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Las grasas vuelven 'loco' al cerebro a la hora de calcular las calorías
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¿MANZANA O TARTA?

Las grasas vuelven 'loco' al cerebro a la hora de calcular las calorías

La comida basura es un placer culpable irresistible para muchas personas. Pero, a pesar de ser una tentadora opción, no está exenta de inconvenientes

Foto: Foto: iStock.
Foto: iStock.

La comida basura suele tener un alto contenido de calorías, grasas y azúcar, y carece de los nutrientes esenciales que nuestro cuerpo necesita para funcionar correctamente. De hecho, consumir demasiada puede provocar una serie de problemas de salud, como obesidad, diabetes y enfermedades cardiacas. Además, los estudios han demostrado que una dieta rica en ella puede incluso afectar la función cerebral.

Precisamente a este respecto se ha publicado un nuevo estudio que pone sobre la mesa que las dietas altas en grasas podrían estar interfiriendo con la capacidad de nuestro cerebro para regular la ingesta de calorías. En un experimento con ratas, los científicos notaron que después de periodos más largos de alimentación con una dieta alta en grasas y calorías, la vía de señalización entre el cerebro y el intestino aparentemente se interrumpe, y ya no regula el consumo de calorías como debería.

Foto: Los expertos en nutrición dicen que hay espacio para una indulgencia ocasional, siempre y cuando comas alimentos saludables la mayor parte del tiempo.

El cerebro se vuelve 'loco'

En general, el cuerpo regula la asociación de los alimentos con el valor nutricional para definir su valor y tomar decisiones de adaptación. Pero al comer alimentos ricos en grasas, el cerebro cambia el proceso de regulación y asociación de estos. En lugar de ver los alimentos como necesarios para la supervivencia y la nutrición, tu mente los relaciona con recompensas.

Los investigadores han descubierto que comer regularmente alimentos ricos en grasas y calorías podría, por tanto, cambiar las vías neurológicas en el cerebro, lo que reduce la capacidad de este para regular la ingesta de calorías y puede conducir a comer en exceso y aumentar de peso.

El estudio monitoreó la ingesta de alimentos en más de 200 roedores de laboratorio que fueron alimentados con una dieta normal o alta en grasas durante uno, tres, cinco o 14 días, observando cómo afectaba su digestión y apetito.

placeholder Es un tentempié rápido, conveniente y sabroso al que solemos acudir incluso como capricho nocturno. (Pexels)
Es un tentempié rápido, conveniente y sabroso al que solemos acudir incluso como capricho nocturno. (Pexels)

Experimento

En la prueba con roedores, la dieta rica en grasas en ratas evidenció que las células de los astrocitos (células grandes en forma de estrella en el cerebro que regulan muchas funciones diferentes de las neuronas en el cerebro), que controlan una vía química hacia el estómago, se interrumpieron cuando se ingirieron alimentos grasos y azucarados.

"La ingesta de calorías parece estar regulada a corto plazo por los astrocitos", comento Kirsteen Browning, de la Facultad de Medicina de Penn State y autora principal del estudio publicado en la revista The Journal of Physiology. "Con el tiempo, los astrocitos parecen desensibilizarse a los alimentos ricos en grasas. Alrededor de 10 a 14 días de comer una dieta alta en grasas y calorías, los astrocitos parecen no reaccionar y la capacidad del cerebro para regular la ingesta de calorías parece perderse. Esto interrumpe la señalización al estómago y retrasa la forma en que se vacía".

Así, comer continuamente una dieta alta en grasas y calorías parece interrumpir esta vía de señalización. Comprender el papel del cerebro y los complejos mecanismos que conducen a comer en exceso, un comportamiento que puede desembocar en aumento de peso y obesidad, podría ayudar a desarrollar terapias para tratarlo.

"Al ser más conscientes de lo que comemos y tomar decisiones más saludables, podemos reducir nuestro consumo de comida basura y mejorar nuestra salud y bienestar en general"

La 'fuerza' de la comida basura

Una de las principales razones por las que la comida basura es tan poco saludable es que suele estar muy procesada. Esto significa que ha sido despojada de muchos de sus nutrientes naturales y cargada con aditivos, conservantes y sabores y colores artificiales. Estos aditivos pueden ser dañinos para nuestro cuerpo con el tiempo e incluso pueden aumentar nuestro riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer. Además, se suele consumir en grandes cantidades. A diferencia de los alimentos saludables y ricos en nutrientes, que nos llenan, la comida basura nos deja hambrientos y con ganas de más, lo que puede conducir a comer en exceso y contribuir aún más a problemas de salud como la obesidad y la diabetes.

Por el momento, los científicos desconocen exactamente de qué forma los astrocitos controlan lo que sucede en el intestino, pero claramente existe algún tipo de vínculo.

"Todavía tenemos que averiguar si la pérdida de la actividad de los astrocitos y el mecanismo de señalización es la causa de comer en exceso o si se produce en respuesta a comer en exceso", dice Browning.

La comida basura suele tener un alto contenido de calorías, grasas y azúcar, y carece de los nutrientes esenciales que nuestro cuerpo necesita para funcionar correctamente. De hecho, consumir demasiada puede provocar una serie de problemas de salud, como obesidad, diabetes y enfermedades cardiacas. Además, los estudios han demostrado que una dieta rica en ella puede incluso afectar la función cerebral.

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