Cuando hacemos ejercicio, queremos que cada segundo cuente, que cada esfuerzo que hagamos sirva de algo. Mediante una alimentación controlada, podemos conseguir que nuestros entrenamientos sean más productivos, ayudando al cuerpo a formar músculo, perder grasa o ganar elasticidad, dependiendo de nuestros objetivos.
La meta de muchos deportistas es quemar toda la grasa que puedan para estar en forma, pero esta suele ser una misión algo complicada. A raíz de esto, un estudio publicado en la revista Nutrients explica cómo un alimento habitual en nuestras despensas es capaz de aumentar la pérdida de grasa durante el entrenamiento en varones que practican ejercicio aeróbico, a la vez que ayuda a gestionar mejor la energía en momentos exigentes.
La investigación trata cómo los arándanos pueden contribuir a acelerar la oxidación de grasas en el cuerpo, el proceso mediante el cual las moléculas de ácidos grasos se descomponen para obtener energía. Para demostrar esto, científicos del Departamento de Nutrición y Ciencia de los Alimentos de Universidad Estatal Politécnica de California reunieron a un grupo de estudio.
El impacto de los arándanos en el entrenamiento
Este grupo estaba compuesto por 11 hombres que practicaban con regularidad entrenamientos aeróbicos, como caminar, correr, montar en bicicleta o nadar. Antes de comenzar con la ingesta de arándanos, los participantes completaron un lavado de dos semanas, evitando alimentos ricos en antocianinas (antioxidantes), como arándanos, frutos rojos, moras, col morada, uvas, patatas o rábanos.
Cada participante tomó 25 gramos de arándanos liofilizados al día durante dos semanas
Tras esta preparación, los 11 participantes incluyeron en su dieta 25 gramos de arándanos liofilizados todos los días durante dos semanas. Con esa cantidad de arándanos, sus cuerpos recibían 375 miligramos de antocianinas al día. Las antocianinas ayudan al cuerpo a disminuir los niveles de bases oxidadas de ADN y a aumentar la resistencia al daño del ADN. A su vez, tienen un papel fundamental en la quema de grasas durante el ejercicio.
A la ingesta de los arándanos le acompañaba una sesión en bicicleta durante 40 minutos. Para analizar los resultados del entrenamiento, los investigadores recogieron muestras de orina y sangre antes y después del ejercicio en bicicleta, así como cada 10 minutos durante el entrenamiento.
Los resultados del estudio demostraron que los participantes quemaron notablemente más grasa después de consumir los arándanos. Concretamente, la tasa de oxidación de grasas aumentó en un 20%, 43% y 31%, a los 20, 30 y 40 minutos después de entrenar en bicicleta. Los arándanos aceleraron la quema de grasas y también disminuyeron el uso de carbohidratos por parte del cuerpo, un cambio metabólico que, según los científicos, podría ser significativo para los atletas.
Cuando hacemos ejercicio, queremos que cada segundo cuente, que cada esfuerzo que hagamos sirva de algo. Mediante una alimentación controlada, podemos conseguir que nuestros entrenamientos sean más productivos, ayudando al cuerpo a formar músculo, perder grasa o ganar elasticidad, dependiendo de nuestros objetivos.
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