Menú
Pesto, pan, ensaladas… Recetas con pipas de girasol para incluir en nuestro menú
  1. Nutrición
cardiosaludables y antioxidantes

Pesto, pan, ensaladas… Recetas con pipas de girasol para incluir en nuestro menú

Asociamos las pipas como aperitivo, pero estas semillas pueden introducirse en nuestra dieta a través de distintas elaboraciones. De la mano de Pipas Usa, te explicamos cómo

Foto:  (Unsplash).
(Unsplash).

¿Qué tienen en común tu serie favorita, la final donde tu equipo se lo juega todo y un pícnic con amigos? Probablemente, el ‘snack’ que acompañará ese disfrute o sufrimiento. Según la Asociación de Snacks, los frutos secos suponen un 43,5% del consumo total de este segmento en España. En esta categoría, las pipas de girasol ocupan un lugar especial.

Además del placer que nos despierta abrir una bolsa de pipas, estas semillas son un alimento saludable. De acuerdo con un estudio reciente, dada su composición nutricional con un alto contenido en minerales como zinc, magnesio y hierro, vitaminas B y E o proteínas, entre otros nutrientes, las pipas de girasol poseen propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antimicrobianas. También son buenas para nuestro aparato circulatorio. De hecho, reducen los niveles de colesterol en sangre, mejorando la respuesta inmune y reduciendo los factores de riesgo de ciertas enfermedades coronarias y algunos tipos de cáncer. Asimismo, son ricas en triptófano, aminoácido relevante en la producción de serotonina, la llamada hormona de la felicidad.

Cuatro recetas diferentes

Aunque generalmente asociamos las pipas como aperitivo, lo cierto es que estas semillas pueden introducirse en nuestra dieta a través de distintas elaboraciones. De la mano de Pipas Usa, te explicamos cómo incluir este alimento en tu día a día.

1. Pesto de pipas de girasol y calabaza

La idea es tomar como referencia la forma de preparar el tradicional pesto genovés, pero variando los ingredientes. Tan solo serán necesarios unos 400 gramos de pipas de girasol y calabaza peladas, un limón, 125 mililitros de AOVE, sal y pimienta negra molida. Primero, colocaremos en una bandeja de horno sobre papel sulfurado las pipas peladas para que se tuesten a 200 grados centígrados durante 5-10 minutos. Puedes elegir la proporción de semillas que prefieras: mitad y mitad, más de girasol que de calabaza o viceversa. Dejar enfriar durante cinco minutos. En un robot de cocina o similar triturar las semillas junto a la ralladura de un limón; añadir sal y pimienta al gusto, así como la mitad del aceite de oliva. Después, agregar unas gotas de limón y poco a poco verter el aceite sobrante hasta que emulsione, logrando una textura cremosa. En unos 20 minutos estará listo un pesto que puede usarse para untar, como acompañamiento o salsa para ensaladas y pasta.

placeholder (Unsplash).
(Unsplash).

2. Ensalada de escarola, remolacha y pipas de girasol

Otro plato donde las semillas casan muy bien son las ensaladas. En este caso te proponemos una con escarola, remolacha cocida y pipas de girasol peladas. La clave en esta elaboración está en el aliño. Puedes usar el clásico de AOVE, vinagre de Jerez y sal o una vinagreta de miel con vinagre de Módena y pimienta negra molida. Esta receta es ideal como primer plato o una cena ligera.

3. 'Pipanellets'

Su elaboración recuerda a los tradicionales 'panellets' catalanes, aunque su diferencia principal es que este sucedáneo de croquetas rebozadas con pipas de girasol no son dulces. Para la masa, mezclamos mantequilla, harina, leche, jamón serrano picado y orégano. Puedes agregar un poco de nata para darle más cremosidad. Añadimos también pipas de girasol trituradas. Dejamos reposar la masa durante una noche. Formamos bolitas y las rebozamos en pipas de girasol peladas. Freímos en aceite a una temperatura media, ni muy fría ni muy caliente, para que nuestras 'pipanellets' no absorban demasiado aceite. ¡Y listas! Perfectas para una comida de tapeo o un aperitivo diferente.

placeholder (Unsplash).
(Unsplash).

4. Pan de semillas de girasol

En esta selección no podía faltar una de las tendencias del pasado año: pan casero. En este caso, lo haremos con semillas de girasol molidas, huevos, mantequilla, levadura y sal. Primero, mezclar los 200 gramos de semillas de girasol molidas con una cucharada de levadura. Después, batir los tres huevos y un pellizco de sal e incorporar a la mezcla anterior. Derretir los 25 gramos de mantequilla para después incorporarla a nuestra masa y remover bien hasta que quede homogénea. Finalmente, verter en un molde untado con aceite o mantequilla para que no se pegue y hornear durante unos 40 minutos a 180 grados. Este pan puedes usarlo en el desayuno o las meriendas de los más pequeños. ¡Les encantará!

Para todas estas recetas, puedes usar pipas de girasol norteamericanas. Cultivadas en Dakota del Norte, Dakota del Sur o Kansas, entre otros Estados, se distinguen por su sabor y mayor tamaño, además de la calidad y la capacidad para desarrollar híbridos no OGM (organismos genéticamente modificados). España es uno de los mercados más importantes para los productores de semillas de girasol de EEUU, según explican desde la Asociación Americana del Girasol (National Sunflower Association). De hecho, en 2019 el país norteamericano exportó más de 240.000 toneladas de este alimento a nuestro país, siendo el primer exportador no europeo.

¿Qué tienen en común tu serie favorita, la final donde tu equipo se lo juega todo y un pícnic con amigos? Probablemente, el ‘snack’ que acompañará ese disfrute o sufrimiento. Según la Asociación de Snacks, los frutos secos suponen un 43,5% del consumo total de este segmento en España. En esta categoría, las pipas de girasol ocupan un lugar especial.

ECBrands BrandsAlimentación