El superalimento más esperado procede de la isla de Bali y sus propiedades son increíbles

Se llama moringa y es un árbol que da un fruto muy nutritivo, pero que también se utiliza en la medicina tradicional balinesa e, incluso, como talismán mágico. Durante años fue parte indispensable de la alimentación en la isla de Bali, pero su consumo cayó en el olvido hasta que la ciencia moderna ha dado a conocer sus beneficios nutricionales. Es, sin duda, lo que ahora conocemos como un superalimento.

Pero para los balineses siempre ha sido mucho más y le han atribuido propiedades mágicas que han pasado de generación en generación, aceptando su uso para alejar a los espíritus malignos. Sin embargo, un estudio publicado en 2013 en el 'International Journal of Phytotherapy Research' sobre los usos tradicionales de Moringa oleifera hizo que este árbol y su fruto fuera conocido a nivel mundial.

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Álvaro Hermida

Según publica la BBC, las hojas secas de la planta "contienen siete veces más vitamina C que las naranjas, nueve veces más proteínas que el yogur, 10 veces más vitamina A que las zanahorias y 15 veces más potasio de los plátanos". No solo eso: también apuntan a que aporta 17 veces más calcio que la leche y 25 veces más hierro que las espinacas. ¿Es o no un superalimento?

Nutre y aleja a los espíritus

Con todos estos beneficios no es de extrañar que en las casas balinesas hubiera tradicionalmente un árbol de moringa. No solo proporcionaba un alimento muy nutritivo, sino que también protegía a las familias de los espíritus. Sin embargo, su consumo cayó en desuso y llegó a considerarse como una comida de campesinos… hasta que apareció el covid-19. Ahora, su consumo se ha multiplicado.

El precio del árbol de moringa en polvo supera los 100 euros el kilo

Los balineses explican que, si se comen solas, el sabor puede recordar a una espinaca un poco picante. Sin embargo, las familias preparan un guiso junto a otras hojas y hierbas que, después, añaden a batidos, tortillas, sándwiches o ensaladas. Eso sí, es un ingrediente que no aparece tradicionalmente en los restaurantes balineses, aunque algunos cocineros locales están intentando reflotar su consumo.

Pero no todo lo que tiene que ver con el consumo de la moringa es positivo. Al tener un alto contenido de nitrógeno en las hojas, eso significa que se descompone rápidamente después de su recolección, por lo que la única forma de distribuirlo a gran escala es deshidratar esas hojas y hacerlas polvo. Un superalimento que, de momento, no está al alcance de todos (su precio supera los 100 euros el kilo), pero cuyas cualidades lo convierten en una opción más que aconsejable.