La grasa parda: cómo activarla para que sea una gran aliada a la hora de adelgazar

Las grasas son un macronutriente necesario para el correcto funcionamiento de nuestro organismo. Entre sus funciones están la de almacenar energía, absorber y transportar vitaminas y brindar ácidos grasos esenciales. Además, ayuda al buen funcionamiento del cerebro, al control de las inflamaciones y la correcta coagulación de la sangre.

Eso sí, una acumulación excesiva puede derivar en sobrepeso. Sin embargo, entre las distintas grasas que existen hay una a la que se conoce como la grasa buena ya que acelera el gasto energético y nos ayuda a mantener un peso saludable, además de ser una aliada contra la obesidad y la diabetes tipo 2. Se trata de la grasa parda o marrón.

La grasa parda: capaz de mantenerte caliente pero sobre todo delgado

Álvaro Hermida

Su principal función es la termogénesis, es decir, produce calor cuando el organismo se expone al frío, regulando así nuestra temperatura corporal en condiciones de baja temperatura. ¿Cómo se consigue esto? Pues mediante una proteína llamada UCP-1, que se encuentra en el interior de la célula de grasa parda, conocida como adipocito pardo, y que utiliza triglicéridos y glucosa como combustible para transformarlos en calor.

Sin esfuerzo: 4,7 kilogramos en un año

La grasa parda también aumenta el gasto energético, es decir, ayuda a quemar más calorías. Según varios estudios científicos, estimular este tipo de grasa ayuda a adelgazar de forma más rápida, ya que cuando el tejido adiposo pardo está activado, el gasto metabólico basal aumenta en un 5%. Esto se traduce en la quema de unas 100-115 kilocalorías más al día y se pierden unos 4,7 kilogramos al año sin hacer apenas esfuerzo.

El tejido adiposo pardo o marrón suele encontrarse en tamaño pequeño alrededor del cuello (nuca), las axilas (zona paravertebral y supraclavicular), los riñones (zona periadrenal) y alrededor de los grandes vasos del tronco y, para que funcione, requiere de una gran cantidad de energía, por lo que quema mayor cantidad de calorías.

Nuestro organismo crea o activa grasa parda mediante tres mecanismos:

• El sistema nervioso: cuando se aviva con el frío, segrega neurotransmisores (catecolaminas) que estimulan el tejido pardo.
• El corazón: si late a un ritmo intenso, libera unas hormonas llamadas péptidos natriuréticos que activan esta grasa.
• El músculo: al contraerse, segrega una serie de hormonas conocidas como miokinas que estimulan la transformación de la grasa común o blanca en parda.

Asimismo, una de las principales recomendaciones para activar este tejido adiposo pardo o marrón es llevar una alimentación saludable y equilibrada. Para ello es recomendable tomar una manzana al día, ya que su piel contiene gran cantidad de ácido ursólico, generador de esta grasa. Asimismo, hacer ejercicio físico a diario aumenta los niveles de irisina, una hormona que facilita la conversión de grasa blanca en marrón, y segrega catecolaminas (adrenalina y noradrenalina). También se activa estimulando la producción de melatonina.