Dietas saludables con los impuestos a las bebidas azucaradas

El Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas (CGCODN) considera que el impuesto sobre las bebidas azucaradas propuesto por el Ministerio de Consumo sería aún más eficaz si la esperada recaudación se destinase a promover hábitos de vida saludables y reducir el IVA de los alimentos básicos de la dieta mediterránea como el aceite de oliva, las frutas, hortalizas y legumbres, el pan integral o los frutos secos. También reivindican la necesidad de que los y las dietistas-nutricionistas formen parten de la sanidad pública y que se imparta la asignatura de alimentación y nutrición en las escuelas e institutos.

Su presidente, Luis Morán, destaca: “Lo importante es utilizar esa recaudación para financiar campañas de mentalización sobre los peligros de la obesidad y promocionar hábitos de vida saludables”.

El sistema fiscal español no contempla la nutrición y la salud como un criterio para la imposición del tipo de IVA a los alimentos

“Tenemos que pensar también en las personas con menos ingresos. Son las que tienen más dificultades para una dieta saludable y adecuada”, enfatiza la vicepresidenta del CGCODN, Paula Crespo. Es una razón de peso para que se reduzcan los impuestos de los productos básicos saludables (el pan integral, las frutas, verduras, los frutos secos, etc). La tasa de obesidad infantil en las familias con menos recursos es significativamente superior a la del resto”.

Azúcares de origen saludable

Nancy Babio, vicepresidenta del CGCODN, destaca también que “las bebidas azucaradas no aportan más que calorías vacías y contribuyen seriamente a la obesidad, diabetes o enfermedades cardiovasculares. El azúcar que necesitamos proviene de fuentes saludables como frutas, verduras, pan, pasta, arroz, legumbres, leche, etc”. Y hace hincapié en que “no debemos olvidar que esto es una medida más para paliar el gran problema de la obesidad, que es sistémico y multifactorial. Esto quiere decir que no existe ninguna medida que por sí sola reduzca la obesidad. No obstante, actualmente el sistema fiscal español no contemplaba la nutrición y la salud como un criterio para la imposición de un tipo de IVA u otro a los alimentos. Por ello, si hay este cambio, celebramos la medida”.

El presidente de la entidad añade que sería muy coherente con las propias políticas de promoción y protección de la salud de las distintas administraciones públicas que no sea una medida meramente recaudatoria, sino que se derive los fondos para promover hábitos de vida saludables o incluso reducir el IVA de los alimentos básicos y saludables que son aquellos que los dietistas-nutricionista promovemos.

Ventajas para los más saludables

“El acceso a los alimentos más saludables no solo depende de su disponibilidad o de la concienciación del consumidor, sino también de lo asequible que resulten para su bolsillo. Esto es más cierto en el caso de las familias con menores recursos económicos, y la razón por la cual en ocasiones se ven obligadas a optar por un tipo de dieta menos saludable pero más económica. Por tanto, una buena medida finalista de este impuesto sería la disminución del precio en ciertos alimentos saludables”, agrega Paula Crespo.

Para finalizar, Nancy Babio reflexiona: “Si pensamos que la fiscalidad es un instrumento eficaz para evitar que se consuman ciertos alimentos perjudiciales, lo debería ser en forma inversa, disminuir el IVA de los alimentos más saludables y hacer más asequibles los alimentos básicos de la dieta mediterránea a un mayor número de personas, especialmente en la coyuntura actual. Creemos sinceramente que hacer más asequibles los alimentos básicos saludables es una acción eficiente tanto en términos de salud de la ciudadanía y del planeta, así como en términos económicos”.