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Bayas de goji: las verdaderas reinas de los antioxidantes
  1. Nutrición
Naranjas, ricas y nutritivas

Bayas de goji: las verdaderas reinas de los antioxidantes

Desde el Lejano Oriente, llegan unos frutos de un color naranja intenso y forma de pasas alargadas. Su composición hace que sean muy buenas para nuestra salud

Foto: Llenas de vitaminas y otros micronutrientes. (iStock)
Llenas de vitaminas y otros micronutrientes. (iStock)

Dice la leyenda que hace más de dos milenios, un médico chino llegó a un pueblo donde sus habitantes vivían más de 100 años. Tras observarlos durante unos días, se dio cuenta de que el secreto de su longevidad residía en que echaban al pozo los frutos secos que caían de árboles cercanos, haciendo una infusión. Esas bayas eran de goji.

Esta planta, también conocida como Lycium barbarum, es una solanácea (como el pimiento o la berenjena), puede llegar a medir tres metros y su característica principal es su fruto, del que genera una gran cantidad (hasta 60 a la vez). Este es de un color naranja muy intenso y forma parte de la medicina tradicional china desde hace más de 2.000 años. El primer registro que existe de su uso data del 250 antes de Cristo, en un libro que se supone escrito por la divinidad Shennong (el equivalente chino de Deméter o Ceres, diosas griega y romana respectivamente de la agricultura). Shennong es conocido por haber probado en sus propias carnes cientos de plantas curativas y venenosas para estudiar sus efectos.

"Las sustancias antioxidantes en las bayas de goji les confieren propiedades protectoras de la salud"

Como con casi todos los productos, alimentos y técnicas medicinales antes de la invención del método científico, el ‘protocolo’ para determinar cómo de bueno (o malo) para nuestra salud era una planta consistía en: "¿Te encuentras mejor? Entonces bien. ¿Sigues igual de mal? Eso significa que no hace nada. ¿Has muerto? Veneno". Que su utilización se prolongase durante más de dos milenios da a entender que las bayas de goji eran buenas o, al menos, no eran nocivas. Pero a la ciencia le encanta descubrir el porqué de las cosas y estos frutos no son una excepción.

Lo que dicen los estudios

La ‘mitología alimentaria’ de la que gozaban estas bayas antes de la llegada de la probeta le atribuía propiedades anticancerosas, inhibidoras del crecimiento tumoral, reguladoras del azúcar en sangre, antiinflamatorias, hipotensoras y que además reducían el colesterol. El mundo científico no ha tenido tiempo de confirmar o desmentir todas estas tesis, pero estas son algunas de las que sí hay pruebas:

  • Antioxidante. En varios estudios, siendo el de más relevancia el publicado por los investigadores D. Donno, G. L. Beccaro, M. G. Mellano, A. K. Ceruti y G. Bounous, de la Università degli Studi di Torino, en Italia, se confirmaron las propiedades antioxidantes de este fruto: “La gran cantidad de sustancias antioxidantes en las bayas de goji les confieren muchas propiedades protectoras de la salud”.
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  • Protección contra los rayos UVA. La investigadora Vivienne E. Reeve y su equipo de la Universidad de Sídney, en Australia, descubrieron que el zumo de las bayas de goji consumido por ratones que posteriormente eran sometidos a intensos ‘baños’ de radiación ultravioleta (rayos UVA) estaban más protegidos que los que no consumían zumo de goji frente al desarrollo de cánceres de piel. En palabras de la propia autora: “Los resultados sugieren que el consumo de este zumo puede proporcionar fotoprotección adicional frente a los rayos UVA y las posibles consecuencias de estos a humanos susceptibles”.
  • Protección de la visión. En un estudio realizado por la multinacional de la alimentación Nestlé, el doctor Lisong Shen y su equipo relacionaron el consumo de zumo de bayas de goji con la protección macular en pacientes de avanzada edad. Si bien ellos mismos aclaran que las conclusiones a las que pueden llegar son limitadas, porque no pueden establecer una relación causa-efecto entre los antioxidantes de las bayas de goji (principalmente el compuesto llamado zeaxantina) y con la reducción de la hipopigmentación ocular de los sujetos de estudio. Eso no significa que no haya relación, sino que aún no saben los mecanismos por los que esto tiene lugar.

Nutricionalmente hablando, las bayas de goji son una excelente fuente de algunos micronutrientes difíciles de conseguir, como la vitamina A, de la que contiene más de 4 veces la cantidad diaria recomendada (según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos). También contiene buenas cantidades de vitamina C, hierro, potasio y fósforo. Eso sí, 100 gramos son más de 340 kcal, lo que lo convierte en un alimento razonablemente energético. Así que comerlas, bien; hincharse… no tanto.

Dice la leyenda que hace más de dos milenios, un médico chino llegó a un pueblo donde sus habitantes vivían más de 100 años. Tras observarlos durante unos días, se dio cuenta de que el secreto de su longevidad residía en que echaban al pozo los frutos secos que caían de árboles cercanos, haciendo una infusión. Esas bayas eran de goji.

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