Los mejores alimentos para pasar un verano más fresco
Solemos asociar hidratación con beber agua, como es lógico. Pero si evitamos la pérdida de líquidos, no hará falta estar constantemente bebiendo para hidratarnos. Te contamos cómo
Refrescarse es un método básico de prevención contra la deshidratación. Es decir, no hace falta estar constantemente bebiendo agua, ya que refrescar nuestro cuerpo por fuera evitará esa pérdida de líquido. De hecho, es un clásico ver cómo jugadores de fútbol o deportistas, antes de beber agua, se la echan encima para que les cubra el cuerpo.
Por supuesto, esto no quiere decir que no bebamos agua, ya que los expertos indican que en verano es recomendable ingerir entre 2 y 3 litros diarios de líquidos, con especial atención en las personas mayores, niños, embarazadas o en periodo de lactancia y enfermos, ya que son más vulnerables.
En el caso de ejecutar esfuerzos físicos, como en el caso del deporte, esta cantidad debe aumentar y, como hemos dicho anteriormente, es recomendable vigilar la cantidad de sudor, ya que eso es lo que indica nuestra pérdida de líquidos.
Algunos alimentos suelen tener entre un 20 y un 30% de agua, imprescindible en verano
De hecho, el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) apunta que, en referencia al consumo de agua, “ningún otro nutriente es tan esencial o necesario en cantidades tan elevadas”, debido principalmente a que “constituye entre el 50 y 80% del peso corporal, dependiendo de la edad o el sexo de cada persona”, aclaran.
Además, tradicionalmente las bebidas alcohólicas nos deshidratan, por lo que tampoco son recomendables. Por su parte, debemos aumentar la ingesta de frutas, verduras y hortalizas, ya que son ricas en agua.
Los alimentos más hidratantes, por orden
Tradicionalmente, el verano suele ser objeto de subidas de peso y dietas poco o menos equilibradas. Sin embargo, le damos más importancia a las comidas que más nos refrescan, ya que son las que mejor nos hacen sentirnos ante altas temperaturas y olas de calor.
El CGCOF explica que los alimentos suelen tener entre un 20 y un 30% de agua. De hecho, cuando nuestro nivel de agua es inferior al recomendado, no solo recomiendan beber agua sino consumir ciertos alimentos como sopas, helados, gelatinas, salsas y leche.
Además, teniendo en cuenta que el calor muchas veces nos hace perder el apetito, debemos conocer los alimentos que más hidratan y frecuentar su ingesta en estas épocas del año. Lo bueno de este tipo de productos es que la mayoría son crudos o fríos, por lo que la elaboración es mucho menos pesada y más cómoda.
- Calabaza hervida: a pesar de que nos puede sonar raro porque se debe cocer con agua, el alimento es hidratante por sí mismo y al cocerla recoge todavía más líquidos, por lo que la hace más refrescante. Además, la puedes consumir tanto fría como caliente y acompañarla con especias o aliñada.
- Pepino: esta hortaliza es altamente húmeda y lo más recomendable es consumirla cruda, sin quitar la piel, ya que también es una fuente de fibra y vitaminas.
- Canónigos: estas hojas pueden ser uno de los acompañamientos más socorridos para cualquier tipo de ensalada o para mezclarlo con cualquier vegetal. Además, a veces también se utiliza para calmar el apetito entre horas.
- Lechuga: no hay por qué especificar qué tipo de lechuga es más hidratante porque todas nos ayudarán con este cometido y, además, siempre será saludable. Como en el caso anterior, siempre puede servir para hacer compañía.
- Rábano: en muchas ocasiones, este alimento se ha convertido en un snack al que acudir entre comidas, y se pueden tomar tanto fríos como del tiempo.
- Sandía: como era de esperar, la sandía constituye uno de los alimentos más consumidos por la población cada verano, ya que está formada al 90% por agua (contiene 94 gramos de líquidos por cada 100 g). Y es perfecta para tomarla a cualquier hora del día: da igual que sea por la mañana, por la tarde o de noche. Además, a lo largo de los años ha variado mucho el formato porque se puede consumir junto al gazpacho, hacer una limonada con ella o incluso añadirla a una ensalada.
Las setas cocinadas a la plancha pueden proporcionar hasta 92 gramos de agua por cada 100 gramos de alimento
- Calabacín: esta hortaliza cultivada durante todo el año tiene la ventaja de que puede consumirse cruda. De hecho, conserva mejor su sabor cuando la cocción es corta. A pesar de que en invierno es utilizado para hacer cremas calientes, en verano puede combinarse con humus, pasta o incluso como aperitivo.
- Tomate asado: curiosamente, este alimento cocinado está lleno de agua, además de haberse convertido en uno de los ingredientes más esenciales a la hora de preparar cualquier plato. Su uso más cotidiano es crudo.
- Setas: a pesar de que son más típicas del otoño, en verano pueden seguir adquiriéndose. Este hongo cocinado a la plancha puede proporcionar hasta 92 gramos de agua por cada 100 g. Se pueden tomar tal cual, envueltas en tortillas, como relleno de un bocadillo o como ingrediente de pizzas.
- Melón: tiene menos agua que cualquiera de los anteriores alimentos que hemos mencionado, aunque seguirá siendo una de las frutas estrella del verano, ya que resulta rica, hidratante y saludable. Además, se puede condimentar con gazpacho, jamón o ensaladas.
Refrescarse es un método básico de prevención contra la deshidratación. Es decir, no hace falta estar constantemente bebiendo agua, ya que refrescar nuestro cuerpo por fuera evitará esa pérdida de líquido. De hecho, es un clásico ver cómo jugadores de fútbol o deportistas, antes de beber agua, se la echan encima para que les cubra el cuerpo.