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Las sopas depurativas que sirven para eliminar los excesos
  1. Nutrición
NO HACEN MILAGROS

Las sopas depurativas que sirven para eliminar los excesos

Nutritivas, hidratantes, hipocalóricas, saciantes. Estas sopas facilitan la digestión, promueven la eliminación de líquidos y toxinas, y nos ayudan a 'deshinchar' el cuerpo

Foto: Sopa de champiñones.
Sopa de champiñones.

Para muchos, la Navidad supone la interrupción de la dieta que mantienen habitualmente. No en vano, durante estas fiestas también solemos darles unos días libres a normas que rigen nuestra alimentación y, al final, acabamos comiendo más, otro tipo de alimentos y a horas imprevisibles. Y es que, admitámoslo, nos dejamos embobar por los sabrosos manjares típicos, sucumbimos ante el turrón y alrededores que lucen apetecibles en la bandeja y abandonamos la frugalidad en las comidas familiares o en los encuentros habituales cada año con los amigos. Cuando las semanas navideñas acaban, subimos a la báscula y comprobamos lo previsible: hemos ganado peso. Así que toca ponerse de nuevo manos a la obra para deshacerse de los nuevos y no deseados kilos, que no solo provocan que la ropa nos quede justa, sino que nos hacen sentir hinchados y, de paso, mal.

Efectivas sí, milagrosas no

Pues bien, una vez más la alimentación se convierte en una aliada inestimable de nuestra salud. No en vano, hay un sinfín de alimentos coadyuvantes en la ardua tarea de perder kilos y que, al mismo tiempo, aligeran nuestro estómago de los excesos gastronómicos. Por ejemplo, las sopas y las cremas de verduras. No en vano, estas elaboraciones son hipocalóricas y altamente hidratantes, tienen poder saciante y además rebosan virtudes nutricionales, pues son ricas en vitaminas, proteínas, minerales, fibra y calcio. Aunque no son la panacea de la pérdida de peso ni de la eliminación de la odiada grasa, es cierto que poseen la virtud de mejorar la digestión y de ayudar a los riñones y al hígado a eliminar los líquidos y las toxinas, deshinchando el abdomen y, por ende, el cuerpo. Con tales virtudes, no extraña que estas recetas de cuchara gocen de una gran aceptación entre quienes quieren cuidarse. De hecho, su buena reputación es visible en las redes sociales, donde el consumo de estas sopas se ha convertido en un fenómeno viral que adquiere el nombre de 'souping'.

placeholder Foto: iStock.
Foto: iStock.

Como hemos mencionado, los caldos depurativos no son la solución definitiva para perder peso, pues carecen de propiedades adelgazantes. Por ello, tal y como advierten algunos expertos, no es conveniente emplearlos como sustitutivos de una comida, pues son escuetos en carbohidratos complejos, proteínas y otros tipos de nutrientes necesarios para que nuestro organismo desempeñe sus funciones con normalidad. De hecho, el mantenimiento en el tiempo de esta práctica conlleva la aparición de carencias nutricionales, que a largo plazo pueden comportar problemas de salud tales como anemias o bajadas de calcio o potasio. Por tanto, lo aconsejable es dar a estas elaboraciones la función que en realidad tienen, es decir, como primer plato de una comida o una cena.

Hay que dar a las sopas la función que tienen, la de ser primer plato de una comida o una cena

Asimismo, las sopas y las cremas son muy polivalentes en la cocina, puesto que admiten un amplio espectro de ingredientes. Claro que, para lograr los resultados esperados, es importante incluir en dichas elaboraciones las verduras que se presumen más diuréticas y depurativas, como la alcachofa, el apio o el nabo. Pero hay más vegetales con dichas propiedades con los que se pueden elaborar recetas muy efectivas, también sabrosas. Estas son algunas ideas.

Sopa de apio y puerro

Tanto el apio como el puerro contienen generosas cantidades de potasio. Este es un mineral muy efectivo para restablecer el equilibrio hídrico de nuestro organismo o, lo que es lo mismo, para promover la eliminación de líquidos. A lo que se añade que ambas hortalizas mediterráneas son ricas en antioxidantes, en vitaminas, ricas en agua y, por tanto, escuetas en calorías.

Ingredientes

  • 100 gramos de apio
  • 300 gramos de puerros
  • Sal

Elaboración. Para elaborar esta receta solo es necesario dar dos sencillos pasos. Primero, cocemos el apio y los puerros en una cazuela normal con agua y sal durante media hora aproximadamente. Finalmente, pasamos la mezcla por la batidora. Si queremos darle un poco de alegría a este caldo, podemos agregar cebolla. Esta hortaliza le dará un punto aromático y un ligero gusto picante.

Crema de hojas verdes

Es innegable que las verduras, además de aportar un buen cóctel de vitaminas, fibra y minerales, ayudan a limpiar nuestro organismo. Sin embargo, las de hoja verde –espinacas, brócoli, rúcula, acelgas, canónigos...– aportan una generosa cantidad de agua, la cual les confiere un elevado poder diurético, y de fibra, que es una excelente amiga de nuestro tránsito intestinal. En este caso, proponemos un colorido caldo que incluye las verduras más eficaces de este grupo y además con un gusto muy natural, de modo que constituyen una sabrosa oda a los sabores de la huerta.

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Foto: iStock.

Ingredientes

  • 2 ramas de apio
  • 150 gramos de espinacas
  • 3 ramas de brócoli
  • 3 alcachofas
  • 2 puerros
  • 2 dientes de ajo
  • Sal
  • Aceite de oliva

Elaboración. Comenzamos organizando los ingredientes: lavamos y troceamos todas las verduras y pelamos los ajos. Después, los introducimos en una olla con un litro de agua, una pizca de sal y un pequeño chorro de aceite de oliva y los dejamos cocer durante media hora aproximadamente. Para concluir, trituramos la mezcla con la batidora.

Para muchos, la Navidad supone la interrupción de la dieta que mantienen habitualmente. No en vano, durante estas fiestas también solemos darles unos días libres a normas que rigen nuestra alimentación y, al final, acabamos comiendo más, otro tipo de alimentos y a horas imprevisibles. Y es que, admitámoslo, nos dejamos embobar por los sabrosos manjares típicos, sucumbimos ante el turrón y alrededores que lucen apetecibles en la bandeja y abandonamos la frugalidad en las comidas familiares o en los encuentros habituales cada año con los amigos. Cuando las semanas navideñas acaban, subimos a la báscula y comprobamos lo previsible: hemos ganado peso. Así que toca ponerse de nuevo manos a la obra para deshacerse de los nuevos y no deseados kilos, que no solo provocan que la ropa nos quede justa, sino que nos hacen sentir hinchados y, de paso, mal.

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