER DE MAMA

Oncosaludable: las claves que te ayudan a 'esquivar' el cáncer con la dieta

En el Día Internacional contra el Cáncer de Mama, los expertos ponen sobre la mesa la alimentación a seguir para protegerse de esta enfermedad oncológica que va en aumento

Foto: Foto: Unsplash/@ang10ze.
Foto: Unsplash/@ang10ze.

La ciencia puso su mirada hace décadas en la dieta como motor para la prevención del cáncer. Es el caso, por ejemplo, de la Budwig, desarrollada en la década de 1950 por la investigadora alemana Johanna, que la bautizó con su apellido. Su objetivo era mejorar la función celular para reducir el crecimiento y la diseminación de las células cancerosas.

La SEOM declara que los casos de cáncer de mama aumentan: casi un 1% respecto al 2019


El plan implica comer varias porciones de requesón y aceite de linaza por día, junto con otros alimentos como frutas y verduras. Mientras tanto, elimina los azúcares agregados, los cereales refinados, las carnes procesadas y otros alimentos igualmente procesados. Pero los expertos advierten a la población de que no se deje guiar por dietas no respaldadas científicamente, como la mencionada anteriormente, un hecho que cobra especialmente relevancia hoy.

¿Por qué? Celebramos el Día Internacional contra el Cáncer de Mama y debemos valorar dos aspectos fundamentales: que la enfermedad oncológica no tiene fronteras (es un problema de salud pública que no distingue entre edades o sexo) y que en la alimentación (la realmente constatada) tenemos una herramienta potente para hacerle frente.

Pero antes es imporante recordar, como aclara a Alimente Fernando Carrasco, codirector de Nutrygente, destaca respecto a dietas como la Budwing: "En primer lugar, cabe recordar que una dieta puede ser parte del mismo, pero nunca constituirá un tratamiento en solitario contra un cáncer, y menos sin evidencia científica que la respalde como es este caso. Patrones como eliminar carnes procesadas y azúcares añadidos, así como aumentar el consumo de frutas y verduras pueden tener cierto efecto protector frente a dicha enfermedad, pero es el personal sanitario pertinente el que debe pautar un tratamiento adecuado y nunca el paciente por su cuenta".

E insiste: "Asegurar que este tipo de dietas “cura el cáncer” es totalmente irresponsable y puede llevar a gran parte de la población a creer un mensaje que para nada es cierto".

Casos en aumento

La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) establece que el número de nuevos casos de cáncer diagnosticados en España en el año 2020 alcanzará los 277.394, cifra muy similar a la de 2019, con 277.234 de casos. Sin embargo, cabe destacar el continuo aumento de nuevos casos en mujeres, de casi un 1% respecto a 2019, frente al descenso de la incidencia en hombres de más de medio punto, según el informe 'Las cifras del cáncer en España 2020', editado por la mencionada entidad con datos de la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN), Global Cancer Observatory (CGO), Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), del Instituto Nacional de Estadística (INE) y de GLOBOCAN-2018.

La gran investigación

Prueba de que la nutrición forma parte de los pilares básicos de la prevención del cáncer (junto con no fumar, beber, hacer ejercicio) es el EPIC, un estudio prospectivo multicéntrico coordinado por la Agencia Internacional de Investigación del Cancer (IARC) de la OMS, que se inició en 1993 con la recogida de datos y muestras de sangre en 23 centros de 10 países europeos: Alemania, Dinamarca, España, Francia, Grecia, Holanda, Italia, Noruega, Reino Unido y Suecia.

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Foto: Unsplash/@nci.

En España se realiza en 5 áreas geográficas: Asturias, Granada, Guipúzcoa, Murcia y Navarra. Se incluyeron en la cohorte 519.978 individuos (de los cuales 366.521 son mujeres) y en 385.719 de ellos se dispone de muestras de sangre por análisis de laboratorio. Hasta la fecha se han identificado 24.195 casos incidentes de cáncer. Los resultados de la comparación del consumo alimentario entre los 23 centros europeos se publicaron en el 2002, en un suplemento de una revista europea de nutrición.

Los primeros resultados obtenidos en EPIC sobre la relación de la dieta y el cáncer muestran un efecto protector del consumo de fibras, frutas y verduras sobre el cáncer colorrectal, un efecto protector del consumo de frutas sobre el cáncer de pulmón, y de las frutas y verduras sobre el tracto digestivo superior, mientras que se ha confirmado que el alto consumo de frutas y verduras no tiene efecto sobre el cáncer de próstata. Usando un diario de 7 días para evaluar el consumo de grasas saturadas, se ha confirmado que un alto consumo de estas aumenta el riesgo de cáncer de mama.

Lo que sí y lo que no

Precisamente, hacia este tipo de dieta apunta la Fundación Cris de Investigación contra el Cáncer (una organización independiente, sin ánimo de lucro y dedicada por completo al fomento y desarrollo de la investigación para eliminar el grave problema de salud que representa), que en este día a las 19.30 h realizará de forma gratuita un taller online #CRISTeCuida, en el que la Dra. en Bioquímica, Biología Molecular y Máster en Nutrición y asesora científica de CRIS para temas de prevención y nutrición, Emilia Gómez Pardo, analizará de forma práctica qué hábitos son saludables para combatir el cáncer de mama.

"El estilo de vida oncosaludable incluye 5 factores: peso adecuado, dieta sana, ejercicio, no fumar, ni beber alcohol"

En declaraciones a Alimente comenta: "Cuando hablamos de estilo de vida oncosaludable, nos referimos concretamente a cinco factores clave, que son tener un peso saludable, llevar una alimentación sana, tener un estilo de vida activo, evitar el consumo de alcohol y evitar el consumo de tabaco. Si nos referimos específicamente a cáncer de mama, la relación entre el estilo de vida y el riesgo de padecerlo es indudable. Cada día hay más evidencia científica que demuestra que integrar esos 5 factores en la rutina de vida protege y disminuye el riesgo de este tumor hasta en un 40%".

La doctora sostiene: “Con una dieta rica en verduras, frutas, legumbres, frutos secos, cereales integrales y pescado, se pueden evitar hasta un 30% de los cánceres de mama. El papel protector de esta dieta en la enfermedad se debe a su riqueza en fibra, antioxidantes, vitaminas, carotenoides y grasas saludables. La inactividad física es uno de los factores de riesgo conductuales más importantes en relación con el riesgo de cáncer, se le atribuyen al menos el 10% de los cánceres de mama. Son ya muchos los estudios que concluyen que la inactividad es un factor de riesgo y de pronóstico independiente de su efecto en la obesidad. Es decir, por sí solo puede aumentar el riesgo de padecer la enfermedad o, por el contrario, una vida activa te protege de padecerlo”.

Oncosaludómetro

Por todo ello, se instituyó en febrero en la web el Oncosaludómetro, una herramienta diseñada para valorar si tus hábitos ayudan a disminuir el riesgo de padecer los distintos tipos de cáncer relacionados con el estilo de vida. Es un sencillo cuestionario online de 10 preguntas en las que se valoran las 5 claves que se deben tener en cuenta para la prevención: peso, tabaco, alcohol, vida activa y alimentación. Al finalizar, da una serie de recomendaciones concretas, basadas en evidencia científica, para cambiar tus hábitos y hacer elecciones más saludables en tu vida.

Otras dietas que se han postulado como protectoras son algunas como la Budwig, que hemos mencionado anteriormente. Sus defensores afirman que mejora otros aspectos de la salud, incluida la función inmunológica, la artritis y la salud del corazón. Sin embargo, la falta de investigación significa que sus efectos sobre el cáncer son en gran parte desconocidos.

Cómo funciona

Según Budwig, comer grandes cantidades de grasas poliinsaturadas de alimentos como el aceite de linaza y el requesón podría ayudar a retrasar el crecimiento y la propagación de las células cancerosas. Por lo tanto, las personas que siguen la dieta comen una mezcla de aceite de linaza, requesón y miel varias veces al día. Por lo general, esta 'mezcla de Budwig' se prepara combinando requesón y aceite de linaza en una proporción de 2 a 1, junto con una pequeña cantidad de miel. Invita a comer al menos 60 ml de aceite de linaza y 113 gramos de requesón por día. Esta mezcla debe prepararse fresca en cada comida y consumirse en 20 minutos, tal y como publica 'Nutrients'.

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Foto: iStock.

También se recomiendan alimentos ricos en fibra, incluidas frutas y verduras. Por el contrario, debe evitar el azúcar, los cereales refinados, la carne procesada y otros alimentos también procesados. Además de ajustar la dieta, se deben pasar al menos 20 minutos al aire libre todos los días, para aumentar los niveles de vitamina D. Pero además se recomienda seguirla durante al menos 5 años para maximizar sus posibles beneficios.

La dieta Budwig da prioridad a los alimentos integrales no procesados ​​como frutas y verduras, que son ricos en nutrientes importantes como vitaminas, minerales y antioxidantes. Algunas investigaciones asocian una mayor ingesta de frutas y verduras con un menor riesgo de ciertos tipos de cáncer, como la publicada por investigadores italianos en el 'British Medical Journal'. El estudio se basó en la relación entre el consumo de verduras y frutas y el riesgo de varios cánceres comunes en una red de estudios de casos y controles italianos y suizos que incluyen más de 10.000 casos de catorce cánceres diferentes y alrededor de 17.000 controles. Los datos sugirieron un papel protector de la ingesta de vegetales sobre el riesgo de varios cánceres epiteliales comunes.

Aunque no se han realizado estudios sobre la mezcla Budwig, la investigación en laboratorio y en animales ha indicado que el aceite de linaza puede poseer propiedades para combatir el cáncer, como constata un trabajo del 'International Journal of Cancer'. El aceite de linaza también tiene un alto contenido de ácidos grasos omega 3 saludables para el corazón, que pueden ayudar a reducir la inflamación, disminuir la presión arterial y proteger contra las enfermedades cardiacas. Además, la dieta Budwig elimina los alimentos procesados, incluidas las comidas preparadas, los cereales refinados y la comida basura.

Foto: Foto: Unsplash/@norwood.

De hecho, un estudio relacionó un aumento del 10% en la ingesta de alimentos ultraprocesados ​​con un aumento del 10% en el riesgo general de cáncer y específicamente en el riesgo de cáncer de mama.

No obstante, insiste Carrasco, "no comprendo la razón de utilizar la mezcla de aceite de linaza y requesón para aumentar el aporte de ácidos grasos poliinsaturados, cuando el requesón únicamente aporta 0.14 g de AGPI por cada 100 g de producto. Existen multitud de incongruencias en este estilo de alimentación que, además de no estar respaldados por estudios científicos, pueden engañar a la población a la que va dirigida".

Adoptar "buenos hábitos alimentarios puede tener multitud de beneficios en materia de salud no solo con el cáncer, también con muchas otras enfermedades. Por otro lado, para seguir una buena alimentación no hace falta seguir la dieta Budwig, la dieta X o la dieta W, basta con acudir a un nutricionista que paute una dieta adecuada adaptada a dicha persona y que aporte los nutrientes que necesita".

Por todo ello, la Dra Prado propone este decálogo de medidas nutricionales frente al cáncer de mama:

  1. Consumir un mínimo de cinco raciones de frutas y verduras al día, incluyendo variedad de texturas, colores, aromas y sabores.
  2. Los alimentos procedentes de los cereales, pan, arroz, pasta, etc, deben de ser preferentemente integrales.
  3. Incrementar el consumo de legumbres y de frutos secos.
  4. Disminuir el consumo de carne roja y sustituirla por carne blanca.
  5. Incrementar el consumo de pescado incluyendo el azul.
  6. Minimizar la ingesta de carne procesada.
  7. Cuantos menos productos ultraprocesados, ricos en azúcar, grasa y harinas refinadas, mejor
  8. Minimizar, cuanto más mejor, el consumo de alcohol.
  9. Evitar las bebidas azucaradas como los refrescos, las bebidas deportivas y las bebidas energéticas.
  10. El agua es la mejor opción para calmar la sed. El café y el té, sin azúcar añadido, también son opciones saludables.

Fernando Carrasco, codirector de Nutrygente, destaca respecto a dietas como la Budwing: "En primer lugar, cabe recordar que una dieta puede ser parte del mismo, pero nunca constituirá un tratamiento en solitario contra un cáncer, y menos sin evidencia científica que la respalde como es este caso. Patrones como eliminar carnes procesadas y azúcares añadidos, así como aumentar el consumo de frutas y verduras pueden tener cierto efecto protector frente a dicha enfermedad, pero es el personal sanitario pertinente el que debe pautar un tratamiento adecuado y nunca el paciente por su cuenta".

Las herramientas reales

Al igual que existen "factores protectores frente a multitud de tipos de cáncer, existen otros que aumentan el riesgo de padecer ciertas enfermedades. Es el caso de la obesidad y otras que están relacionadas de manera directa con la posibilidad de padecer numerosos problemas de salud entre los que se encuentra el cáncer. Muchas veces se culpa a las grasas de provocar obesidad o sobrepeso, cuando no es del todo así. Si bien hay grasas como el aceite de palma o las grasas hidrogenadas que para nada son recomendables (muchas de ellas están presentes en productos ultraprocesados), no podemos englobar en este tipo de grasas “malas” las provenientes de la leche, el aceite de oliva, el aguacate o el pescado azul, que son grasas saludables para nuestro organismo", destaca el codirector de Nutrygente.

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Unsplas7@allwitzhzest

Y prosigue: "El hecho de ir sustituyendo ese tipo de alimentos ultraprocesados por otros saludables puede tener un efecto beneficioso para nuestra salud y ayudar a personas que padecen obesidad a bajar de peso".

"Como comentaba antes, no hay ninguna dieta específica para una enfermedad concreta. Es necesario valorar cada caso individualmente: edad de la persona, grado de la enfermedad, estado anímico, etc. En enfermedades tan complejas como de las que hablamos, sería frívolo por mi parte vender que hay un tratamiento dietético que hará que desaparezca dicha enfermedad porque sería mentira. Existen ciertos hábitos que pueden ser parte del tratamiento o incluso tener un efecto protector frente a esta enfermedad (incluir vegetales, disminuir azúcares añadidos, aumentar el consumo de alimentos que nos aporten ácidos grasos esenciales, etc), pero aun llevando a cabo este tipo de recomendaciones durante toda la vida no estamos libres de poder padecerla", recalca.

Y su recomendación: "Una vez que se tenga un tratamiento pautado por el médico, acudir a un nutricionista especializado que valore la situación y que pueda pautar un plan nutricional adaptado que aporte todos los nutrientes necesarios que tenga el paciente, ya que no todos ellos tienen las mismas necesidades, gustos y horarios".

La ciencia puso su mirada hace décadas en la dieta como motor para la prevención del cáncer. Es el caso, por ejemplo, de la Budwig, desarrollada en la década de 1950 por la investigadora alemana Johanna, que la bautizó con su apellido. Su objetivo era mejorar la función celular para reducir el crecimiento y la diseminación de las células cancerosas.