¿Quieres horchata 100% valenciana? Busca la denominación de origen de la chufa

Las tendencias en alimentación están evolucionando. Como consumidores, estamos interesados en saber la procedencia de los alimentos que consumimos y su impacto sobre el medio ambiente. En este contexto, cada vez le damos más importancia a las denominaciones de origen, pues suponen un filtro y representan un primer indicador de calidad. Este interés por las DO, que antes parecía exclusivo de los vinos o de algunas frutas, ha llegado también a la chufa y, en consecuencia, a la horchata que se elabora con ella.

Puede sorprendernos que hablemos de la procedencia de un alimento tan valenciano como este, pero lo cierto es que, para saber con certeza que la horchata que compramos está hecha con chufa de Valencia, tenemos que buscar el sello de la DO. No sirve con que la etiqueta tenga un dibujo de Jaume I, una alquería o una muchacha vestida de fallera. Esta simbología, típica de la Comunidad Valenciana, confunde al consumidor, que tiende a pensar al ver estas ilustraciones que está comprando un producto de ‘la terreta’.

Tampoco basta con que se exhiban en los expositores envases de horchata con la leyenda ‘producto local’ o ‘producto de la Comunitat Valenciana’, ya que detrás de estos reclamos puede esconderse una horchata elaborada en fábricas de la zona, pero con materia prima de fuera. Luchar contra este tipo de publicidad confusa es uno de los objetivos del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Chufa de Valencia, creado en 1987 para proteger y comunicar la importancia del origen valenciano.

“Nuestra misión es velar por la calidad de la chufa en todas las fases: plantación, lavado, secado y selección”, explican desde el Consejo, y añaden que el consumidor tiene la garantía de que “en los establecimientos y en los envases de horchata que lleven nuestro logotipo, la horchata ha sido elaborada con auténtica chufa de Valencia y cumple con los parámetros de calidad exigidos”.

Motivos para buscar la chufa valenciana

• El sabor: este tubérculo, procedente de la planta ‘juncia avellanada’, tiene un característico e inconfundible sabor dulzón, cuyos matices únicamente se pueden encontrar en plenitud en la chufa valenciana. Su calidad viene avalada, además, por los siglos de cultivo en la zona: la primera mención a una ‘llet de chufes’ la podemos encontrar en ‘El Llibre de Sent Soví’, de 1324.

• La sostenibilidad: hablábamos también del interés del consumidor por encontrar productos sostenibles y con un impacto positivo sobre el medio ambiente y sobre la comunidad. En este sentido, merece la pena destacar que la comarca de L’Horta Nord es la única zona de España que reúne las condiciones climatólógicas y orográficas idóneas para el cultivo de este tubérculo. Esta comarca reúne 16 pueblos —entre ellos Alborada, Moncada o Puzol— y en ella se producen unos 5,3 millones de kilos de chufa seca, de los cuales un 90% están amparados por la DO. El desarrollo de la chufa con DO Valencia genera un impacto económico de ámbito local, contribuyendo al desarrollo económico de la región, tanto en términos de empleo como de tejido económico.
• Un alimento saludable: desde el punto de vista nutricional, la horchata de chufa de Valencia se puede considerar un superalimento. De acuerdo con un estudio realizado por la Universidad de Valencia, este tubérculo posee propiedades digestivas muy saludables por su alto contenido en almidón y aminoácidos. También destaca por ser rica en vitaminas C y E, minerales y antioxidantes, así como por no contener fosfatos ni glucosa y ser baja en sodio.

Finalmente, merece la pena destacarse que las características nutricionales de la chufa la convierten en aliada en determinadas situciones fisiológicas. Así, su variado aporte de aminoácidos, entre los que destaca la arginina, hace que su consumo se recomiende en madres gestantes. Hay que recordar que la arginina es de especial interés para el feto y puede favorecer, junto con una alimentación variada y equilibrada, la salud de la madre y del futuro hijo.