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Desmontando los mitos del agua caliente con limón y sus efectos ‘detox’
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EL CÍTRICO MÁS SOBREVALORADO

Desmontando los mitos del agua caliente con limón y sus efectos ‘detox’

Al limón se le han achacado varios efectos desintoxicantes y adelgazantes que no son realmente lo que parecen

Foto: El limón tiene muchas propiedades, pero no desintoxica el cuerpo (Cristina Anne Costello para Unsplash)
El limón tiene muchas propiedades, pero no desintoxica el cuerpo (Cristina Anne Costello para Unsplash)

Seguro que has escuchado hablar del truco casero para desintoxicarse y adelgazar: beber en ayunas todas las mañanas un vaso de agua caliente con limón. Es algo que recomiendan muchas famosas e influencers, casi como la panacea de la buena salud. Sin embargo, hace falta aclarar que este efecto beneficioso ni es como lo pintan ni viene del limón.

Como explican varios expertos a la BBC, el organismo es inteligente y ya tiene su propio sistema para desintoxicarse y limpiarse. Cada día, sigue un proceso para gestionar todos los alimentos que ingiere y desechar lo que no necesita. Es todo un procedimiento complejo en el que están implicados varios sistemas del cuerpo humano. Por otra parte, si hablamos de intoxicaciones alimentarias o por metales pesados, existen medicamentos para tratarlas, y no están hechos de limón precisamente.

Foto: Se convertirá en tu aliado. (iStock)

Cuando tomamos agua caliente con limón, lo que estamos consiguiendo es mejorar nuestra digestión, ayudando al sistema digestivo a funcionar mejor gracias al agua caliente, no al limón. Este efecto se consigue también con cualquier té o infusión. Conociendo este dato sobre el funcionamiento del organismo, la afirmación de que el limón adelgaza también queda en entredicho. Realmente lo que activa al organismo es el agua fría con la que hacemos la limonada y no el limón en sí.

El agua con limón hidrata

Siempre se recomienda beber agua con limón para mantenernos más hidratados, y este efecto se le achaca al famoso limón. La realidad es que lo que realmente nos hidrata es la ingesta habitual de agua, no el limón. Al darle un sabor diferente al agua (que es insípida de por sí), tendemos a beber más. Tiene el mismo efecto que un refresco con buen sabor, que nos invita a seguir bebiendo.

placeholder La limonada es una bebida habitual de los días de verano (Charity Beth Long para Unsplash)
La limonada es una bebida habitual de los días de verano (Charity Beth Long para Unsplash)

Otro de los efectos que se le achaca al limón y no es cierto, es su capacidad alcalina. Se dice que, al tomar limón, regulamos el pH de nuestro cuerpo, que se vuelve ácido por la alimentación y la contaminación. Esta es una afirmación errónea, ya que nuestro organismo mantiene la sangre con un pH estable entre 7,3 y 7,4. El pH de la orina sí puede cambiar, pero es algo natural y temporal al ingerir ciertos alimentos como carne y pescado.

En este mismo saco entran los famosos batidos desintoxicantes, hechos con frutas y verduras. No ayudan a purificar el organismo, pero sí son útiles para aportarnos una gran cantidad de minerales, vitaminas y fibra, todo ello necesario para el correcto funcionamiento del sistema digestivo y para la eliminación de desechos.

Los efectos beneficiosos del agua con limón no vienen del cítrico, sino del agua

Pero eso no significa que tengamos que demonizar al pobre limón o eliminarlo de nuestras dietas. Este cítrico tiene por sí mismo varias propiedades positivas sobre nuestra salud que podemos aprovechar cada día. Los verdaderos efectos del limón vienen, principalmente, de su alto contenido en vitamina C. La vitamina C es esencial para ayudar a absorber el resto de vitaminas y minerales que entran en el organismo y necesitamos ingerirla cada día.

Seguro que has escuchado hablar del truco casero para desintoxicarse y adelgazar: beber en ayunas todas las mañanas un vaso de agua caliente con limón. Es algo que recomiendan muchas famosas e influencers, casi como la panacea de la buena salud. Sin embargo, hace falta aclarar que este efecto beneficioso ni es como lo pintan ni viene del limón.

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