Menú
Todos los mitos y verdades de los famosos antioxidantes
  1. Nutrición
Claves en la salud

Todos los mitos y verdades de los famosos antioxidantes

Estamos hartos de escuchar que son beneficiosos para la salud, ya que nos protegen contra el daño oxidativo producido por los radicales libres, pero ¿cómo actúan?

Foto: Foto: Unsplash/@jannisbrandt.
Foto: Unsplash/@jannisbrandt.

Probablemente es uno de los reclamos más populares de la industria alimentaria. La etiqueta 'rico en antioxidantes' acompaña a muchos productos pretendiendo ser la evidencia de los beneficios que pueden aportar a la salud.

Y efectivamente, los antioxidantes son imprescindibles para proteger nuestras células contra el daño oxidativo, pero, si somos sinceros, ¿sabemos realmente cómo funcionan en nuestro cuerpo? Hasta los expertos más reconocidos a nivel internacional confirman en una revisión publicada en 'Biomoléculas' que este término “es una de las definiciones más confusas de las ciencias biológicas/médicas”.

"Los antioxidantes terminan con las reacciones en cadena de oxidación celular"


Este desconocimiento llega a veces a la sociedad, que, como explican los autores de este artículo, “suele consumir grandes cantidades de antioxidantes -no recomendadas clínicamente- basándose en la creencia de que, al bloquear la producción de especies reactivas, los desequilibrios o trastornos se pueden prevenir o incluso tratar”.

¿Qué son y para qué sirven?

placeholder Foto: Unsplash/@thesollers.
Foto: Unsplash/@thesollers.


Los antioxidantes son compuestos que inhiben la oxidación celular, una reacción química que se da al producirse los radicales libres. Esto conduce a una especie de reacción en cadena que puede dañar las células del organismo, enfermándonos. Lo que hacen los antioxidantes, en este sentido, es terminar con estas reacciones encadenadas.

El cuerpo crea radicales libres a través de los diferentes procesos metabólicos que lleva a cabo diariamente, por ejemplo, la producción de energía. Aunque existen otros factores 'externos' que pueden fomentar su aparición como la exposición al sol, el tabaquismo o el consumo de alcohol.

"Las llamadas enzimas antioxidantes actúan en primera línea de batalla"


Cuando las células usan oxígeno para generar la energía, se crean las llamadas especies reactivas de oxígeno (ROS), así como especies reactivas de nitrógeno (RNS), que resultan del proceso llamado redox celular. En este sentido, el equilibrio entre la producción y la eliminación de ROS conduce a la homeostasis; aunque se sabe que con el paso del tiempo la balanza se inclina hacia la producción de radicales libres, lo que lleva a un daño celular acumulado con el tiempo.

El problema es que tanto el ROS como el RNS tienen un papel por un lado beneficioso y por otro lado tóxico. “A niveles bajos o moderados, ROS y RNS ejercen efectos beneficiosos sobre las respuestas celulares y la función inmunológica. A altas concentraciones, que generan estrés oxidativo, un proceso que puede dañar todas las estructuras celulares”, señala un grupo de investigadores en un estudio llamado ‘Radicales libres, antioxidantes en la enfermedad y la salud’.

Tipos de antioxidantes

Nuestras células tienen una especie de ejército de defensas antioxidantes que ayudan a controlar esa producción 'interna' de radicales libres, las llamadas enzimas antioxidantes, que actúan en primera línea de batalla. Son principalmente el superóxido dismutasa (SOD), la catalasa (CAT), la glutatión peroxidasa (GPx) y la glutatión reductasa (GRx).

El cuerpo también produce antioxidantes metabólicos como el ácido lipoico, la coenzima Q10, la melatonina, el ácido úrico, L-arginina, proteínas quelantes de metales, bilirrubina y transferrina, entre otros.

Pero hay otros que no puede producir, y es ahí donde entra la importancia del consumo de alimentos como fuente principal. En este tipo de antioxidantes se incluyen los carotenoides, vitaminas como la C y E, selenio, manganeso, zinc, flavonoides y ácidos grasos omega 3 y omega 6.

¿Y qué hay de los suplementos?

placeholder Foto: Unsplash/@adamsky1973.
Foto: Unsplash/@adamsky1973.

El consumo de complementos alimenticios, sobre todo multivitamínicos, ha crecido rápidamente en las últimas décadas. Aunque los expertos alertan de que el uso inadecuado de suplementos dietéticos puede provocar "estrés antioxidante". En este sentido, algunos ensayos clínicos no han logrado demostrar los efectos beneficiosos de la suplementación con antioxidantes.

De hecho, en un metaanálisis publicado en 'Annals of Internal Medicine' se sugiere que la terapia con suplementos antioxidantes podría aumentar el riesgo de mortalidad. Concretamente, concluyen que “los suplementos de vitamina E en dosis altas (≥400 UI / día) pueden incrementar la mortalidad por todas las causas y deben evitarse”. En cuanto a la vitamina E, existen bastantes estudios que ofrecen resultados contradictorios, lo que puede darse porque los antioxidantes de los suplementos no son iguales ni están en las mismas cantidades que en los alimentos.

Por otro lado, un grupo de investigadores del laboratorio de Investigación del Estrés Oxidativo de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Liubliana, analizó los efectos de los antioxidantes sintéticos, y concluyeron que “los antioxidantes sintéticos como suplementos dietéticos pueden prevenir algunos daños inducidos por ROS en condiciones de estrés oxidativo elevado durante la exposición a oxidantes ambientales elevados o al debilitar las respuestas de estrés oxidativo endógeno de un organismo envejecido”.

Pero también destacaron que “la evidencia presentada implica que los suplementos de antioxidantes sintéticos no pueden ofrecer una protección adecuada o total contra el estrés oxidativo”.

En este sentido, los expertos coinciden en la recomendación de la dieta equilibrada frente a la suplementación. Además, muchos antioxidantes se encuentran de forma natural en los alimentos como frutas, verduras y frutos secos.

En efecto, se contabilizan más de 8.000 antioxidantes polifenólicos diferentes en la naturaleza. Así que lo mejor que podemos hacer para minimizar el daño oxidativo es apostar por los cereales, las legumbres, las frutas y verduras de diferentes colores, y tener un estilo de vida saludable.

Probablemente es uno de los reclamos más populares de la industria alimentaria. La etiqueta 'rico en antioxidantes' acompaña a muchos productos pretendiendo ser la evidencia de los beneficios que pueden aportar a la salud.

El redactor recomienda