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Grillos en el plato: los beneficios para la salud detrás del consumo de insectos
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Nueva fuente de proteínas

Grillos en el plato: los beneficios para la salud detrás del consumo de insectos

Recientemente, la Comisión Europea ha autorizado su comercialización como alimentos y, aunque últimamente están de moda, no sabemos muchas de sus bondades

Foto: Foto: Unsplash/@adrianvalverdem.
Foto: Unsplash/@adrianvalverdem.

Numerosas regiones de Asia, África y América Latina llevan años comiendo insectos como parte de su dieta habitual. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) asegura que se consumen alrededor de todo el mundo más de 1.900 especies de insectos comestibles. Sin embargo, en Europa su comercialización no estaba autorizada. Ahora que la Comisión Europea ha dado luz verde al consumo de ciertos parásitos, se nos vienen a la cabeza muchas preguntas: ¿A qué saben? ¿Son beneficiosos para la salud? ¿Qué otros están comercializados en nuestro país?

En 2018, la empresa Fair Insects B.V. presentó a la Comisión de manera formal la comercialización de Acheta domesticus (grillo doméstico) como nuevo alimento, donde se pedía que se autorizase en su forma congelada, desecada y en polvo (molido). En su dictamen, el organismo concluyó que estas apariencias “son seguras con arreglo a los usos y niveles de uso propuestos”.

Foto: Diversos insectos fritos en un mercado de Bangkok, Tailandia. (EFE/Narong Sangnak)

Sin embargo, previo a la autorización, la comercialización de este insecto estaba rodeada de controversia debido a que su consumo se relacionaba con casos de anafilaxia. Por ello, en la actualidad, la Comisión Europea está estudiando las maneras de proceder para investigar la alergenicidad de Acheta domesticus, aunque ha concluido que son alimentos seguros.

Beneficios para la salud

Para hablar en estos términos, primero es preciso conocer qué es la entomofagia, que hace referencia a la ingesta de insectos por seres humanos. Según la FAO, los más consumidos en el mundo son los escarabajos (31%), las orugas (18%) y las abejas, avispas y hormigas (14%), y les siguen de cerca los saltamontes, las langostas y los grillos (13%), las cigarras, los fulgoromorfos y saltahojas, las cochinillas y las chinches (10%). En nuestro caso, solo el gusano de la harina, la langosta migratoria y el grillo doméstico son los insectos que pueden comercializarse en Europa.

Aunque todavía los estudios sobre los beneficios del consumo de grillos son escasos, debido a que en Europa su comercialización estaba prohibida hasta hace muy poco tiempo, lo cierto es que ya está siendo utilizado como ingrediente para muffins o batidos con el fin de ofrecer más sabor.

placeholder Foto: Unsplash/@blendotopia.
Foto: Unsplash/@blendotopia.

La FAO asegura en un documento que “el uso de insectos como alimento y para la fabricación de piensos aporta un buen número de beneficios de carácter ambiental, sanitario y para los medios social y de vida”. En el caso de la salud, la organización enumera dos concretos basándonos en su contenido nutricional:

  • Proporcionan proteínas y nutrientes de alta calidad en comparación con la carne y el pescado, y son especialmente importantes como complemento alimenticio para los niños desnutridos porque la mayoría de ellos contienen niveles elevados de ácidos grasos.
  • Son ricos en fibra y micronutrientes como cobre, hierro, magnesio, fósforo, manganeso, selenio y zinc.
  • Plantean un riesgo reducido de transmisión de enfermedades zoonóticas (enfermedades que se transmiten de los animales a los humanos) como la gripe aviar y la enfermedad de las vacas locas.

Su consumo contribuye al medioambiente

Además de consumirse como alimento humano, estos parásitos se utilizan tradicionalmente para la fabricación de otros productos como piensos, ya que son muy eficientes en la conversión de otros alimentos debido a su sangre fría. Es decir, los insectos pueden convertir dos kilogramos (kg) de alimento en un kg de masa de insecto, mientras que el ganado requiere hasta ocho kg de alimento para producir un solo kg.

placeholder Foto: Unsplash/@christopher__burns.
Foto: Unsplash/@christopher__burns.

En el caso del calentamiento global, la organización señala que el uso de insectos ayuda a reducir la contaminación porque los gases de efecto invernadero que producen los insectos son inferiores a los del ganado convencional. Además, los insectos se alimentan de residuos biológicos que luego pueden transformar en proteínas de calidad, que, a su vez, se pueden emplearse como piensos.

Por último, es preciso indicar, según la FAO, que el uso de agua es mucho más reducido que el del ganado tradicional, y la cría de insectos depende menos de la tierra que la actividad ganadera, condiciones que también contribuyen al cuidado del medioambiente.

Numerosas regiones de Asia, África y América Latina llevan años comiendo insectos como parte de su dieta habitual. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) asegura que se consumen alrededor de todo el mundo más de 1.900 especies de insectos comestibles. Sin embargo, en Europa su comercialización no estaba autorizada. Ahora que la Comisión Europea ha dado luz verde al consumo de ciertos parásitos, se nos vienen a la cabeza muchas preguntas: ¿A qué saben? ¿Son beneficiosos para la salud? ¿Qué otros están comercializados en nuestro país?

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