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Anacardos, un bocado saludable con lado oscuro: ¿por qué hay que tostarlos antes de consumirlos?
  1. Nutrición
RIESGOS PARA LA SALUD

Anacardos, un bocado saludable con lado oscuro: ¿por qué hay que tostarlos antes de consumirlos?

Los anacardos son aliados perfectos para controlar el colesterol y fortalecer el sistema inmune, pero si se consumen crudos y en altas dosis puede conllevar consecuencias fatales

Foto: Anacardos, un bocado saludable con lado oscuro. (Unsplash)
Anacardos, un bocado saludable con lado oscuro. (Unsplash)

Los anacardos son un gran aliado para controlar el peso y el colesterol, ya que su contenido en fibra (4 gramos), grasas saludables (42 gramos) y proteínas (18 gramos) hace que la sensación de saciedad sea mayor y, por tanto, se evite el consumo de otros alimentos con más calorías (los anacardos cuentan con 600 kcal y 20 gramos de hidratos de carbono). De hecho, su composición aporta innumerables beneficios para la salud, motivo por el que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda su consumo.

Aunque es considerado como un fruto seco, en realidad es la semilla de un árbol frutal llamado marañón. El germen se encuentra en el interior de una nuez (parte inferior) que forma parte del fruto junto al pseudofruto (parte superior en forma de pimiento). La cáscara exterior que lo protege contiene urushiol, una resina altamente tóxica que produce afecciones dermatológicas como la dermatitis severa, lo que complica bastante su cadena de procesamiento.

Origen, producción y extracción

Originario del norte de Brasil, fue descubierto en el siglo XVI por los colonizadores portugueses que, atraídos por sus propiedades nutricionales, lo exportaron a la India, momento en el que se introdujo en el Sudeste Asiático y en algunos países del continente africano. Como dato curioso, el nombre de anacardo se lo dio el monje y naturalista francés André Thevet, a quien su forma le recordó la de un corazón invertido (ana significa “hacia arriba” y cardium, “corazón”).

Foto: Foto: iStock.

Actualmente, los mayores productores mundiales de anacardo son Brasil, India, Vietnam y África Occidental, países en los que su clima húmedo tropical favorece el desarrollo de estas semillas. La industria del anacardo mueve más de 6.000 millones de dólares (5.608 millones de euros al cambio), una cifra que solo puede explicarse por un precio de venta bastante alto por lo costoso de su extracción.

Hay que tener en cuenta que el proceso de recogida es muy laborioso, porque solo hay una nuez por cada fruto y estas se deben extraer una a una. Además, al abrir la cáscara, el fruto rezuma un aceite llamado CNSL o cashew nut shell liquid, que es una sustancia muy valorada en algunas industrias por su poder oleaginoso y anticorrosivo, pero que produce quemaduras y llagas al contacto directo con la piel, por lo que su extracción es especialmente dura.

Los anacardos necesitan un tueste previo para evitar riesgos que pueden provocar la muerte

Pero ¿cómo se extrae el fruto? Pues el proceso parte de un tratamiento de calor; de este modo, se desprende de la cáscara con seguridad y el anacardo acaba tostándose. Por lo tanto, no hay peligro si te encuentras un anacardo crudo puesto que, a no ser que trabajes en una plantación y los encuentres en su estado natural, es muy común hallarlos en los supermercados tostados o fritos, aunque en su etiquetado los comercialicen como crudos. Eso sí, se recomienda no comerlos crudos en grandes cantidades y de una sola vez ya que pueden provocar irritación en el aparato digestivo, inflamaciones, heridas y supuración e, incluso, llevar a la muerte. De ahí que necesiten un tueste previo para eliminar cualquier riesgo.

Los anacardos son un gran aliado para controlar el peso y el colesterol, ya que su contenido en fibra (4 gramos), grasas saludables (42 gramos) y proteínas (18 gramos) hace que la sensación de saciedad sea mayor y, por tanto, se evite el consumo de otros alimentos con más calorías (los anacardos cuentan con 600 kcal y 20 gramos de hidratos de carbono). De hecho, su composición aporta innumerables beneficios para la salud, motivo por el que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda su consumo.

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