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¿Debería abordarse la obesidad con perspectiva de género?
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¿Debería abordarse la obesidad con perspectiva de género?

Hombres y mujeres somos fisiológicamente distintos. La condición sexual del ser humano determina en muchos casos las causas, tipos y tratamientos de patologías como la obesidad

Foto: El abordaje de la obesidad en función del sexo del que la padece permitiría tratamientos más específicos. (iStock)
El abordaje de la obesidad en función del sexo del que la padece permitiría tratamientos más específicos. (iStock)

No es lo mismo ser una mujer de 50 años con obesidad que se adentra en la menopausia que un chico, también obeso, que acaba de cumplir veinte años. Y es que si bien es cierto que ambos padecen la misma patología, su origen estará condicionado por su género, lo que, en última instancia, debería determinar un tratamiento distinto.

Sin embargo, y a pesar de que ambos solo tienen común el exceso de peso, la solución que, en muchas ocasiones, se les propone es muy similar, obviando un hecho claramente diferenciador. Esta circunstancia ha sido y es objeto de análisis en algunos (no muchos) foros especializados en nutrición y obesidad, como el último congreso organizado por la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), donde se debatió sobre la cuestión.

El sexo, un factor que da respuesta a muchas preguntas

La obesidad debería tratarse de la forma más personalizada posible. En esta cuestión, la unanimidad de los expertos parece firme. Ahora bien, considerar que el sexo del paciente es determinante a la hora de tratar la obesidad ya es otro cantar.

El sexo del paciente obeso es un factor que se debería tener en cuenta al tratarlo

Partiendo de la idea del enfoque individualizado, el doctor Fernando Goñi, del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario de Basurto (Bilbao), considera que "hay que tener muy presente que el sexo del paciente es un elemento muy importante a tener en cuenta. La obesidad debe abordarse de manera particularizada porque cada caso tiene unas características propias. Dentro de ese abordaje único, sí que es fundamental tener en cuenta el sexo". Y recalca: "Lo más importante es valorar qué tipo de obesidad padece, qué comorbilidades tiene y qué estrategia de tratamiento es la más adecuada para cada paciente".

placeholder Las enfermedades cardiovasculares son más frecuentes en los hombres obesos.
Las enfermedades cardiovasculares son más frecuentes en los hombres obesos.

Más tajante se muestra el profesor Manuel Tena-Sempere, catedrático de Fisiología de la Universidad de Córdoba, quien defiende con contundencia la importancia de abordar esta patología en función del sexo de la persona. "No podemos asumir que las causas y los tratamientos de la obesidad tengan que ser similares en hombres y mujeres", afirma el docente, quien argumenta su postura sobre todo con motivos de carácter biológico: "La deposición de grasa es diferente entre hombres y mujeres, y el estado hormonal procedente de las gónadas (andrógenos en hombres y estrógenos en mujeres) condiciona de forma diferente la ganancia de peso y la salud metabólica".

Foto: Foto: iStock.

Las hormonas, sus ciclos y el aumento de peso incontrolado

No solo existen diferencias entre sexos, también es necesario distinguir entre mujeres antes y después de la menopausia, ya que, según Tena-Semper, "en estas últimas hay mayor propensión al incremento de peso". Del mismo modo, "hay patologías específicas en mujeres y hombres que suponen alteraciones metabólicas particulares. Por ejemplo, el síndrome de ovario poliquístico es una enfermedad propia de mujeres antes de la menopausia que en más de un 50% de los casos se asocia a obesidad".

Por otro lado, "en muchas ocasiones, la obesidad produce una reducción de los niveles de testosterona, lo cual contribuye a agravar el sobrepeso y sus complicaciones", añade el catedrático.

Los tratamientos hormonales en personas transgénero no comportan necesariamente obesidad

Un tema íntimamente vinculado con la relación entre las hormonas y la obesidad es el de los tratamientos hormonales a los que se someten las personas transgénero, respecto al cual Goñi asegura que "aunque provocan cambios en la distribución de la grasa corporal, con un aumento de depósitos grasos en las mujeres y una disminución en hombres, no conllevan necesariamente obesidad".

Lo que nos hace iguales

Hay ciertos factores ante los que hombres y mujeres estamos en igualdad de condiciones. Se trata de la influencia de los hábitos de vida o el hecho de llevar una alimentación inadecuada. También el determinismo genético de cada cual sería otro elemento que nos condiciona más allá del sexo.

Planteado este escenario multifactorial, el experto expone una interesante reflexión acerca de cómo el género y los factores biológicos asociados al mismo, como por ejemplo, las hormonas gonadales, pueden interaccionar con el resto de factores para desencadenar el sobrepeso o agravar su curso: "Este es un aspecto que no siempre se tiene suficientemente en cuenta en el manejo del paciente con obesidad, que debe ser personalizado y que debe tomar en consideración, entre otros parámetros, el sexo y los factores gonadales asociados".

Foto: Fuente: iStock

Si eres mujer y tienes 50 años o más...

Numerosos estudios concluyen que la prevalencia de la obesidad entre la población femenina de más de 50 años es especialmente relevante. En este caso, a su condición de mujer se suma la de haber entrado en la menopausia o estar a punto de hacerlo. Y es que, tal y como explica Goñi, "la falta de estrógenos propia de este periodo en la vida de la mujer modifica la distribución de la grasa corporal, aumentando la abdominal. En estos años, desaparece el efecto protector de la hormona femenina". Además, como ocurre también en los hombres mayores de 50 años, "la pérdida de masa muscular y la disminución de la actividad física con la edad facilitan la aparición de obesidad", apostilla.

placeholder Una de las causas más comunes de obesidad en las mujeres está en la bajada de estrógenos en la menopausia. (iStock)
Una de las causas más comunes de obesidad en las mujeres está en la bajada de estrógenos en la menopausia. (iStock)

También los varones están supeditados al comportamiento de las hormonas. Las suyas "son necesarias para mantener una adecuada masa muscular y evitar un exceso de grasa corporal y, al igual que ocurre en la mujer, es necesario un correcto equilibrio hormonal para evitar la obesidad. De modo que la falta de la hormona masculina promueve esta patología", resume el doctor.

Las hormonas no lo explican todo

Aunque es cierto que los estrógenos y los andrógenos tienen parte de la responsabilidad del aumento de peso, también lo es que no son los únicos elementos a tener en cuenta. "El estatus sociocultural, el nivel económico y la edad influyen de forma diferente en el desarrollo de la obesidad en los hombres y las mujeres. Los hombres tienen una distribución del tejido adiposo diferente a las mujeres, con un mayor acúmulo de grasa visceral (abdomen) que les confiere un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares. Por otro lado, las mujeres en edad fértil depositan su tejido adiposo en la zona glúteo-femoral (caderas), con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular. A partir de la menopausia pierden este efecto protector y retienen más grasa en el abdomen, igualando el riesgo al de los hombres".

Una prueba de la eficacia con que actúan los aspectos sociales en las tasas de obesidad es comprobar cómo "las costumbres, el estilo de vida, la alimentación, la educación, la raza, la situación económica y la actividad física, así como el rol social que tienen hombres y mujeres en diferentes partes del mundo hacen que existan grandes diferencias en la prevalencia de la obesidad de unos países a otros", asevera el doctor. Eso sí, en la mayoría de esos lugares, la población que adolece de mayor índice de obesidad es la femenina, "excepto en Europa y Estados Unidos, que presentan cifras similares entre hombres y mujeres", aclara Goñi.

A cada cual su patología asociada

Hasta aquí, las posibles causas que desencadenan el desarrollo de la obesidad en hombres y mujeres. Ahora, la cuestión es cómo repercute esta patología en el resto del organismo en función de si este pertenece a un hombre o a una mujer. Según el doctor, "hay enfermedades o comorbilidades relacionadas con la obesidad que se encuentran en ambos sexos, como la diabetes tipo 2, la hipertensión arterial, la apnea del sueño, la artrosis o el hígado graso, aunque la enfermedad cardiovascular es más frecuente en el hombre". Y añade: "Otras, lógicamente, son propias de cada sexo, como determinados tipos de cáncer o las alteraciones ginecológicas".

No es lo mismo ser una mujer de 50 años con obesidad que se adentra en la menopausia que un chico, también obeso, que acaba de cumplir veinte años. Y es que si bien es cierto que ambos padecen la misma patología, su origen estará condicionado por su género, lo que, en última instancia, debería determinar un tratamiento distinto.

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