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Diferencias entre fresa y fresón: aunque pertenecen a la misma familia, no son lo mismo
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Diferencias entre fresa y fresón: aunque pertenecen a la misma familia, no son lo mismo

Este alimento tiene más vitamina C que las naranjas, además de ser rico en fibra, agua y fructosa. En cuanto al consumo, el fresón es la variedad que más llega a los supermercados

Foto: Foto: Unsplash/@Sviathuzii.
Foto: Unsplash/@Sviathuzii.

Las fresas son varias especies de plantas rastreras del género Fragaria (del latín 'fraga'). En realidad no es un fruto, sino un engrosamiento del receptáculo floral, una modificación carnosa del tallo con la función de contener dentro de ella los auténticos frutos de la planta que son las 'pepitas'.

En el mercado podemos encontrar fresas y fresones, que son las variedades cultivadas más comunes para el consumo humano. Aunque las dos pertenecen a la familia de las fragarias, la fresa es una 'Fragaria vesca' y el fresón es una 'Fragaria x ananassa', y las dos son muy apreciadas por su versatilidad, fragancia y sabor. Una característica que tienen tanto la fresa como el fresón es que una vez que se han arrancado de la mata ya no maduran, por eso suelen estar más dulces y sabrosas si se comen cerca de donde se producen.

El 99% de las veces consumimos fresones, la variedad que comúnmente llega al supermercado

En realidad, la 'Fragaria vesca' o fresa es una planta salvaje que crece de manera natural en bosques, jardines y huertos, mientras que el fresón nació en el siglo XVIII en la localidad de Brest como un híbrido creado por botánicos franceses a raíz de un cruce de dos variedades silvestres, una de California y otra de Chile.

Desde ese momento se popularizó su consumo y es lo que hoy conocemos popularmente como fresas, aunque el 99% de las veces se trata de fresones, porque es la variedad que comúnmente llega a los supermercados.

Su composición es prácticamente la misma. Según podemos comprobar en la ficha de la fresa del Ministerio de Sanidad y Consumo, además de ser ricas en fibra, agua, fructosa, glucosa y xilitol, las fragarias tienen una alta cantidad de antocianinas y ácidos orgánicos y, sobre todo, mucha vitamina C, más incluso que las naranjas.

Una ración media de fresas de 150 g contiene 86 mg de vitamina C, mientras que una naranja mediana de 225 g cuenta con 82 mg, aunque en cualquiera de los dos casos se supera la ingesta diaria recomendada para esta vitamina, que son 60 mg diarios.

Su consumo en España, en datos

Es una de las frutas preferidas entre los españoles. El consumo per cápita de fresas y fresones es de aproximadamente 2,89 kilos por persona y año, según se refleja en el 'Informe de consumo de alimentación en España' del Ministerio de Sanidad y Consumo. La mayor parte de esta recolecta consumida se produce en los meses de febrero a mayo.

El cultivo de fresa en España ha tenido un desarrollo espectacular en las últimas dos décadas, de forma que el país se ha convertido en el mayor productor europeo (produce el 50% de la fresa europea) y en el segundo productor a nivel mundial. La asociación española de productores de fresa Freshuelva señala que la producción española media de frutos rojos entre 2017 y 2021 fue de casi 440.000 toneladas, y un 77% del total corresponde a la fresa.

En Huelva es donde se cultiva el 90% del fresón que comemos

El sector de los frutos rojos batió récord de exportaciones, valoradas en 1.400 millones de euros, en 2021, lo que supone un incremento del 16,3%. En la actualidad, su mayor objetivo es afrontar los retos de una producción más sostenible.

Asimismo, en el mapa sectorial de producción del Ministerio de Agricultura, por comunidades autónomas, Andalucía, y más concretamente la provincia de Huelva, es donde se cultiva el 90% del fresón que consumimos. De toda esta producción, el 85% acaba en Francia, Alemania y otros países europeos.

Sin embargo, lo que llega al extranjero no es la fresa, debido a que su transporte resulta muy delicado por ser un fruto muy sensible, sino que lo que se exporta son los fresones gracias a que resisten mejor el transporte, siempre y cuando estén convenientemente embalados y refrigerados.

Diferencias: ¿dónde fijarnos?

Aunque las fresas y los fresones se parecen mucho entre sí, realmente basta con fijarse un poco en ambos alimentos para diferenciarlos. Podrás reconocerlas gracias a estas cinco claves:

  • Tamaño. La fresa, al ser una planta salvaje, es bastante más pequeña. Suele tener el tamaño de una moneda de dos euros, mientras que el fresón es mucho más grande y puede llegar a medir entre cuatro y cinco centímetros.
  • Color exterior. El fresón tiene un color rojizo intenso, mientras que la fresa es de un color rosáceo más desleído.
  • Color interior del fruto. También encontramos diferencias al morderlas, ya que la fresa por dentro es blanca y el fresón conserva el mismo color rojo que presenta en el exterior.
placeholder Fuente: iStock.
Fuente: iStock.

  • Sabor. La fresa no es excesivamente dulce, sino que tiene un toque ácido muy característico de los frutos rojos o frutos del bosque. Sin embargo, el fresón es más dulce y suave. Aunque ambas son deliciosas, la fresa tiene un sabor más intenso.
  • Temporada. Las fresas silvestres solo podemos encontrarlas en primavera, que es su época de recolección. Sin embargo, la constante innovación que existe en torno al fresón ha posibilitado conseguir variedades cada vez más tempranas para abastecer la demanda.

En cualquier caso, tanto la fresa como el fresón son dos frutas muy saludables, riquísimas para comer solas o acompañadas y un snack muy recomendado para cualquier hora del día.

Las fresas son varias especies de plantas rastreras del género Fragaria (del latín 'fraga'). En realidad no es un fruto, sino un engrosamiento del receptáculo floral, una modificación carnosa del tallo con la función de contener dentro de ella los auténticos frutos de la planta que son las 'pepitas'.

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