La importancia de las semillas vegetales para la alimentación
Las trabas de la Unión Europea dificultan el desarrollo de una investigación clave para establecer la técnica de la edición genómica
La innovación para la obtención de alimentos de cara al futuro es un hecho fundamental para que la humanidad pueda seguir subsistiendo. Por ello, los agricultores que se dedican a la recolección de semillas vegetales consideran que la edición genómica de las semillas debería ser un hecho irrenunciable para el futuro. La necesidad aprieta por el aumento de la población y por los efectos devastadores del cambio climático.
De esta manera, siempre según estas personas, se aseguraría la alimentación en un mundo en el que los recursos son finitos debido a que la población sigue creciendo y a los problemas causados por los gases invernadero producidos por el propio hombre. El reto ya está aquí y desde ciertos sectores se han apresurado a reivindicarlo.
Así lo ha indicado Antonio Villarroel, presidente de la Asociación Nacional de Obtentores Vegetales (Anove), en una entrevista para Efeagro: “Tenemos que adaptar todas las variedades de la semilla ante los retos que nos está poniendo los tiempos en los que vivimos. Es necesario aplicar la técnica de edición genómica Crispr”.
Sentencia de la Unión Europea
Esta técnica permite avanzar en muy poco tiempo, pues se trata de una especie de ‘corta-pega’ en los genes de las semillas. Este proceso se produce en la naturaleza de manera espontánea, pero de manera mucho más lenta. La normativa comunitaria ha puesto trabas al encontrarse con una sentencia del Tribunal de Justicia de la UE que comparaba esta técnica con la de los transgénicos.
Antonio Villarroel recalca que “la edición genómica es una técnica distinta, como ya le ha hecho saber la comunidad científica de forma unánime a la Comisión Europea. Por ello, esperamos que desde la Unión Europea se rectifique la decisión y se piense en el futuro con cabeza. Esta técnica es el futuro. Los estudios que se están desarrollando demuestran la viabilidad de la técnica de la edición genómica Crispr”.
El sector agrícola factura 7.000 millones de euros al año en la Unión Europea y más de 50.000 personas trabajan en el sector, de las cuales una cuarta parte de ellas están involucrados en temas de investigación. El mercado de semillas factura 750 millones al año y es el tercero de Europa y el decimotercero a nivel mundial.
La innovación para la obtención de alimentos de cara al futuro es un hecho fundamental para que la humanidad pueda seguir subsistiendo. Por ello, los agricultores que se dedican a la recolección de semillas vegetales consideran que la edición genómica de las semillas debería ser un hecho irrenunciable para el futuro. La necesidad aprieta por el aumento de la población y por los efectos devastadores del cambio climático.