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El auge de la tecnología en la industria: los 'nuevos alimentos'
  1. Nutrición
Procesos de producción eficientes

El auge de la tecnología en la industria: los 'nuevos alimentos'

Los avances científicos, sobre todo en el caso de las 'startups', ayudan al sector alimentario a crear procesos de fabricación más eficientes y productos más sostenibles

Foto: Foto: Unsplash/@HayffieldL.
Foto: Unsplash/@HayffieldL.

Para que un nuevo producto llegue a nuestras casas, primero ha tenido que pasar por un largo proceso de control que avale su seguridad para el consumo. En el marco de la mesa redonda celebrada este viernes 4 de febrero por Revista Alimentaria y moderada por su director general, Fernando Martínez, se ha subrayado la importancia de innovar en los procesos de producción con el objetivo de conseguir productos seguros y más sostenibles.

En la ponencia 'Nuevos alimentos: cómo garantizar que son legales y seguros', Iván Ludeña Pérez, director, fundador y consultor técnico de Iluquality, define este concepto como “todo aquel que no ha sido consumido en la Unión Europea de forma habitual antes de mayo de 1997”. Sin embargo, el término también incluye los procesos de producción y las tecnologías que se van implementando con el tiempo.

Foto: Equipo sanitario del Hospital Central de Cuidados Laguna.

Hay que tener en cuenta que muchos de estos ‘nuevos alimentos’ se consumen y comercializan frecuentemente en otras partes del mundo desde hace décadas, es decir, hablamos de nuevo porque no se consume en Europa y generalmente no están legalizados. En este sentido, Carolina Najar, directora de mercado de alimentación de AZTI, lo ejemplifica: “En otras partes del mundo consumen insectos de manera normal y habitual, por ejemplo, algo que nosotros no frecuentamos”.

Además, en la actualidad no solo se busca que un alimento sea seguro para consumo humano y que proporcione el suficiente valor nutricional, sino que también se pretende que sea lo más sostenible posible.

Los procesos legales de los ‘nuevos alimentos’

Para entender el trayecto que tienen que hacer estos productos, Ludeña enumera las tres premisas imprescindibles que un alimento debe cumplir antes de llegar al usuario:

  • Debe haberse comprobado que es seguro para el consumidor.
  • Debe estar etiquetado de la forma correcta.
  • En el caso de que un producto vaya a sustituir a otro, este no debe tener efectos perjudiciales y las propiedades nutricionales tienen que ser iguales o mayores al reemplazado.

Actualmente, las empresas pueden llegar a esperar un año y medio hasta que la Comisión Europea aprueba ese producto. “Lo primero que se hace es consultar si realmente es una novedad para Europa, lo que puede tardar hasta un máximo de cuatro meses”, explica Ludeña. Y continúa: “Una vez emitido este primer dictamen, se le debe solicitar a la Comisión Europea la autorización pertinente, para lo cual cuenta con un plazo de siete meses. Si el dictamen es positivo, el organismo lo oficializa e incluye el producto en la lista de nuevos alimentos”.

“Uno de los grandes problemas de esta transformación es la carencia de conocimiento”

Sin embargo, en ocasiones la Comisión Europea ve necesario comunicar la situación a la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), por lo que el proceso se puede alargar nueve meses más. Tras la resolución de la EFSA, la comisión tiene otros siete meses para actualizar, si procede, este listado de productos. En el caso de querer comercializar productos procedentes de países terceros, este proceso puede durar hasta 13 meses.

La utilidad de las nuevas tecnologías

Las necesidades de la industria alimentaria están cambiando y, en este sentido, la tecnología se ha convertido en una pieza esencial para el sector alimentario. Sin embargo, “es necesario estudiar y conocer bien cómo funcionan estas nuevas técnicas con el fin de producir más y mejores alimentos y que en sí el proceso de producción sea más versátil”, explica Najar. Y agrega: “El objetivo final es que podamos llegar a 2050 sin escasez de alimentos”.

Aunque en la actualidad “la investigación alimentaria está muy por delante de la regulación existente, como es lógico, con el tiempo, la Unión Europea aprobará otros reglamentos en referencia a todos estos campos que se están explorando”, asegura la responsable de AZTI. Estas novedades se pueden observar, sobre todo, desde el punto de vista de la eficiencia energética y el ahorro, y no tanto en la creación de nuevos alimentos.

placeholder Fotos: iStock.
Fotos: iStock.

La ciencia está más presenta que nunca y ahora se ve con mayor claridad la necesidad de investigación e inversión científica. Sin embargo, Najar explica que uno de los grandes problemas que está trayendo consigo esta transformación tecnológica es la carencia de conocimiento, en el sentido de que “no toda la industria alimentaria sabe cómo actuar desde el punto de vista tecnológico y de la investigación científica”, asevera.

Otra de las novedades de este sector es la nutrición personalizada, de manera que se estudian las características del individuo para facilitarle a este los alimentos idóneos en función de su salud y su metabolismo. De hecho, la mayoría de los deportistas de élite ya siguen esta tendencia.

El auge de las 'startups'

Cada vez son más las pequeñas empresas y 'startups' que se introducen en el sector alimentario, ya que “las que conocen el ecosistema utilizan ese conocimiento para generar nuevos ingredientes y complementos que pueden suponer un avance en determinados procesos de fabricación e incluso sustituir algunos que ya estén obsoletos, tanto por su aportación en la ciencia como en materia de sostenibilidad”, relata Ludeña.

“En la actualidad la cooperación entre empresas es una pieza clave”

Asimismo, Najar explica que se está observando, sobre todo, un auge en el ámbito de la agricultura. Las startups están investigando también en materia de micronutrientes, el entorno marino, la fabricación de carne de laboratorio o incluso se estudia cómo mejorar los ecosistemas de las abejas, entre otros proyectos. En este sentido, la responsable de AZTI precisa que estas pequeñas empresas trabajan, sobre todo, en la mejora de la tecnología y los procesos de producción y no tanto en la comercialización de productos y servicios

Desde la experiencia del director de Iluquality, estas nuevas empresas del sector “deben dejarse acompañar por centros tecnológicos y consultoras especializadas desde el momento en que comienzan a diseñar el proyecto para que el proceso se acorte”. De este modo, es posible conseguir que el camino no dure mucho más de un año, asegura el responsable. Además, Ludeña recomienda estar siempre al tanto de las regulaciones, ya que son actualizadas constantemente.

Asimismo, Najar también aconseja unirse a centros de investigación y apoyarse en los de origen universitario, puesto que los beneficios de estas uniones serán mayores: “Se trata de grupos ya formados que tienen expertos con los conocimientos necesarios para desarrollar los proyectos”. Y agrega: “La suma de fuerzas nos hace más rápidos y eficientes. En la actualidad, la cooperación entre empresas es una pieza clave para el desarrollo de nuevos proyectos”, concluye la mandataria.

Para que un nuevo producto llegue a nuestras casas, primero ha tenido que pasar por un largo proceso de control que avale su seguridad para el consumo. En el marco de la mesa redonda celebrada este viernes 4 de febrero por Revista Alimentaria y moderada por su director general, Fernando Martínez, se ha subrayado la importancia de innovar en los procesos de producción con el objetivo de conseguir productos seguros y más sostenibles.

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